Samaritan’s Purse trae proyectos de agua en comunidades remotas en mucha necesidad.
Las mujeres se levantan antes que salga el sol y hacen su primera caminata a la fuente de agua más cercana, que puede estar a una milla de distancia. Para cuando van una segunda o tercera vez, hace mucho calor y no hay sombra. Aunque tratan de ser cuidadosas, tiran gotas de agua de los contenedores sobre sus cabezas o en las espaldas de los animales de carga.
Este trayecto no solo implica tiempo. Una vez que las mujeres llegan a la fuente de agua deben aguardar y hacer fila. A veces el agua se raciona y cada persona solo recibe una porción pequeña.
Tristemente, el agua que las mujeres traen a casa no siempre está limpia. Pero no tienen opción. Sus familias necesitan agua para sobrevivir.
Aunque a veces hay agua embotellada, no tienen suficiente para comprarla. Los años de guerra civil en Yemen ha elevado los costos y su moneda se ha devaluado.
Tal es el panorama para las mujeres en comunidades remotas en Yemen. Por eso Samaritan’s Purse hoy se ocupa de proveer agua potable y esperanza a estas áreas olvidadas. Estamos rehabilitando las instalaciones de tratamiento de agua y poniendo tubería hasta las casas, así como enseñamos prácticas de higiene para que las familias tengan mejor salud.

Amira dijo que el nuevo proyecto de Samaritan’s Purse en su comunidad rural ha hecho una “gran diferencia” para ayudar a reducir la enfermedad.
El agua transforma vidas
El padre de Amira no puede trabajar desde que se recupera de un infarto. Así que Amira y su hermano deben proveer para la familia. Sin embargo, las muchas horas que pasa yendo por agua la apartan de su trabajo como maestra.
A veces caminaba hasta seis horas al día para ir varias veces a la fuente de agua más cercana. “En ocasiones debía esperar media hora para tener un turno”, dijo. “Es difícil después de caminar tanto”.
El agua que traía a casa estaba contaminada, pero sin otra fuente segura, debían usarla para beber, cocinar, bañarse y lavar ropa, lo que resultaba en enfermedades.
“Teníamos lombrices y diarrea. A veces esperábamos para ir a la clínica porque no teníamos dinero para las medicinas”, dijo Amira.
También una partera, Amira está consciente de la necesidad de acceso a agua potable. Los partos son más seguros cuando se esterilizan los instrumentos con agua potable y cuando se cuida bien al recién nacido y a la madre.
“Estoy muy agradecida y contenta por este proyecto”.
Dijo que el nuevo proyecto de agua potable para su comunidad ha hecho una “gran diferencia” para reducir las enfermedades. “Estoy muy agradecida y contenta por este proyecto”.
Nuestro equipo rehabilitó un sistema de tratamiento de agua en la aldea que había sido descuidado por la guerra y la agitación civil. Ahora, Amira tiene agua potable directo en su casa.
Samaritan’s Purse también la capacitó como voluntaria de salud para la comunidad para que eduque a otros en prácticas saludables de higiene. “Le enseño a la comunidad cómo evitar enfermedades, especialmente entre los niños”.
Nabiba tiene seis niños y cuida de su tío que tiene una discapacidad mental. Necesita ayuda de sus hijos para ir por agua lo que implicaba que faltaran al a escuela. La joven madre nos agradece, pues gracias a este proyecto, sus niños ya no tienen que acarrear agua ni perder clases.

Nabiba agradece que sus niños ya no tienen que acarrear agua ni perder clases.
“Tienen mejores calificaciones ahora”, dice.
En la aldea de Nabiba, nuestro equipo rehabilitó un tanque de agua e instaló paneles solares que traen energía para que funcione la bomba de agua.
Nabil, que vive en la misma aldea que Nabiba, agradece también por el proyecto. La salud de su familia ha mejorado. Tiene ocho niños que solían enfermarse por el agua contaminada. “Era difícil ir al doctor con ocho niños”.
Nabil quiere proveer para su familia. Cuando faltó el empleo en Yemen debido al conflicto, pasó muchas horas en un país cercano tratando de ganar algo para satisfacer sus necesidades básicas. Pero sin importar cuánto trabajar, no lograba pagar un doctor y las medicinas.

Nabil dijo que su familia por fin tiene un camino a un futuro más saludable gracias al proyecto de agua de Samaritan’s Purse en su aldea.
Regresó a casa, pero la vida seguía complicada, especialmente antes que nuestro equipo llegara la comunidad. “Hay desafíos en todas partes. mis hijos no se cambiaban la ropa porque no había agua para lavar”, dijo Nabil. “No teníamos agua para limpiar”.
La familia de Nabil no solo tiene mejor salud por nuestro proyecto, sino que ahorran porque pagan menos por enfermedades. Dice que su familia por fin va camino a la salud.
“No tengo palabras para expresar mi gratitud a Samaritan’s Purse”.

Nuestros proyectos WASH en Yemen cambian vidas pues proveen acceso a agua potable.
