Cuando un alumno de La Gran Aventura en Panamá se enfermó, su maestro le llevó las lecciones del discipulado al hospital. Hoy, él enseña a otros el mismo curso bíblico.
Convaleciente en una cama de hospital en la ciudad de Panamá (Panamá), a Maykel solo le quedaban unos días de vida; o eso fue lo que los médicos anunciaron a sus padres cuando le informaron sobre su leucemia de etapa 3.
Hacía poco que su precioso hijo de solo 11 años había escuchado el Evangelio de Jesucristo al recibir una caja llena de regalos de Operation Christmas Child en su tierra, en la provincia centro-occidental de Veraguas. Cuando Maykel le entregaron su caja repleta de juguetes y otros artículos divertidos, también abrió su corazón al regalo eterno de la salvación. Como el primer miembro de su familia en seguir a Cristo, la fe firme de Maykel influyó en su madre, quien comentó: “Él no tiene miedo de morir, y cree que Dios lo sanará”.

Como consecuencia de escuchar el Evangelio cuando recibió su caja de regalos, Maykel fue el primero de toda su familia en creer en las Buenas Nuevas de Jesucristo.
Siguió creciendo en la Palabra de Dios
Maykel se enfermó poco después de comenzar el curso de discipulado La Gran Aventura , en Veraguas, la única jurisdicción panameña que se extiende hacia los océanos Atlántico y Pacífico. Lo llevaron a un establecimiento médico local, donde descubrieron que tenía la hemoglobina sumamente baja. El personal médico, al no tener la capacidad de tratar la gravedad de su condición sanguínea en su misma localidad, apresuró el traslado de Maykel a un centro especializado ubicado a cuatro horas de distancia, en la capital.

Maykel batalló valientemente contra la leucemia, sin miedo a morir, porque sabía que tenía la vida eterna en Jesucristo.
Pese a todo, su instructor, Bolívar Santos, no dejó que Maykel se perdiera ni una sola de las 12 lecciones bíblicas del curso. Conectándose a través de videollamadas o visitándolo personalmente en el hospital, el maestro voluntario capacitado en La Gran Aventura continuó ayudando a Maykel a aprender de la fe en Jesús, crecer en ella y compartirla, aun mientras atravesaba la quimioterapia.
Luchar por la vida
Contra todos los pronósticos, Maykel dejó el hospital apenas 15 días después de haber sido internado. Su salud mejoró, pero tuvo una recaída a los cuatro días, que lo hizo regresar a atención para pacientes hospitalizados.

antos continuó enseñándole a Maykel las lecciones de La Gran Aventura , incluso mientras se sometía a la quimioterapia.
Con un fervor renovado, los padres de Maykel, su pastor y su maestro se unieron para orar por su salud.
Después de otros 22 días de tratamientos largos y dolorosos, Maykel volvió a salir del hospital, pero con el diagnóstico desalentador de que, con el tiempo, su enfermedad acabaría por cobrarse su vida.
Multiplicando creyentes
Aunque estaba débil, Maykel regresó a casa, en Veraguas, confiando en que Dios haría un milagro. Sus amigos, su familia y la iglesia siguieron acompañándolo en oración por su salud ¡y, poco a poco, Maykel empezó a mejorar!
Dios contestó devolviéndole la salud al cuerpo de Maykel, al punto que él pudo participar de su ceremonia de graduación de La Gran Aventura. Junto con sus compañeros, se puso de pie y les contó a sus amigos y familiares cómo el Señor, principalmente, le había dado la vida eterna, ¡y sus padres también tomaron la decisión de aceptar a Cristo como su Salvador personal!
Al poco tiempo, Maykel completó la capacitación para poder enseñar La Gran Aventura junto con Santos, y ayudar en el discipulado a otros niños y niñas para que sigan a Jesucristo.

Ahora, Maykel enseña por sí mismo las clases de La Gran Aventura a otros niños y niñas que recibieron una caja de regalos.
Durante la escuela secundaria, Maykel siguió creciendo, sano y fuerte, y manteniendo un promedio académico de 4.8, una calificación casi perfecta.
Ahora, a los 27 años, Maykel dirige sus propias clases del programa La Gran Aventura . Acompañado de su familia y del liderazgo local de Operation Christmas Child, camina muchas horas por las comunidades cercanas, compartiendo el amor de Jesús, repartiendo las cajas de regalos e invitando a los niños a continuar con el discipulado. También sigue sirviendo a su iglesia local a través de su participación en el grupo de alabanza.

Bolívar Santos (derecha) y Maykel (centro) celebran la fidelidad de Dios en su recorrido junto con Iván Solórzano, el director regional de Operation Christmas Child para América Latina Norte.
Alabado sea Dios por los fieles maestros de La Gran Aventura como Santos, y porque la enfermedad no se apropió de la influencia de Maykel en el reino de Dios. Por favor, ora para que las clases de discipulado que dirigen estos hombres continúen dando muchos frutos.
