La donación de equipamiento médico hecha por Samaritan's Purse ayuda a salvar la vida de un niño en África.
Como cirujano general durante los últimos diez años en República Democrática del Congo, el Dr. Warren Cooper ha realizado operaciones de todo tipo y complejidad. Eso abarca todo: desde reparar huesos fracturados hasta craneotomías. Sin embargo, uno de los procedimientos más difíciles que ha realizado en el Hospital de Nyankunde implica la extracción de objetos extraños que fueron tragados y quedaron atrapados en las vías respiratorias de una persona.
El hospital de Nyankunde sirve a la necesidad fundamental del pueblo de República Democrática del Congo.
El problema es común sobre todo en los niños pequeños, a quienes naturalmente les gusta llevarse objetos a la boca. Un objeto del tamaño equivocado puede traspasar las cuerdas vocales y atascarse en la tráquea.
“Se trata de una situación espantosa y, si no se maneja adecuadamente, el niño puede morir”, dijo el Dr. Cooper. “Siempre es una pesadilla estresante. Muchas veces, me veo obligado a hacer un corte en la tráquea y tratar de sacar a ciegas el objeto”.
El desafío es aún mayor en los hospitales misioneros con recursos insuficientes, donde no están disponibles los instrumentos que se consideran equipamiento común en el Mundo Occidental. Samaritan’s Purse mantiene un depósito de suministros médicos desde el cual enviamos los suministros que conseguimos o que son donados hacia docenas de nuestros hospitales misioneros asociados en todo el mundo.
La diferencia del instrumento adecuado
Este año, durante una visita a Samaritan’s Purse, Cooper habló sobre algunas de las necesidades de equipamiento del hospital de Nyankunde. Un broncoscopio rígido pediátrico era uno de esos instrumentos.
Menos de dos semanas después de regresar a la República Democrática del Congo, el médico enfrentó una situación crítica en la cual se necesitó el broncoscopio. Un niño de cuatro años había sido ingresado en el hospital. Sumamente preocupados, sus familiares explicaron que el niño, llamado Baraka, estaba caminando hacia su casa unos días antes cuando comenzó a toser y a atragantarse. Primero lo llevaron a un hospital cercano a su comunidad. Al no poder diagnosticar qué estaba mal, el centro médico lo transfirió a Nyankunde.
Cuando Baraka llegó, los doctores descubrieron que su pulmón izquierdo estaba completamente bloqueado. Le costaba respirar y tenía fiebre alta.
El pequeño fue trasladado a la sala de operaciones y preparado para una cirugía de emergencia. Cooper insertó el broncoscopio nuevo por la garganta del niño hasta sus pulmones. La imagen de la cámara reveló que había un objeto plástico firmemente atascado en el bronquio izquierdo.
El broncoscopio era precisamente la herramienta médica que el Dr. Warren Cooper necesitaba para operar a Baraka.
Cooper intentó sujetar el objeto con fórceps. Cada vez que la tocaba, una chorrera de pus salía del pulmón infectado.
“Ahora bien, lo único por hacer era extraer todo el aparato y esperar que el objeto saliera. Yo sabía que posiblemente no tendría una segunda oportunidad”, dijo Cooper. En ese momento, oras. Realmente, es una situación de vida o muerte”.
Cuando él sacó el broncoscopio, en el extremo de la pinza había un taponcito plástico que parecía la tapa de una lapicera.
“Con el instrumento adecuado, algo imposible se hizo posible”.
“Todo el mundo en la sala suspiró aliviado”, recordó Cooper. “Con mis técnicas anteriores, sé que no habría logrado sacarlo. Lo más probable es que ese niño habría muerto. Con el instrumento adecuado, algo imposible se hizo posible”.
Dios usó al Dr. Warren Cooper para salvar la vida del pequeño Baraka.
El padre de Baraka también expresó su inmenso alivio cuando Cooper le mostró el objeto que había llevado a su amado hijo al borde de la muerte. Juntos alabaron a Dios y le dieron las gracias por el milagro de salvar su vida.
“Solo puedo dar gracias a Samaritan’s Purse y a World Medical Mission por cómo han sostenido a este hospital mediante el equipamiento y los suministros. Estas donaciones ayudan a salvar vidas, y a nosotros nos posibilitan predicar las Buenas Nuevas”, dijo Cooper.
“Este broncoscopio continuará siendo un testimonio de la gloria de Dios”.
EL EQUIPO BÁSICO DE DIAGNÓSTICO, COMO RAYOS X Y LAS MÁQUINAS DE ULTRASONIDO por lo general están en poca demanda en hospitales misioneros remotos. La única alternativa pueden ser máquinas de modelos antiguos y que no funcionan con frecuencia. Las partes de remplazo son difíciles de encontrar. Samaritan’s Purse ayuda a estos lugares con equipo y medicinas, jeringas, vendas y otros suministros que permiten que los médicos den cuidado de calidad a sus pacientes. Nuestro equipo de técnicos biomédicos viaja a estos lugares para instalar y dar mantenimiento a este equipo. Tu donación de $25 nos ayuda a salvar ficas y presentar oportunidades a nuestros pacientes para experimentar sanidad espiritual mediante Jesucristo.
