Samaritan’s Purse continúa su inversión a largo plazo en esta isla a través de las cajas de regalos de Operation Christmas Child y nuestro programa de discipulado La Gran Aventura.
San Andrés, en Granada, se conoce localmente como la Gran Parroquia porque es la más grande de las seis en las islas de las Indias Continentales, y es la única que comparte frontera con las otras cinco. También se le llama la canasta de pan de la nación, debido a su historia agrícola. La mayoría de las diversas cosechas de la isla crecen aquí y la gran mayoría de agricultores viven en la región. Pero a pesar de sus vastos recursos, abunda la pobreza, así como el crimen, el uso de drogas, las apuestas y las familias con un solo padre.
“Muchos de los niños que viven aquí sufren de descuido emocional y social”, dijo Dian Ambrose, un voluntario de Operation Christmas Child que sirve con la iglesia local La Casa del Señor. “La mayoría no tiene padre o madre”.
Una niña en San Andrés sonríe después de recibir su caja de regalos.
Pero el gozo reinó una mañana de sábado a principios de este año en la comunidad La Fillete de San Andrés cuando 60 niños se sentaron bajo la sombra de tres tiendas en un parque al aire libre. Todos rieron cuando abrieron sus cajas llenas de regalos.
“¡Este es el mejor día de mi vida!”, gritó el pequeño Joshua cuando destapó su caja, desde su lugar en la primera fila. Al ver adentro, descubrió un par de binoculares, un tren de madera, algunos útiles escolares y otros tesoros. No pudo decidir qué le gustaba más. “Lo que más me gusta es todo lo que hay en la caja”.
Dian dijo que tener Operation Christmas Child en San Andrés es muy importante para los niños. “No hay mucho futuro para estos niños pues nadie se enfoca en ellos”, dijo. “Amo ver cómo se divierten y se sienten apreciados. Y aprenden sobre la salvación en Cristo, lo que es transformador y edificante. Además, los regalos hacen un gran impacto en sus mentes y les ayudan a recordar este evento de por vida. Pero lo que más me emociona es cuando empieza La Gran Aventura”.
Las niñas en Granada leen el librito de La Gran Aventura que recibieron en sus cajas.
La Gran Aventura es un curso de discipulado de doce lecciones para los que reciben las cajas. Con la ayuda de un maestro capacitado, los participantes leen historias bíblicas para aprender más sobre Jesús y cómo pueden tener una relación personal con Él y compartirlo con su familia y amigos.
Saturar cada parroquia con el Evangelio
Eventos evangelísticos similares se llevan a cabo en San Andrés como una parte del plan de siete años para entregar cajas de regalos y compartir el Evangelio con los niños en cada parroquia, y las islas cercanas de Carriacou y Petite Martinique. Cada año, una parroquia diferente recibirá las cajas. Cuando se complete el procedimiento, el ciclo empezará de nuevo.
“Queremos saturar cada parroquia con el Evangelio. Por eso vamos una parroquia a la vez”, dijo Francine Foster, la coordinadora nacional del discipulado para Granada. “Granada tiene una población joven con más del 60 porciento debajo de los 35 años, así que es imperativo que el Evangelio llegue de una manera comprensible. Creemos que Dios hará una multiplicación masiva en Granada”.
Para alcanzar a los más niños posibles, Francine y nuestros colaboradores fueron a cada puerta para conocer a los padres e invitar a los niños a los eventos. Francine dijo que conectar con los padres es esencial.
John Brathwaite pastorea la iglesia Grand Bacolet Bible Holiness donde se hizo un evento evangelístico.
John Brathwaite, pastor de la iglesia Grand Bacolet Bible Holiness, donde se realizó un evento, está de acuerdo. Cree que las cajas de regalos abren las puertas a un ministerio futuro con los padres.
“Llegar a los niños aquí es complicado”, dijo. “Sus padres son un impedimento. Pero cuando su hijo regresa con una caja llena de regalos y ven la bondad que se mostró a sus hijos, se impresionan. Como dicen las Escrituras, ‘la bondad quiere llevarte al arrepentimiento’” (Romanos 2:4).
Empoderamos a la iglesia local
Vanessa Rachae, la coordinadora local, anima a los que van a empacar cajas en los Estados Unidos y otros países a ver más allá de los regalos y ver cada caja como una oportunidad para compartir el amor de Cristo con un niño. Esto puede llevar a alcanzar comunidades enteras con el Evangelio.
“Las cajas empoderan a las iglesias locales a expandir su alcance en sus comunidades”, dijo. “Crean una puerta abierta en sus hogares”.
Una niña muestra sus nuevos accesorios de la caja de regalos, y aunque hace mucho calor no se quiere quitar los guantes ni el gorro.
Y todo comienza con una sencilla caja de regalos, no solo empacada con regalos, sino con oración.
“La oración es tan importante para alcanzar niños en Granada”, dijo Francine. “No
Por favor, ora por nuestros equipos que comparten las Buenas Nuevas de Jesucristo con los niños en Granda y por los muchos niños que invitarán a Cristo para ser su Señor y Salvador.
