La construcción de una iglesia en Alaska abre nuevas puertas en la Última Frontera

octubre 14, 2025 • United States

El presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, se sumó al personal y a los voluntarios para dedicar el proyecto de este año de la construcción de una iglesia en Alaska.

Los vehículos todo terreno traquetearon en el ripio del estacionamiento cuando las familias provenientes de Port Alsworth, Alaska, y de las comunidades vecinas llegaron con el sol naciente. Los niños soltaron las manos de sus padres para corretear alegremente por las salas recién terminadas.

Franklin Graham en su encuentro con el pastor Luke Wegner.

Franklin Graham en su encuentro con el pastor Luke Wegner.

El 12 de octubre, vecinos, amigos y familiares se abrazaron en el vestíbulo; luego, lentamente buscaron sus asientos en la Iglesia Bíblica Lake Clark, donde se reunieron con el personal y los voluntarios de Samaritan’s Purse para los servicios dominicales en el primer espacio dedicado de la congregación, en la remota comunidad de Alaska.

“Esto se trata de compartir el Evangelio; se trata de llevar el Evangelio del Señor Jesucristo a los confines de la Tierra, es decir, a Alaska”. —Franklin Graham

Eric Wardell, un diácono longevo, comenzó la dedicación compartiendo los primeros versículos en la historia del edificio nuevo:

“Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos del pueblo elegido y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor” (Efesios 2:19-21).

Mientras el grupo se sumaba a una canción, los niños corrían entre los pasillos y los bebés lloraban en el fondo, para disgusto de sus padres; signos de una iglesia dinámica y pujante.

  • El encargado del proyecto, Russ Richardson, ora por el pastor Luke después de entregarle las llaves del edificio nuevo.
    El encargado del proyecto, Russ Richardson, ora por el pastor Luke después de entregarle las llaves del edificio nuevo.

El presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham , animó a la congregación en su ministerio evangelístico.

“La única esperanza para Alaska es la iglesia. Y si pueden hacer que la mejor edificación de la comunidad sea la iglesia, entonces se convierte en un faro para la gente. De eso se trata todo esto: se trata de compartir el Evangelio; se trata de llevar el Evangelio del Señor Jesucristo a los confines de la Tierra, es decir, a Alaska”, dijo Graham. “Simplemente, quiero darle gracias a Dios por permitirnos este privilegio de trabajar aquí, en Alaska. Estamos agradecidos; alabamos a Dios, y a Él le damos la gloria”.

Un edificio nuevo para la gloria de Dios

Durante 19 semanas, alrededor de 400 voluntarios provenientes de 38 estados se pusieron las camisetas anaranjadas de Samaritan’s Purse para trabajar en la construcción del nuevo edificio, que incluye el santuario con capacidad para 200 personas, guardería, cocina, espacios de oficina y un salón multiuso para estudios bíblicos, actividades de los jóvenes y otras numerosas reuniones.

Fue el primer servicio religioso en el edificio nuevo.

Fue el primer servicio religioso en el edificio nuevo.

Luke Wegner, el pastor principal de la iglesia desde el 2019, dijo que el nuevo edificio de la iglesia les da una mayor libertad y la oportunidad para el ministerio durante todo el año.

“Con esa libertad vienen el entusiasmo y la responsabilidad”, dijo. “Ahora la pregunta es: ‘¿Qué más podemos hacer?’”.

Durante muchos años, la iglesia y sus casi 120 miembros alternaron entre reunirse en un gimnasio al aire libre en el verano (donde el viento, los insectos y las condiciones climáticas extremas a menudo interrumpen los servicios), y reunirse dentro de la capilla del campamento bíblico local en los meses más fríos.

“Era difícil mantener la atención de la gente cuando los aviones pasan volando y constantemente estás quitándote los insectos a manotazos”, dijo el pastor Wegner, quien relató la dificultad de organizar “eventos juveniles u otras actividades para que hiciera la iglesia porque no teníamos nuestro propio edificio”.

La culminación de la Iglesia Bíblica Lake Clark celebra nuestro trigésimo sexto proyecto de construcción en Alaska desde que comenzó el trabajo en 2006. La mayoría de los proyectos son casas de adoración en poblados indígenas de Alaska inaccesibles por carretera. Estas estructuras construidas por los voluntarios cubren las demandas de los inviernos duros en lugares que van desde pueblos de pescadores a lo largo del Mar de Bering, hasta aldeas remotas en el interior profundo del monte alaskeño.

Corey Lynch, director de Proyectos Alaska, enfatizó la importancia de que haya estructuras perdurables en Alaska.

Corey Lynch, director de Proyectos Alaska, enfatizó la importancia de que haya estructuras perdurables en Alaska.

“En Alaska hay unos 250 pueblos en medio de la nada, y todos están fuera de la red de carreteras; solamente se puede llegar a ellos por barco o avión”, dijo Corey Lynch, director de los proyectos de Samaritan’s Purse en Alaska. “Por lo tanto, Samaritan’s Purse tiene el objetivo de construir una iglesia o un centro comunitario en cada uno de ellos, para que el mensaje del Evangelio se difunda y para que las personas tengan un lugar donde ir, especialmente en el rigor del invierno, a adorar al Señor”.

Port Alsworth, situado cerca del Parque Nacional Lake Clark, es también donde Samaritan’s Purse tiene la sede de nuestro ministerio Operation Heal Our Patriots, durante los veranos, en el Samaritan Lodge Alaska, para ofrecer retiros de enriquecimento matrimonial con base bíblica para los veteranos y sus cónyuges.

