Una cosecha abundante en Bolivia

3 de noviembre 2022 – Bolivia
Elvira y su esposo Víctor celebran la cosecha del micro-túnel en su parcela.
Elvira y su esposo Víctor celebran la cosecha del micro-túnel en su parcela.

Dios está produciendo cosechas de esperanza y mejor salud para las familias en El Alto, a través de los programas agrícolas y de nutrición de Samaritan’s Purse.

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El aire tiene polvo y la tierra luce árida en los últimos meses de la temporada seca de casi nueve meses en El Alto, Bolivia. Muchos de los habitantes de casi un millón de personas en esta nueva ciudad han venido del campo en busca de una mejor vida.

La ciudad de El Alto mira desde arriba a La Paz, una ciudad más grande, en estos picos de gran altitud en Los Andes.

La ciudad de El Alto mira desde arriba a La Paz, una ciudad más grande, en estos picos de gran altitud en Los Andes.

En lugar de encontrar oportunidades, sin embargo, las familias se encuentran con una dura realidad. Luchan por tener trabajos estables y bien pagados, y no hay cosechas para alimentar a sus familias en esta tierra árida y rocosa. Han dejado el soporte de buenas estructuras en sus hogares y no tienen los recursos para vivir con un sustento adecuado.

“En el campo, las personas siembran verduras, crían ganado y tienen algo para comer”, dijo el gerente principal del programa de Samaritan’s Purse, Gilvan Ramos. Pero en un lugar más urbano como El Alto, la gente no cultiva nada y no tiene animales, ni dinero para comida. “Tienen menos estudios que la gente de la ciudad. No encuentran trabajo. Sus empleos son mal pagados y luchan por sobrevivir”.

  • Proveímos a los residentes de El Alto con materiales y capacitación para cultivar micro-túneles en El Alto.
    Proveímos a los residentes de El Alto con materiales y capacitación para cultivar micro-túneles en El Alto.

La inseguridad de alimento que resulta es una amenaza importante para la salud y el bienestar de muchas familias. Pero los residentes han empezado a experimentar destellos de esperanza en sus patios traseros.

Víctor y Elvira se han asombrado al ver el trabajo de sus manos producir comida justo fuera de su puerta. En el lugar de más sol en el patio de la pareja han visto crecer verduras nutritivas, como lechuga, rábanos, zanahorias y acelga, que surgen de la tierra rocosa y estéril.

Su familia es solo una de las muchas que están experimentando esta esperanza renacer día a día mientras ven cómo el Señor provee. Alabamos a Dios que está usando a Samaritan’s Purse con trabajo agrícola en las afueras de esta ciudad para dar a los residentes un futuro más brillante.

“Nuestra dieta va a cambiar y nuestros hijos crecerán más saludables”, dijo Víctor. “Alabo al Señor nuestro Dios por esto”.

El regalo de micro-túneles

Nuestros ingenieros agrícolas están enseñando a las familias cómo usar pedazos pequeños de tierra. Les damos semillas y herramientas para cultivar, pero sobre todo, un método de cómo producir cosechas en un clima tan poco accesible. Lo que hace que estas pequeñas parcelas de tierra produzcan es la tecnología sencilla de los micro-túneles.

Samaritan's Purse staff teach residents proper ways of harvesting to keep plants healthy and growing.

El personal de Samaritan’s Purse enseña maneras de cultivar plantas a los residentes.

Estas estructuras sencillas de nylon traslúcido que se estiran en tubos de plástico funcionan como invernaderos. Crean microclimas al permitir el necesario calor solar y el aire que se filtra mientras protege a las plantas del clima volátil, especialmente cuando llega el invierno.

Al implementar esta tecnología, hemos ayudado a que las familias aumenten sus cosechas al proteger sus plantas de los elementos y así extendemos la temporada de cultivo.

“Estamos tan agradecidos de poder producir nuestras propias verduras”, dijo Elvira. “Estoy muy contenta por poder hacer esto. Cada día vengo y riego las plantas y las cuido. Es un milagro. Me alegra tanto poder hacer esto”.

Es como un milagro. Estamos felices de poder hacerlo.

Elvira celebra los rábanos y otras verduras que ha podido cosechar.

