Operation Christmas Child alaba a Dios por los 50 millones de niños discipulados desde 1993.
“Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos” (Marcos 10:14).
Los niños son preciosos para Dios. La Biblia nos dice que “los niños son un regalo de Dios” (Salmos 127:3) y que somos responsables de instruirlos “en el camino correcto” (Proverbios 22:6). La misión de Operation Christmas Child y La Gran Aventura es ayudar a cumplir la Gran Comisión al compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo con los niños alrededor del mundo y discipularlos, y enseñarles cómo seguir a Cristo y compartir de Él con otros. “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones” (Mateo 28:19).
Desde que Operation Christmas Child comenzó en 1993, alabamos a Dios porque más de 50 millones de niños han sido discipulados por el programa de Samaritan’s Purse.
“¡Qué bendición es cuando la gente conoce a Cristo en su infancia! ¿Pero cómo oirán este mensaje si no se los decimos?” –Franklin Graham.
“En Hechos capítulo 1, Jesús nos dio la Gran Comisión para ser testigos e ir a los confines de la tierra, y somos parte de ello”, dijo Jim Harrelson, vicepresidente de Operation Christmas Child. “Qué gran privilegio y oportunidad en verdad es ser parte de este movimiento mundial. Estamos obedeciendo las Escrituras, lo que es muy poderoso”.
La Gran Aventura comienza
Antes de La Gran Aventura, los niños recibían cajas de regalos de Operation Christmas Child y podían ser discipulados a través del Mailbox Club. Más de 10 millones de niños en 60 países se graduaron del programa. Pero Franklin Graham vio la necesidad de un programa de estudio bíblico para niños que los llevara de manera más profunda a la Palabra de Dios y se enfocara en evangelismo, discipulado y evangelismo personal. El resultado es La Gran Aventura, un curso de 12 lecciones de discipulado creado para los que reciben las cajas de regalos, y que comenzó en Ecuador en 2009.
“A través de la Gran Aventura, los niños reciben cajas de regalos de Operation Christmas Child y aprenden de Jesús y crecen en Cristo, y luego comparten el amor de Cristo con nosotros. Ahí comienza la multiplicación”, dijo Maribel Pumisacho, la representante de Sudamérica de Operation Christmas Child. “Desde que tenemos La Gran Aventura en Ecuador, Dios ha permitido que veamos muchas vidas transformadas en los líderes de iglesia. Muchos pastores no veían a los niños como parte importante de la iglesia. Pero ahora los niños son parte importante de la vida de la iglesia. En muchos lugares, ya que no había líderes capacitados, las iglesias cerraban. A través de La Gran Aventura hemos visto iglesias volver a abrir”.
En 2010, el curso se tradujo en español y se distribuyó en toda América Latina, y siguió los mismos pasos en otros países. Para 2013, más de 40 mil maestros voluntarios enseñaban a más de 1 millón de niños en 85 países y en 72 idiomas. Hoy, hay 1.7 millones de maestros en 115 países, y el curso se ofrece en 89 idiomas. Más de 35 millones se han inscrito a La Gran Aventura desde 2009, con 17.4 millones de ellos aceptando a Cristo como Salvador y Señor.
Un programa increíble
Cissie Graham Lynch vio el impacto de La Gran Aventura de primera mano cuando enseñó una clase en Guyana.
“La Gran Aventura es un programa increíble”, dijo Cissie. “Al trabajar por medio de la iglesia local, como siempre ha hecho Samaritan’s Purse, le da a los pastores una manera de alcanzar a los niños con literatura que va después de las cajas de regalos. El efecto a largo plazo de Operation Christmas Child es sobre estas comunidades y la generación joven”.
Pero no solo cambian las vidas de los niños. Muchos adultos vienen a la fe en Cristo y son discipulados.
“Año tras año escuchamos cómo La Gran Aventura tiene un impacto no solo en niños sino en sus padres”, dijo Franklin Graham. “Cuando los padres ven el cambio en las vidas de los niños, consideran el por qué. La respuesta está en las páginas de La Gran Aventura que lleva a los estudiantes a la Biblia”.
