El cuidado de Children’s Heart Project lleva a Bat-UIlzii y su familia a Cristo, la fuente de esperanza eterna.
Bat-Ulzii había perdido las ganas de vivir. Tras desmayarse durante un entrenamiento escolar de atletismo en Mongolia a los 13 años, le diagnosticaron defectos en el corazón que impedía que corriera o incluso caminara bien. Estaba furioso y avergonzado por su debilidad física, pues no tenía la energía suficiente para funcionar con normalidad, como sus compañeros. Algunos niños lo acosaban, sin entender por qué actuaba de forma diferente.
Lo que añadió a su desesperanza fue que la cirugía para reparar su cardiopatía no estaba disponible en su país y los costos en el extranjero demasiados. Los médicos de Mongolia lo refirieron a Samaritan's Purse para ver si era candidato a una cirugía en un hospital colaborador sin costo para su familia.

Para Bat-Ulzii, la cirugía a través del Children’s Heart Project cambió el rumbo de su vida. Él y su madre aceptaron a Cristo y, con el tiempo, guiaron a familiares y amigos hacia Él.
Casi 20 años después de su cirugía, coordinada a través de Children’s Heart Project, Bat-Ulzii reflexiona sobre cómo Dios lo llamó al ministerio para dar a otros la esperanza que encontró en Cristo.
En busca de una cura
Cuando a Bat-Ulzii le diagnosticaron un defecto cardíaco siendo adolescente, pensó que era su sentencia de muerte. Se sintió impotente para revertir la angustia de su familia, que gastaba tiempo y dinero en cuidarlo, sin olvidar los efectos secundarios de las inyecciones que le recetaron sus médicos.
“Tengo dos hermanos menores que necesitaban útiles escolares”, recordó Bat-Ulzii. “Mis padres intentaron proporcionarles material, pero los tratamientos eran caros. Pensé que sin mí, la vida de mi familia sería mejor”.
“Mi corazón, mi ser, se moría”, dijo. “Sentía miedo, desesperanza, autocompasión”.

Cuando era adolescente, Bat-Ulzii anhelaba practicar deportes como sus compañeros, pero una afección cardíaca congénita dificultaba toda actividad física.
Casi no había noche en que Bat-Ulzii no llorara hasta quedarse dormido, preguntándose por qué había nacido, por qué sufría y si su vida tenía algún propósito. Como no pensó llegar a la edad adulta, dejó de soñar con el futuro.
A menudo oraba pidiendo ayuda y sanidad en el templo de su ciudad natal. «Nunca recibí respuesta», dijo Bat-Ulzii. «Pensé que Dios no existía».
Esperanza en Cristo
La familia de Bat-Ulzii estaba eufórica, pero también escéptica, al saber que Samaritan's Purse podría organizar su cirugía sin costo alguno. Cuando hablaron con el personal de nuestro proyecto en el país se sintieron más tranquilos. También les dijeron que uno de nuestros intérpretes acompañaría a Bat-Ulzii y a su madre a Estados Unidos para su cirugía cuando cumpliera 16 años.
Se alojaron en casa de una familia cristiana, parte de una iglesia anfitriona que atendía al grupo de Children’s Heart Project. Cinco días después de la cirugía, Bat-Ulzii se recuperó lo suficiente como para continuar su recuperación en la casa de sus anfitriones. Le encantó tener la energía para nadar después de la cirugía, algo que antes no podía ni podía hacer.
El estar rodeado de creyentes en Cristo tuvo un profundo impacto en Bat-Ulzii y su madre. Oraban juntos, leían la Biblia y asistían a la iglesia. Bat-Ulzii aprendió mucho, pues la Biblia era nueva para él, al igual que su concepto de Dios.
“Parece un Dios asombroso y maravilloso. Tengo que encontrar a ese Dios”.
"Parece un Dios asombroso y maravilloso", recordó Bat-Ulzii que así pensaba. "Tengo que encontrar a ese Dios".
Gracias al testimonio cristiano de sus anfitriones y del intérprete, Bat-Ulzii y su madre aceptaron a Cristo durante su estadía y fueron bautizados el Día de las Madres en la iglesia anfitriona.
“Encontré al Dios vivo y aprendí que Él tiene el control, es poderoso y tiene un propósito en mi vida”, dijo Bat-Ulzii.
Ayudar a otros a encontrar un propósito
Al regresar a Mongolia, Bat-Ulzii y su madre comenzaron a asistir a una iglesia local y a crecer en su fe. Con el tiempo, varios familiares y amigos también decidieron seguir al Señor.
“Dios cambió a toda mi familia porque vieron cómo Él cambió mi vida”, dijo Bat-Ulzii. “Sabían lo poderoso que es mi Dios”.

Bat-Ulzii agradece a Dios por su familia, pues antes de la cirugía de corazón creía que no viviría lo suficiente para tenerla.
Al compartir su testimonio de cómo obró en su vida física y espiritual durante su adolescencia, Bat-Ulzii desarrolló una pasión por compartir el Evangelio con los jóvenes. Quiere que se den cuenta de que no tienen que esperar a ser mayores para influir en los demás.
En los años transcurridos desde su cirugía, Bat-Ulzii tuvo la oportunidad de reunirse con algunos niños mongoles que se preparaban para sus cirugías con Children’s Heart Project, y con sus padres. Les dio consejos y su propia vida fue de consuelo al ver los resultados de la cirugía en él. También ha sido voluntario como profesor de Biblia en los campamentos para niños que las iglesias de Mongolia organizan como seguimiento para quienes se han sometido a cirugía a través de nuestro proyecto.
Bat-Ulzii sirvió como pastor de discipulado de una iglesia en la capital de Mongolia, Ulaanbaatar, durante varios años antes de asistir a un seminario en los EE. UU. para continuar su educación.

Como pastor de discipulado en Mongolia, Bat-Ulzii anima a los jóvenes a aprovechar las oportunidades para compartir su fe.
Bat-Ulzii, un padre casado con tres hijos, agradece a Dios por la familia que nunca pensó que llegaría a tener y espera con ansias el próximo capítulo de su servicio a Dios.
“Soy fruto de este ministerio”, dijo Bat-Ulzii, de Samaritan's Purse y su Children’s Heart Project“. Quiero compartir esperanza. Sé lo difícil que es perder la esperanza. Yo no la tenía. Ahora, tengo un propósito y una fe plena en Dios”.
Ora por Bat-Ulzii y su familia mientras se gradúa del seminario y exploran su futuro. Pidamos por el personal del Children’s Heart Project y las iglesias anfitrionas que comparten la esperanza eterna de Jesucristo con los pacientes del proyecto y sus familias.

Bat-Ulzii y su familia recorren la sede de Samaritan's Purse en Boone, Carolina del Norte, que organizó Cindy Bonsall, directora de Children’s Heart Project.
Children’s Heart Project organiza cirugías cardíacas para niños con cardiopatías de Mongolia, Uganda y Bolivia, donde la cirugía no es fácil de conseguir. Proporcionamos transporte y alojamiento en colaboración con iglesias anfitrionas locales en Norteamérica, Gran Caimán, Corea del Sur y España, donde los hospitales colaboradores ofrecen sus servicios sin costo alguno para las familias.
