Nuestros esfuerzos para desarrollar medios de subsistencia en Yemen ayudan a mejorar la vida en las aldeas empobrecidas.
Shikhah no olvidará jamás la noche que la guerra se acercó más que nunca. Escuchó el fuego de la artillería y temió que su casa fuera la siguiente. Sus hijos estaban aterrados y no paraban de llorar. Lo único que podía hacer la familia era esperar: no tenían dónde ir. Shikhah se sintió aliviada cuando por fin llegó la mañana y aún estaban vivos.
La guerra civil que lleva años en Yemen ha causado muchos días llenos de dolor. Aunque no esté tan cerca de sus hogares, las familias no pueden huir de la presencia cotidiana del conflicto permanente. El costo de vida se ha elevado drásticamente y el valor de la moneda local se ha desplomado. Las fuentes de agua fundamentales han sido destruidas, y el sistema de salud continúa interrumpido.

Criar cabras le proveerá a Shikhah un ingreso extra para mantener a su familia.
“Todo es muy caro. Tratamos de vivir con cualquier cosa que tenemos”, dijo Shikhah.
Es muy difícil encontrar empleos, aun como obreros. Shikhah es el único sostén de su familia desde que su esposo murió, hace 15 años. Ella había intentado criar cabras para tener un ingreso, pero la mayoría murió de una enfermedad que Shikhah no supo cómo evitar. Le costaba mucho proveer para las necesidades básicas de sus hijos, incluso la comida.
“Lloré mucho cuando mis cabras murieron”, dijo. “No creía que nadie estuviera dispuesto a ayudar a gente como nosotros”.
Shikhah se emocionó cuando conoció al equipo de Samaritan’s Purse, que estaba implementando el proyecto de subsistencia en su comunidad para ayudar a las familias empobrecidas. Así como a otros beneficiarios, le dimos tres cabras hembras y un macho para su reproducción. También le brindamos una capacitación en ganadería para que tuviera mejores conocimientos sobre cómo cuidar a sus animales y prevenir enfermedades.
Vender las crías significa que Shikhah finalmente tendrá una fuente segura de ingresos. “Compraré comida para mis hijos y medicamentos, si se enferman”, dijo ella.
“Compraré comida para mis hijos”.
Akram Amin, el director nacional de Samaritan’s Purse en Yemen, dijo que el proyecto caprino satisface la necesidad urgente de las personas que viven fuera de la ciudad y que, a veces, quedan relegadas. “Hay muchas familias pobres en la zona, y una de las principales necesidades es la agricultura”, dijo.
Él explicó que el proyecto de las cabras es único porque está preparando a las futuras generaciones para tener éxito. “Trabajamos de corazón. Estamos adoptando medidas estratégicas y sustentables con miras al futuro”.
Un futuro más promisorio
Salem hacía lo mejor que podía como obrero, pero no lograba llegar a fin de mes, sobre todo, por los abrumadores aumentos de precios. “Mi salario casi no existe”, dijo. “No hay empleos por la guerra. Estamos viviendo en una situación muy difícil”.

Salem aprendió a cuidar a sus cabras durante nuestra capacitación.
Estaba desesperado por poder cuidar a sus nueve hijos, pero no sabía a quién recurrir en busca de ayuda.
“Me sentí muy aliviado cuando supe que era uno de los beneficiarios de las cabras”, dijo. “En la capacitación, nos enseñaron cómo alimentar a las cabras y cómo darles un lugar donde vivir. He tratado de poner en práctica todo lo que aprendí para darles a las cabras un buen entorno natural”.
Salem piensa vender las cabras para ganar dinero. “Estoy muy entusiasmado. Todos los días espero que las cabras tengan crías”, dijo él.
Describió el proyecto de las cabras como un “tesoro” que mejorará de manera espectacular su condición de vida. “Podré alimentar mejor a mis hijos y a mis hijas”.
Por favor, ora por la obra continua de Samaritan’s Purse en Yemen.
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