Uno de esos estudiantes es Ravi, quien le dio su vida al Señor mientras cursaba La Gran Aventura en Fiji. Ravi vivía con sus abuelos, un sacerdote tribal y un médico brujo, y comenzó a compartir su nueva ve con ellos, y ¡ambos dieron sus vida a Cristo! El abuelo no solo dejó sus prácticas ocultas, sino que persuadió a un pastor local a comenzar una iglesia en su hogar. Las historias como la de Ravi y sus abuelos son comunes. Vemos a Dios transformar familias enteras y comunidades a través de la enseñanza poderosa de Su Palabra.
Pasión por el discipulado
Yolanda Crouch, gerente regional de Operation Christmas Child del sureste de Asia, se apasiona por el discipulado. Dijo que Jesús nos llama a hacer discípulos, no solo convertidos.
“Cuando un niño recibe una caja de regalos y responde en fe al Evangelio, él nace de nuevo”, dijo Yolanda. “Pero es muy difícil para un niño a crecer en Cristo sin discipulado. Por eso, la Gran Aventura es muy importante”.
Otra fortaleza de La Gran Aventura, de acuerdo a un miembro* del personal del sur de Asia, es un ejército de maestros a los que Samaritan’s Purse capacita. “Capacitamos y fortalecemos a los maestros de La Gran Aventura en todo el mundo para poder ir y alcanzar a más niños con el Evangelio y discipularlos”, dijo. “Muchos cristianos tienen una pasión por enseñar, pero no tienen recursos. A través de La Gran Aventura, no proveemos solo los materiales, sino la capacitación también. Y esto tiene un impacto eterno”.
Tiana Morel, gerente regional del sur de África, está de acuerdo. “Necesitamos más personas que comprendan que Operation Christmas Child no solo son cajas de regalos”, dijo. “Es sobre evangelismo. Es sobre discipulado. Es sobre multiplicar el Evangelio”.
Uno entre muchos
Una niña* en el Medio Oriente lo sabe de primera mano. En los barrios bajos de la ciudad, asistió a un evento evangelístico de Operation Christmas Child donde recibió una caja de regalos. Llena de juguetes como un pez de peluche, un rompecabezas, un bolígrafo y un gato de peluche con overoles morados, estos regalos de alguien lejano deleitaron su corazón. Significó tanto para ella que hoy, siete años después, todavía tiene los regalos intactos.
“Lo que más me gustó de la caja fue el gato llamado Bundle”, dijo. “Me encanta”.
Pero Bundle no fue lo más importante que recibió ese día. Aprendió sobre el regalo gratuito de Dios de salvación en el evento, y esto hizo que tomara una decisión importante.
“Cuando acepté a Cristo, mi vida entera cambió”, aseguró ella.
La niña participó en las lecciones de seguimiento donde aprendió cómo seguir a su Salvador y compartirlo con otros al estudiar 12 lecciones bíblicas que incluyen la creación, así como la muerte y resurrección de Cristo. Dijo: “Cada lección, aprendo algo nuevo sobre Dios”.
Ahora, siete años después, la niña enseña las mismas lecciones a otros en su iglesia. Lo hace porque quiere que otros tengan lo mismo que ella y puedan decir: “Maravilloso”.
50 millones de embajadores para Cristo
Neville Ramkissoon, un coordinador de logística en Guyana, resumió la importancia y el impacto de 50 millones de niños discipulados. “Muchos niños en Guyana que han sido discipulados por La Gran Aventura ahora son líderes en sus iglesias y discipulan a otros niños. Están alcanzando a su generación y a la siguiente para Cristo”, dijo. “Las cajas de regalos nos dan la oportunidad de compartir el Evangelio. Pero discipular con La Gran Aventura es lo que hará que estos niños sean embajadores del reino de Dios. ¡Y ahora hay 50 millones de ellos!”
¡A Dios sea la gloria!
*Nombres alterados por razones de seguridad.