Samaritan's Purse está construyendo hogares nuevos y reparando los gravemente dañados luego del tornado devastador del enero anterior en Alabama.
“Nadie nos dijo nunca que estaba llegando”, relató Lewis Sharpe (49), refiriéndose al poderoso tornado de categoría EF2 que arrasó la localidad histórica Selma, Alabama, el 12 de enero de 2023. El huracán destruyó o causó daños en cientos de hogares y otras estructuras. “Cuando llegó la alerta de tornado, ya estaba en el lugar. La gente pedía ayuda a gritos. Yo salí por la puerta, miré hacia arriba, y ahí estaba”.
Los vientos fuertes y turbulentos levantaron a Lewis, lo lanzaron al interior de la casa y lo golpearon contra la puerta. Los ladrillos de la iglesia cercana y de otras construcciones volaron disparados como balas a través de las paredes de yeso. Él gateó hacia el baño y se sujetó fuertemente de un pasamano.
“Lo único que le repetía a Dios era que no estaba listo para irme”, dijo Lewis. “Mis pies quedaron colgando en el aire. El tornado desprendió el techo de la casa como si fuera una hoja de papel”.
“Lo único que le repetía a Dios era que no estaba listo para irme”.
La casa de Lewis fue totalmente destruida, así como todas sus pertenencias. Lo que el huracán no destrozó, la lluvia violenta lo arruinó. Se quedó sin nada y sin un lugar dónde ir. Durante el último año, ha vivido en las calles, en casas abandonadas o con cualquiera que lo albergara.
“Ha sido la peor época que pasé en mi vida”, dijo Lewis. “Andar por estas calles. No puedes comer lo que quieres. Usas la misma ropa durante tres o cuatro meses. Quedarte en una casa o en otra, tratando de no molestar a nadie. No es bueno cuando no tienes tu lugar propio”.
Pero el 22 de enero de este año todo eso cambió. Lewis recibió las llaves de una casa nueva de dos habitaciones, completamente amueblada, construida por los voluntarios de Samaritan’s Purse en el lugar donde había estado su casa anterior. Decenas de personas de la comunidad y varios que ayudaron con la construcción asistieron a una ceremonia especial de dedicación.
Totalmente pagada
Luther Harrison, vicepresidente de North American Ministries de Samaritan’s Purse, estuvo presente en la dedicación y le entregó a Lewis una escritura enmarcada mostrando que estaba todo pago: así como la deuda por nuestros pecados ha sido completamente pagada por Jesús, explicó.
“Lo peor que podríamos hacer es construirte esta casa temporal y que luego, un día, te presentes ante el Señor y no tengas un hogar permanente para la eternidad”, dijo Harrison. “La vida es corta. La eternidad será para siempre. Que esto sea un recordatorio de cuánto te ama Dios. Él envió a su pueblo para que lo represente y para darte esta casa”.
“Cuando la tormenta me golpeó, simplemente, me encerró en mí mismo. Ahora, tengo un nuevo hogar y una nueva vida”.
Lewis también recibió de regalo una Biblia de estudio Billy Graham que fue firmada por los voluntarios y el personal de Samaritan’s Purse. Su nuevo hogar fue dedicado a Dios en oración.
“Cuando la tormenta me golpeó, simplemente, me encerró en mí mismo”, dijo Lewis. “Ahora, tengo un nuevo hogar y una nueva vida. Esto me devuelve la esperanza. Nadie hizo nunca algo así por mí. Estoy nuevamente de pie. Les agradezco a todos ustedes”.
Ayudando a un defensor de los derechos civiles
La de Lewis es una de las diez casas que Samaritan’s Purse está construyendo en Selma. También estamos haciendo reparaciones importantes en otras doce casas que fueron fuertemente dañadas por la tormenta. Todo nuestro trabajo debería estar terminado durante febrero de 2024.
Una de las casas estropeadas pertenece al Rev. Benny Tucker (83), que vive enfrente de Lewis. Su casa es conocida localmente como la Casa de la Libertad, porque muchos defensores de los derechos civiles se reunieron y se alojaron allí a mediados de los años sesenta, cuando estaban en Selma presionando para lograr que los afroamericanos consiguieran el derecho a votar. Tucker servía como guardaespaldas de Martin Luther King h. siempre que él visitaba la zona. Y estuvo con King en marzo de 1965, cuando se desarrollaron los trágicos acontecimientos sobre el puente Edmund Pettus de Selma. Cientos de manifestantes intentaron marchar desde Selma hacia la capital del estado, en Montgomery, y la policía los hizo retroceder con cachiporras y gases lacrimógenos.
“Cuando me enteré de que Samaritan’s Purse iba a reparar mi casa, dije: ‘¡Gracias, Jesús! ¡Muchas gracias, Jesús!’”.
Tucker, quien comenzó a predicar a la edad de 19 años, compró la casa en 1985. Cuando el tornado pasó, él estaba sentado en el centro de la ciudad, dentro de su auto. “Se sacudía y no dejaba de temblar”, relató. Cuando luego manejó por su calle, vio que su casa había sido muy golpeada por la tempestad. No sabía qué iba a hacer, así que oró para que alguien lo ayudara.
“Cuando me enteré de que Samaritan’s Purse iba a reparar mi casa, dije: ‘¡Gracias, Jesús! ¡Muchas gracias, Jesús!’. Mira, Dios no tiene manos ni pies. Él usa nuestras manos y pies para ayudar a otros y para edificar Su reino. El trabajo que han hecho estos voluntarios ha sido excelente. Seguramente son bendecidos por el Espíritu Santo”.
Gritar de alegría
A unas calles de distancia de Lewis y Benny, Inetta Taylor (44) y su madre, Alene Scott (79), observan los toques finales que dan en su casa nueva, que fue posible gracias a los generosos donantes de Samaritan’s Purse.
“El tornado destruyó ambas casas nuestras, que estaban una al lado de la otra”, dijo Inetta. “Mi techo desapareció completo. La casa quedó torcida desde los cimientos. La casa de mi mamá se desplomó. El cielorraso y el techo desaparecieron. Se podía ver el cielo desde adentro”.
Inetta estaba en el trabajo cuando llegó el huracán, pero Alene estaba en casa, sentada en un sofá. Oró pidiéndole a Dios que la cubriera. “Y lo hizo”, dijo ella. Recibió algunos rasguños en el rostro por los vidrios que volaron, pero, por lo demás, salió ilesa.
Pronto, su nueva casa estará terminada. No ven la hora de poder mudarse a ella.
“¡Voy a gritar de alegría!”, dijo Alene cuando entró en su nuevo hogar. “Le doy gracias a Dios porque nos cuidó”. Inetta estuvo de acuerdo. “Realmente, somos bendecidas. Samaritan’s Purse es un regalo del cielo. Sigan haciendo lo que el Señor quiere que hagan. Les estamos muy agradecidas”.
Dando la gloria a Dios
De regreso a la casa de Lewis, la ceremonia de dedicación estaba concluyendo. Todos los presentes cantaron al unísono el himno alentador de Fanny Crosby: “A Dios sea la gloria, grandes cosas Él ha hecho”.
“Alaben al Señor, alaben al Señor,
que la tierra escuche Su voz;
Alaben al Señor, alaben al Señor,
que el pueblo se regocije;
Oh, vengan al Padre, a través de Jesús el Hijo,
Y denle la gloria; grandes cosas Él ha hecho”.
¡Amén!