Más de 150 liberianos han recuperado la vista gracias a la misión de cataratas 2024 de Samaritan’s Purse en Monrovia.
Diana (55 años) notó que la vista le fallaba, especialmente, cuando hacía sombreros y camisas al crochet. Le gustaba usar esta habilidad para hacer ropa, la cual había vendido durante años para mantener a sus hijos.
Sin embargo, las sombras que nublaban sus ojos hacían cada vez más difícil su labor minuciosa. Por eso, cuando atendió el teléfono hace unas semanas y escuchó que su hijo le contó la noticia emocionante de que los cirujanos de cataratas de Samaritan’s Purse irían a Monrovia, se llenó de alegría.
“Liberia fue bendecida a través de Samaritan’s Purse, ¡y tenemos que agradecer a Dios por Su bondad!”, dijo después, cuando relató cómo fue el día en que recibió esa llamada.
Una cantidad incalculable de liberianos padece cataratas; algunos a causa del síndrome posterior al ébola; algunos por condiciones médicas subyacentes; algunos por heridas o por la exposición prolongada al sol. En muchos casos, son congénitas.
En el caso de Diana, su discapacidad visual podría atribuirse a muchas cosas. Quizás se debió al estrés psicológico causado por el trauma emocional que sufrió durante los disturbios civiles y el conflicto bélico en su país.
Hace muchos años, huyó dos veces de Monrovia, llevándose a su hijo recién nacido y a sus hermanos para ponerse a salvo en el país limítrofe de Guinea. Dos veces escaparon con vida de las guerras civiles brutales y sangrientas de Liberia, a principios de la década de 1990 y a comienzos de los 2000.
Dos veces regresó con su familia, esperanzada con tener paz en su país natal.
Celebrar la vista nueva
Pocos días después de la llamada de su hijo, Diana levantó sus brazos al aire, pero no fue por exasperación. Fue para alabar a su Dios.
Con una gasa aún adherida a sus ojos tras la cirugía que había recibido uno o dos días antes, bailó en su lugar y cantó junto con otras decenas de pacientes de cataratas y personal médico, en la capilla del hospital ELWA (ELWA es la sigla en inglés de “Eternal Love Winning Africa”, es decir “Amor eterno para ganar a África”), en Monrovia. Luego, les habló en voz alta a los demás acerca de lo que Dios había hecho.
“Estamos en la presencia de Dios. ¡Acuérdense siempre de eso!”, comenzó. “Dios me sostuvo y me protegió durante la guerra. Me hice muy fuerte para cuidar a mis hijos, porque sabía que ellos eran mi futuro. Esta cirugía es un regalo del Señor. Quiero darle toda la gloria a Él”.
Dijo que no veía la hora de trabajar con entusiasmo para Él y recuperar la velocidad y la calidad de sus labores al crochet, la habilidad que fue su medio de subsistencia y que agradecía haber desarrollado con los años.
La obra permanente relacionada con las cataratas en Liberia
Cada año, los equipos quirúrgicos de Samaritan’s Purse tienen la bendición de testimonios como ese en la capital de Liberia, cuando los pacientes recuperan la vista. A nuestros cirujanos especializados realizar la sencilla extracción de cataratas y el reemplazo de las lentes oculares durante la misión de cataratas le lleva apenas minutos.
Pese a su brevedad, los procedimientos quirúrgicos brindan renovadas ganas de vivir a los pacientes que se quedan ciegos debido a las cicatrices que tienen en los ojos.
Este año, nuestros equipos restituyeron la vista a 152 liberianos, entre ellos, a 4 niños, y las cirugías transformadoras proporcionaron algo más fundamental que la vista. Cada paciente que pasó por la clínica entre el 9 y el 14 de junio, experimentó el amor de Jesús a través de nuestros cirujanos, enfermeras y equipo ministerial.
Durante la misión de seis días, presentaron la película de JESÚS a los pacientes y a sus familiares, y aprovecharon las oportunidades para compartir las Buenas Nuevas del amor de Dios. Además, el equipo oró con los pacientes y animó a los miembros de sus familias. Muchas personas llegaron a la fe en Jesucristo.
Hemos estimulado a estos nuevos creyentes para que comiencen a asistir a las iglesias locales que creen en la Biblia. Durante los próximos días, el equipo ministerial hará un seguimiento de las familias y continuará enseñándoles y animándolas con la Palabra de Dios.
Alabamos juntos por la bondad de Dios
Muchos de los que ese día acompañaron en adoración a Diana para celebrar la vista, también estaban allí para celebrar haber sido rescatados de la ceguera espiritual.
Cuando las enfermeras comenzaron a quitarles las gasas de los ojos, los pacientes dejaron escapar gritos de asombro al ver la luz matinal que se filtraba a través de una arboleda cercana. Algunos se echaron a llorar. Luego, empezaron a cantar y, uno por uno, compartieron su testimonio sobre la bondad de Dios.
Ellen (59) sufrió en su matrimonio y durante las guerras; sin embargo, dice que Dios la ayudó a sobrellevar ambas pruebas. Ellen quería recuperar la vista para poder realizar todo su trabajo diario y para poder viajar a visitar a su hijo y a otros parientes.
Por medio de Samaritan’s Purse, recordó el mensaje de la bondad de Dios para con ella. Dijo que Dios le dio fuerzas en muchos días difíciles y que seguía recordándole de Su fidelidad.
Ray (82) relató cómo sintió la presencia del Señor a lo largo de toda su vida. Como pastor y granjero retirado, estos últimos años ha sufrido la soledad, e incluso tuvo que viajar solo al ELWA para su cirugía.
Pero, gozosamente, no estuvo de acuerdo.
“Durante este tiempo, he sentido la presencia del Señor”, afirmó. “Dios prometió que nunca nos dejará, así que no vine solo. Vine con Dios”.
A través del programa de Cataratas de Samaritan’s Purse en Liberia, desde el año 2017 más de 3600 pacientes de cataratas han recibido cirugías que les cambiaron la vida. En todo el mundo, nuestros programas de cataratas han suministrado cirugías a más de 6180 pacientes en Liberia, México y Sudán del Sur.
Un paciente, un pastor retirado llamado Moses le escribió una carta de agradecimiento a nuestro equipo, al regresar a su vida cotidiana con la capacidad de ver nuevamente.
Te doy las gracias, Dios. Y te agradezco por Samaritan’s Purse. No tengo palabras para expresar lo que han hecho por mí. Pero estoy buscando formas de manifestar mi gratitud. Solo quiero que sepan que realmente aprecio sus modos considerados y serviciales. Muchas gracias por el apoyo, el cuidado, el aliento y la guía. Pero lo que surge de mi corazón es, simplemente, una plegaria. Que el buen Señor guarde sus caminos y haga brillar Su rostro sobre ustedes, para que puedan vivir para ver la bondad del Señor como recompensa para ustedes. Muchas gracias. ¿De qué manera bastaría mi agradecimiento a Dios por ustedes?
1 Tesalonicenses 3:9
Que Dios los bendiga mucho.
Del Rev. Moses
Por favor, continúa orando para que estos pacientes, nuestros hospitales asociados y nuestros equipos quirúrgicos sigan experimentando la presencia y el amor del Señor Jesucristo. Ora también para que muchas más personas crean en Él y tengan ojos nuevos para ver la gloria de Su salvación.
“Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios?” (1 Tesalonicenses 3:9, RVR1995).