Samaritan’s Purse está suministrando a escuelas y hogares al oeste de la provincial de Pailín filtros de agua para prevenir las enfermedades y mejorar la calidad de vida de muchas personas.
¿De qué sirve un entorno hermoso si no se tiene acceso al agua potable? Verdes colinas onduladas y montañas pintorescas rodean a los camboyanos de la provincia de Pailín, en la frontera con Tailandia, pero sus fuentes de agua potable a menudo están contaminadas por bacterias como la Escherichia coli. Es por eso que, a lo largo del año pasado, Samaritan’s Purse proveyó filtros de agua que suministran agua potable para nueve escuelas y 2500 familias del país del Sudeste Asiático.
Una escuela primaria, que consta de 200 alumnos cuyas edades van desde el jardín de infantes hasta sexto grado, solían depender de una perforación de agua de 8 metros de profundidad. Pero el agua que sacaban de esta fuente solía causar problemas gastrointestinales a los alumnos y a los maestros, lo cual provocaba que faltaran a clase.
Samaritan’s Purse se asoció con la escuela para instalar un filtro grande. Gracias a la gravedad, la gravilla, la arena y algunas válvulas y cañerías, este filtro elimina de manera natural cualquier bacteria que haya en el agua. Contiene 10 grifos para acceder al agua apta para el consumo humano y, de esta manera, brinda a la escuela una solución tanto para los docentes como para los alumnos, para que dispongan de más tiempo para la educación.
“Antes de este proyecto, yo solía tener diarrea luego de beber el agua sin tratar que sacaba de la perforación de la escuela, lo cual hacía que faltara a clases y afectaba negativamente en mis notas”, dijo una alumna llamada Ratana. “Ahora, todos los días bebo agua de filtro [de la escuela], y además tenemos un filtro de bioarena más pequeño en casa. Nos encanta el agua potable de estos filtros que hay en la escuela y en casa”.
Saciamos la sed de los estudiantes con el Agua Viviente
Samaritan’s Purse también imparte una capacitación en prácticas de saneamiento e higiene, que el filtro aumenta con su estación de lavado de manos creada gracias a tres grifos adicionales. Ahora, los alumnos y los docentes se lavan las manos con jabón y se las enjuagan después de ir al baño y antes de comer, lo que reduce enfermedades y dolencias.
“Estamos sanos y fuertes”, dijo Ratana. “Mis amigos y yo no hemos faltado a la escuela desde que instalaron el filtro, y mis notas han mejorado. Gracias, Samaritan’s Purse, por darle a nuestra escuela esta excelente tecnología para el tratamiento del agua”.
Y lo que es más importante: Dios usó a nuestro equipo para darles a conocer a Ratana y algunos de sus amigos el Agua Viviente, Jesucristo, y desde entonces lo han aceptado como su Señor y Salvador.
Más salud a través de la higiene
En otra escuela primaria de la misma provincia, Samaritan’s Purse suministró un filtro similar con una capacidad de 1000 litros de agua, así como dos grandes tanques para recolectar agua de lluvia, que pueden almacenar hasta 10 000 litros. Como ayuda adicional para el saneamiento de la escuela, también proporcionamos un incinerador grande para quemar la basura.
Instruimos en prácticas de aseo a los alumnos, incluido el control de la higiene menstrual para las niñas de los grados más avanzados. También facilitamos filtros más pequeños de bioarena para los hogares de los alumnos, que funcionan con la misma tecnología natural de los filtros grandes.
Una alumna de la escuela, Ju, es la segunda de tres hijos de una familia de granjeros. No conocía bien las prácticas sanitarias adecuadas y, como consecuencia, solía enfermarse. Por medio de la capacitación de Samaritan’s Purse, aprendió a lavarse las manos periódicamente, particularmente, durante su ciclo menstrual.
Su maestra dijo: “Ju se mostró muy interesada cuando se sumó al programa y aprendió sobre higiene y saneamiento”.
Hoy en día, está más saludable y se lo atribuye a la capacitación que le dio Samaritan’s Purse.
“Me encanta el sistema de agua que hay en la escuela y en mi casa”, dijo.
Transformar la vida diaria de una familia
Sida, su esposa Dara y sus cuatro hijas menores viven al oeste de Camboya, en una casa de madera de 5x4 m, con techo y parades de chapa. Sida trabaja como agricultor y peón, recolectando anacardos y cosechando mandioca, pero estos empleos estacionales por los que cobra por día un promedio de entre 30 000 a 50 000 rieles camboyanos ($7.50 a $12.50 dólares estadounidenses), apenas alcanzan para mantener a su familia de seis personas.
La familia solía recolectar agua del río local, que estaba lleno de contaminantes y provocaba enfermedades a sus hijas. Además, su hija menor a menudo contraía la fiebre del dengue. Durante la temporada seca, que se extiende de febrero a junio, o incluso hasta septiembre, el río se secaba rápidamente, de manera que recurrían a comprar este recurso esencial a un camión cisterna. Sin embargo, esto costaba más de la mitad de sus ingresos totales, pero ellos creían que no tenían ninguna otra opción para sobrevivir.
Samaritan’s Purse le entregó a esta familia preciosa uno de los 31 000 filtros domésticos de bioarena que hemos instalado en Camboya durante los últimos 17 años. También cavamos una perforación cerca de su casa, la cual les permite recolectar agua gratuitamente cada vez que la necesitan. Además, capacitamos sobre higiene segura a las familias de su aldea, para que puedan abandonar el hábito que tienen de defecar al aire libre en los campos y, en cambio, usen la letrina que les hemos provisto.
Sida y su familia agradecen a Samaritan’s Purse por todas estas inversiones en su salud y su higiene. Actualmente, sus hijas asisten con mayor frecuencia a la escuela, y el dinero que ahorran por no tener que seguir comprándole agua al camión cisterna está fortaleciendo la economía familiar.
While working in their village, Samaritan’s Purse staffers shared the Gospel with Sida and Dara. Please pray that they would embrace the eternal hope of salvation.
Pray for others, like Ratana and her friends, that they would be discipled well in their new faith, growing in the grace and knowledge of the Lord Jesus Christ.