Construida para el ministerio y los inviernos de Alaska

“Nunca he visto tanto bullicio”, dijo Corrine Ledford, administradora local de correos y madre de 10 hijos, que desde hace 19 años considera a Port Alsworth su hogar. “Es más grande. Es mejor. Y es mucho más cómoda, comparada con el lugar donde nos reuníamos antes”.

Corrine creció en una aldea nativa alaskeña cercana que se llama Egegik. Ella conoce la necesidad urgente que tiene Alaska de una fuerte presencia de la iglesia. Sabe que la Iglesia Bíblica Lake Clark debe cumplir una función en esa misión.

Los voluntarios completaron con devoción los últimos retoques durante los días previos a la celebración.

Los voluntarios completaron con devoción los últimos retoques durante los días previos a la celebración.

“Port Alsworth ahora sirve como plataforma de lanzamiento para que las personas vayan a los pueblos vecinos”, dijo ella. “La situación está empeorando en los montes. Hay muchos suicidios y depresión, pero tengo la esperanza y oro para que seamos más los que nos congreguemos y oremos, y también para que vayamos a otros pueblos y pasemos tiempo con ellos, para animarlos con la Palabra de Dios”.

Port Alsworth tiene aproximadamente 175 habitantes permanentes; sus dos aeródromos lo convierten en un centro local (y un faro del Evangelio) para las comunidades de los alrededores.

“Realmente, nunca ha habido un lugar para que el cuerpo de la iglesia se reuniera sin tener que hacer otros arreglos y ahora, con esta iglesia, podemos incorporar a otros”, dijo Sonnet Smith, también madre de 10 hijos, que nació y creció en Port Alsworth. Ella y su esposo, Andy, están muy entusiasmados por el espacio dedicado a los niños que tiene el edificio nuevo.

“Es hermoso saber que [los niños] tendrán opciones y oportunidades de experimentar a Jesús de maneras diferentes”, continuó. “Y hasta para que las madres se reúnan para tener comunión mientras los chicos están por ahí”.

Como sucede con todos nuestros proyectos de construcción en Alaska, la Iglesia Bíblica Lake Clark está construida para que dure por generaciones.

Volunteers and staff enjoy the fruits of their labor and pray for spiritual fruit after many weeks of work.

Los voluntarios y el personal disfrutan los frutos de su labor, después de muchas semanas de trabajo, y oran por el fruto espiritual en un futuro lejano.

La estructura revestida de acero requirió de 1 600 000 libras (unos 726 000 kilos) de cemento para completar sus cimientos de profundidad extra. Las paredes gruesas, el aislamiento de alto valor R y los casi tres kilómetros de tuberías hidráulicas para subsuelo fueron instalados para mantener el calor y reducir los costos de energía durante los gélidos meses del invierno.

“Esto aguantará cualquier cosa que Alaska le lance. El edificio no solo es un espacio seguro para que vengan los cristianos, sino para que todos puedan capear una tormenta de las que Alaska puede generar”, dijo el supervisor de la construcción, Russell Richardson, quien conoce cómo impactan en el ministerio los proyectos en el interior de Alaska. “Obviamente, todo comienza con un edificio, pero lo que buscamos es lo que sucede en el alma de la persona… Yo espero que reciban el regalo del Espíritu Santo. Se trata de quitar ese corazón de piedra y reemplazarlo con un corazón de carne”. Eso es lo que transformará las vidas”.

Voluntarios que sirven a los alaskeños en el nombre de Jesús

Arraigado en cada iglesia construida en Alaska está el “capital generado por el esfuerzo” provisto por el ejército de voluntarios consagrados de Samaritan’s Purse.

“La potencia que hay debajo de esta máquina es el trabajo de los voluntarios”, dijo Luther Harrison, el vicepresidente de North American Ministries de Samaritan’s Purse. “Una de las mejores partes de los programas que realiza Samaritan’s Purse en América del Norte es ver un edificio construido donde se proclamará la Palabra de Dios. Como somos enviados, siempre servimos en el nombre de Jesús”.

Luther Harrison, vice president of North American Ministries at Samaritan's Purse, has done STUFF since the first thing in Hooper Bay.

Luther Harrison, el vicepresidente de North American Ministries de Samaritan’s Purse, ha visto el obrar de Dios a través de muchos proyectos de construcción en Alaska desde nuestra primera obra en Hooper Bay, en el año 2006.

“Una de las mejores partes de los programas que realiza Samaritan’s Purse en América del Norte es ver un edificio construido donde se proclamará la Palabra de Dios”. —Luther Harrison

Diane Owens, una voluntaria que vino desde Harbinger, Carolina del Norte y que estuvo presente en la dedicación, describió sus últimos días de trabajo mientras la iglesia se preparaba para abrir sus puertas. Caminaron por los jardines de la iglesia y oraron por el edificio, por la guardería donde los niños aprenderán la Biblia, e incluso por las puertas delanteras.

Relató que tocó cada silla del santuario y oró por cada alma que se sentará en ellas los domingos a la mañana y que escuchará predicar la Palabra de Dios.

“Oro para que esas personas amen a Jesús y lo lleven a todas partes”, dijo Diane.

Ora por los corazones de todos aquellos que entren por las puertas (y se sienten en las sillas del santuario), de la Iglesia Bíblica Lake Clark, en Alaska, y para que el Evangelio se extienda más allá de sus paredes, hacia la región.

Voluntarios y personal reunidos para orar por el edificio de la iglesia recién terminado.

Voluntarios y personal reunidos para orar por el edificio de la iglesia recién terminado.

APOYO
Proyectos Alaska El personal de Samaritan's Purse y los colaboradores del ministerio trabajan para llevar ayuda práctica y las Buenas Nuevas de Jesucristo a los pueblos nativos de Alaska y de las regiones aledañas.

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