Aunque todavía se está recuperando de la tragedia del 7 de octubre, un pastor colabora con Samaritan’s Purse para ayudar a su comunidad.
Un pastor recuerda bien ese día. Él, su esposa y sus dos hijos despertaron por el sonido de las sirenas y escucharon balazos fuera de la ventana de su departamento. Oraron juntos, pero aun así, su hijo menor empezó a llorar. Le siguió más fuego de artillería y vieron a militantes de Hamás pasar. Estos terroristas mataron de manera trágica a algunos de sus vecinos, mientras que el pastor y su familia se escondieron en su departamento durante tres días hasta que terminó el ataque.
“Dios, protege a Israel. Dios, protege a la ciudad de Sion”.
El pastor nos contó cómo ha guiado a sus hijos durante ese tiempo difícil:
“Les enseñamos a orar por Israel, por otras personas y no solo ellos mismos, porque cuando oran: ‘Dios, protégenos, protégenos’ su enfoque está en el miedo. Cuando oran por la protección de otras personas también la recibirán, pero no se enfocarán en el miedo.
Son pequeños héroes para nosotros. Así que, esta es nuestra oración: Dios, protege a Israel. Dios, protege a la ciudad de Sion”.
Alcanzar a otros
Aunque los ataques se llevaron a cabo hace meses, la vida todavía no regresa a la normalidad en su comunidad en Sderot, ubicada al este de la frontera de Gaza. Las personas que tenían trabajos antes que empezara la guerra, hoy están en casa, pero no tienen manera de proveer para los suyos pues la guerra continúa.
El pastor colabora con Samaritan’s Purse para llevar paquetes de comida y otra ayuda a la gente de su comunidad. También paga la renta para las familias que se quedaron sin trabajo por causa de la guerra.
Aun así, su congregación sigue en duelo. Casi todos conocen a alguien que murió o resultó herido el 7 de octubre.
“Oren por los residentes de Sderot”, dice el pastor. “Oren por los residentes de Gaza”.