Elvira celebra los rábanos y otras verduras que ha podido cosechar.

Pero en el centro del proyecto está el deseo de que las familias de El Alto conozcan el amor de Jehová Jiréh, el Proveedor.

“Creo que una de las cosas que más agradezco es la guía espiritual. Nos han traído la Palabra de Dios. Nos han dado Biblias a cada uno”, dijo Franz, un residente en El Alto que celebra la capacidad de tener cosechas de un pequeño pedazo de tierra. Antes solía viajar grandes distancias para comprar comida, pero ahora tiene vegetales en su propio patio trasero. Como líder en su comunidad, enseña a los demás en su calle para producir sus propias cosechas.

Del jardín a la mesa

El programa se extiende más allá de capacitación inicial y suministros. Las familias reciben clases de nutrición con Lenicia, una nutrióloga en El Alto que trabaja con el equipo de Samaritan’s Purse para ayudar a otros en la ciudad para ir más allá de una preparación saludable de alimentos.

Lenicia, una nutrióloga de Samaritan’s Purse, enseña a los habitantes de El Alto cómo preparar comidas nutritivas para sus familias.

Lenicia, una nutrióloga de Samaritan’s Purse, enseña a los habitantes de El Alto cómo preparar comidas nutritivas para sus familias.

Lenicia dice que las condiciones de salud, como los muchos casos de anemia en El Alto, son el resultado de una nutrición desequilibrada. En sus clases prácticas, Lenicia les enseña cómo cocinar con los ingredientes disponibles, además de lo que producen en sus micro-túneles, para tener dietas balanceadas.

“Me gusta juntarme con ellos y hacerles saber que pueden tener comidas nutritivas, y no ir a al hospital o al doctor por una mala dieta”, dice Lenicia. “Quiero que vean cómo usar lo que tienen en casa para preparar una comida nutritiva”.

Uno de sus estudiantes, Protacio, ha visto cómo su familia ha mejorado con lo que ha aprendido en las clases de nutrición.

“Nunca he visto algo como esto, pero nos ha ayudado porque mis hijos quieren comer esto también”, dijo Protacio. “Quieren comer bien”.

Lenicia usa cada clase de nutrición para animar a sus estudiantes espiritualmente también. Incluso usa el “refrigerio” de sandía para dar una ilustración sobre la vida con Jesucristo. Usa las semillas de la sandía para hablar del pecado, la pulpa roja para introducir la sangre de Jesús y el borde blanco y verde para hablar del crecimiento espiritual a través de una relación con el Señor y Salvador.

A través de estas lecciones, anima a las familias no solo a alimentarse ellos mismos físicamente con comida nutritiva, sino a alimentar sus almas. “Ven que la Palabra de Dios es rica, deliciosa y nutritiva”, dijo.

Ven que la Palabra de Dios es rica, deliciosa y nutritiva”.

Como resultado de este programa de Samaritan’s Purse, han surgido cosechas de esperanza en El Alto. Mientras las familias aprenden cómo preparar comida de calidad, ha sido un milagro ver cómo muchos que habían perdido la esperanza están viendo otra vez un futuro brillante como resultado de la fidelidad de Dios.

Por favor, ora por las personas en El Alto para que lleguen a conocer el abundante amor de Jesucristo y que también sus cosechas abunden.

El Alto families are experiencing better health and nutrition as result of the Samaritan's Purse program.

Las familias en El Alto están experimentado mejor salud y nutrición como resultado del programa de Samaritan’s Purse.

APOYO
Trabajando con las iglesias locales y colaboradores cristianos, Samaritan's Purse provee a los granjeros de semillas y herramientas apropiados al tipo de suelo y clima donde residen. Con la donación de $55 podemos suplir plantas resistentes a la sequía, fertilizantes, herramientas y entrenamiento para jardineros y granjeros, mientras sembramos la semilla del Evangelio.
Ayuda a una familia granjera pobre Working through churches and local Christian partners, Samaritan’s Purse provides farmers with seeds and tools that are appropriate for the particular soil and climate where they live. For a gift of $35, we can supply drought-resistant plants, fertilizer, tools, and training for gardeners and farmers as we sow seeds for the Gospel.

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