Los voluntarios de Samaritan's Purse ayudan a la recuperación de los residentes trozando árboles caídos, emparchando techos y limpiando el barro de las casas en el condado de Brazoria, Texas.
El huracán Beryl azotó el sureste de Texas en las primeras horas del lunes 8 de julio, trayendo vientos de tornado y descargando oleadas de lluvia a la zona. Luego de que la tormenta arrasara el Caribe y la península de Yucatán, las aguas cálidas del Golfo recargaron su fuerza y la enviaron formando un feroz espiral hacia Texas, como un huracán de categoría 1.
Sin embargo, Beryl no llegó como la habitual tormenta de categoría 1, según los sobrevivientes. El huracán lanzó lluvias torrenciales que inundaron muchas comunidades de Texas con más de 30 centímetros de agua.
Cere Muscarella es el pastor principal de Life Foursquare Church, la iglesia que acogió a los equipos de U.S. Disaster Relief de Samaritan’s Purse en el 2016. Él remarcó que Beryl fue inesperadamente fuerte para la gente de la región. Luego dijo: “Por aquí pasó arrasando; todavía no sabemos cuál fue realmente la velocidad de los vientos. Pero el daño fue muy superior a uno de categoría 1. Cuando nos levantamos a la madrugada, con la luz del amanecer, era como una zona de guerra”.
El lunes a la noche, luego de que pasó la tormenta, el pastor Cere recibió una llamada de Todd Taylor, el director de U.S. Disaster Relief de Samaritan’s Purse. Pudimos responder rápidamente en el condado de Brazoria acompañando a la iglesia Life Foursquare y a los voluntarios, y preparándolos para brindar ayuda humanitaria en el nombre de Jesús para sus vecinos.
El pastor Cere describió la rápida respuesta de Samaritan’s Purse como la “evidencia de la orquestación del Señor” tras el paso del huracán. Hasta ahora, muchos voluntarios han empezado a resolver alrededor de 600 pedidos de ayuda en el condado, transmitiéndoles a los propietarios que no están solos y que Dios se interesa por ellos.
Beryl causa un caos total para los Burch
Los Burch fueron apenas una más de las muchas familias a las que el poder devastador del huracán Beryl agarró desprevenidas. Tim y Leslie Burch viven en el lago Jackson desde hace 33 años. Han sobrevivido a un huracán tras otro en una zona que es azotada por ellos casi todos los años.
En su propiedad tenían un árbol que también había resistido el mismo paso del tiempo y las tormentas. Este árbol se ha cernido directamente sobre su casa desde que la compraron. Tim contó que pidieron a los trabajadores del servicio de espacios verdes que fueran a verlo, y rechazaron el trabajo por temor a que el árbol cayera sobre la casa. Pero permaneció firme durante los vientos del huracán Ike en el 2008, e incluso contra el huracán Harvey, una tormenta de categoría 4 que devastó Texas en el 2017. Así que allí se quedó y, con el tiempo, Tim y Leslie se olvidaron de sus preocupaciones.
Cuando se enteraron de que el huracán se acercaba a ellos como una tormenta de categoría 1, no se preocuparon. Pero alrededor de las 4 de la madrugada del 8 de julio, ese árbol se vino abajo y aplastó su sala de estar. En ese momento, Tim estaba sentado en otro cuarto de la casa, escuchando cómo la tormenta rugía afuera. Cuando el árbol destrozó las vigas de la casa de los Burch, Tim dijo que el sonido fue como si una bomba hubiera explotado en su casa.
Cuando clareó la mañana, Tim inspeccionó la parte superior del árbol, que estaba metida dentro de su sala, y se desesperó. Tan pronto como fue seguro, un equipo de taladores fue y retiró el árbol de su casa, pero eso no hizo más que destapar el agujero que había en su techo.
La lluvia seguía cayendo libremente en su casa. Tim y Leslie escurrieron el agua hacia afuera, secaron los restos empapados y, luego, contemplaron cómo la lluvia volvía a filtrarse en su hogar. Siguieron luchando por impedir el daño del agua hasta que recibieron de buena gana a Samaritan’s Purse en su casa, apenas unos días después, el 11 de julio.
Lindsey Beacom, la hija de Leslie, es quien llamó a Samaritan’s Purse. Cuando le dijo a su madre que ellos eran prioritarios en la lista de Samaritan’s Purse, a Leslie se le llenaron los ojos de lágrimas de gozo. Uno de nuestros equipos llegó y, de inmediato, la cuadrilla de voluntarios se puso a trabajar para impermeabilizar la casa con lonas y retirar toda el agua restante de adentro. Han despejado las ramas y los troncos y limpiado el barro de la casa para ayudar a los Burch en su recuperación.
Para Leslie y Tim, los voluntarios fueron su contención y con quienes se desahogaron. Uno de esos voluntarios laboriosos fue su hija Lindsey. Ella se acercó a la fe cuando tenía 26 años y ha dado testimonio a su madre y a su padrastro desde entonces. En esta época de necesidad, ella ora para que la respuesta de Samaritan’s Purse los ayude a sentir de manera palpable que el amor de Jesucristo los rodea.
Los voluntarios sirven con un propósito
Desde el 11 de julio, nuestros voluntarios han estado limpiando desechos, talando árboles caídos, emparchando techos y limpiando el barro de las casas del condado de Brazoria. Melinda Osburn, una voluntaria local, aseguró que el simple hecho de tender una mano solidaria trae esperanza a la vida de las personas que sufren, especialmente a los que no conocen a Jesús. Melinda está llena de tristeza por lo que ha sucedido, y ser voluntaria la ha ayudado a aliviar esa tristeza y empezar a sanar el dolor de las personas a quienes está sirviendo.
Jason Frazier, otro voluntario, se hizo eco de ese sentimiento. Como propietario que debió enfrentar una devastación abrumadora luego del huracán Harvey del 2017, Jason entiende que «es completamente diferente saber que existen personas a las que les importas». Jason anima a todo aquel que pueda venir a ayudar.
Samaritan’s Purse ha recibido cientos de llamadas con pedidos de ayuda de parte de las familias del condado de Brazoria, Texas, y necesita más voluntarios como Lindsey, Melinda y Jason para cubrir esas necesidades. Hay un lugar donde tú puedes servir. Además de nuestra labor material, los voluntarios manifiestan el amor de Jesucristo conectándose y escuchando a quienes sufren después del huracán Beryl.
Por favor, ora por las familias afectadas por la tormenta mientras inician el largo camino a la recuperación. Ora para que Dios llame a voluntarios para ayudar en el condado de Brazoria, Texas, en el nombre de Jesús. Ora para que hombres y mujeres escuchen y respondan positivamente al Evangelio.