Celebramos la vida del Dr. Jim Foulkes

1 de febrero de 2025 • Estados Unidos

El cielo le da la bienvenida a un voluntario de 97 años de larga trayectoria con World Medical Mission.

Cuando Jim Foulkes crecía en Lima, Ohio, su madre le dijo: “Si Dios te llama a ser misionero, no te rebajes a ser presidente”.

De hecho, el Dr. Foulkes respondió al llamado de Dios, y dedicó su carrera a ministrar en África, donde sirvió durante décadas con World Medical Mission y fue testigo de un avivamiento tras otro.

Después de 97 años en este mundo, el Dr. Foulkes murió en las últimas horas del 31 de enero, y pasó a la gloria eterna que había esperado desde que vislumbró el cielo a través de una tragedia familiar hace casi 50 años. “El cielo va a ser mucho más maravilloso de lo que podemos imaginar”, dijo el año pasado en un video a su iglesia en Boone, Carolina del Norte.

Ministrar a través del dolor

El Dr. Foulkes sirvió fielmente durante 38 años en el Hospital Mukinge de Zambia, y permaneció fiel al llamado de Dios incluso cuando la enfermedad se llevó las vidas de su esposa y sus dos hijos. Cuando Jill, de 16 años, se encontraba a punto de morir en 1977, le susurró a su familia que Dios le había dado una mirada rápida al cielo y, con el rostro radiante, les aseguró que no tenía miedo de morir.

Tres meses después, su esposa Marilynn fallecó, y su funeral se centró en Apocalipsis 14:13: “Entonces oí una voz del cielo que me decía: ‘Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor’”.

Dios bendijo a Martha y Jim Foulkes con más de 40 años de matrimonio.

El Dr. Foulkes se volvió a casar con Martha Penner, una enfermera canadiense que trabajaba en Mukinge, y tuvieron la bendición de estar casados durante más de 40 años. Dos de sus hijos los siguieron al campo misionero en África.

Una visión del mundo

Jim, un veterano del ejército que estuvo en Panamá al final de la Segunda Guerra Mundial, formó parte de una generación de jóvenes que respondieron al llamado de Dios de llevar el Evangelio de Jesucristo a los rincones más lejanos de la tierra. “Salimos como un gran ejército de misioneros para ir de los campos de batalla a cosechar para el Señor”, dijo.

El Dr. Foulkes se comprometió a convertirse en misionero a los 22 años, después de escuchar una invitación de Billy Graham, de 30 años, en la Conferencia Urbana de 1949 y de conocer a un joven misionero llamado Jim Elliott. Foulkes firmó una tarjeta en Urbana que decía: “Dios es mi ayudador, me comprometo a servir como misionero vocacional en el extranjero”.

Jim Foulkes, quien sirvió durante décadas como misionero en África, disfruta de una tarjeta de cumpleaños especial en 2023.

Elliott murió como mártir en Ecuador en 1956, mientras el Dr. Foulkes completaba su residencia en cirugía en Akron, Ohio. Por eso, él y Marilynn, que se casaron en 1955, comprendieron los riesgos que corrían cuando el Dr. Bob Foster los invitó a trabajar en el Hospital Mukinge, en una colonia británica conocida como Rodesia del Norte.

Una probadita de avivamiento

En preparación para su servicio misionero, Foulkes estudió en Asbury College. Estuvo al frente del famoso avivamiento de Asbury de 1950, cuando compartió un testimonio de un avivamiento que había visto en Wheaton College. En 2023, regresó a Asbury cuando el campus de Kentucky se vio envuelto en un nuevo avivamiento.

“La presencia del Señor fue tan real. Fue un momento glorioso en mi vida, y continúa y continúa... El fuego no se apaga”.

El Dr. Foulkes recordó dichos avivamientos en una entrevista de 2023 para la revista Decisión en 2023. “La presencia del Señor fue tan real. Fue un momento glorioso en mi vida, y continúa y continuá, como todo verdadero avivamiento. El fuego no se apaga”.

El Dr. Foulkes celebra su cumpleaños 96 con Samaritan's Purse.

El arrepentimiento fue el detonante de ambos avivamientos, ya que los estudiantes acudían al auditorio de la universidad, día y noche, para entregar sus corazones a Jesucristo. “En el avivamiento, el pecado se reconoce como algo muy pecaminoso”, dijo.

Sí al Señor

Mientras estudiaba medicina en la Universidad Estatal de Ohio, se casó con una enfermera llamada Marilynn Hall, que también tenía un gran corazón para las misiones. Una vez que terminó su capacitación quirúrgica, se embarcaron hacia Rodesia del Norte, donde estaba el Hospital Mukinge en 1952.

En 1964, Rhodesia del Norte obtuvo su independencia y se convirtió en la nación de Zambia. El Dr. Foulkes continuó prestando servicios allí hasta 1997 y, cuando se jubiló, regresó dos veces a África con Samaritan's Purse: prestó servicios en el Hospital de Lui en Sudán y durante tres meses más en Mukinge.

Desde su jubilación, el Dr. Foulkes sirvió en el Comité de World Medical Mission en Samaritan's Purse, donde ayudó a desarrollar el Programa de post-residencia, que está formando una nueva generación de misioneros médicos.

En 1998, el Dr. Foulkes recibió el premio “Siguiendo los pasos del gran médico”, que otorga anualmente World Medical Mission. A los 96 años, grabó este video para animar a otros a seguir sus pasos y decir “sí” al Señor.

“Sí, sí, sí, eso es lo que dices cuando recibes un empujón del Señor”, dijo el Dr. Foulkes. “Iré a donde quieras que vaya y haré lo que quieras que haga”.

Jim habla con un representante de Samaritan's Purse en la conferencia Prescription for Renewal en 2019.

Franklin Graham escribió el prólogo de la biografía del Dr. Foulkes, To Africa With Love: (A África con amor) “Jim Foulkes ha vivido una vida plena, emocionante, de gran sacrificio en comparación con la vasta comunidad de médicos que ejercen la medicina en los Estados Unidos… Su vida ha sido una vida de angustia y alegría, mezclada con una de aventura”.

El Dr. Foulkes también escribió un libro llamado Hunting Stories(Historias de caza) donde describió la caza de animales salvajes, como ñus y un hipopótamo, para llevar alimento a su familia y al hospital.

Un atleta consumado desde la escuela secundaria, el Dr. Foulkes ganó una medalla de oro en los Juegos Nacionales para Personas Mayores a los 86 años al ganar una carrera de 5 km en Cleveland, Ohio, en 2013. La longevidad le resultó algo natural, ya que su madre vivió hasta los 107 años y vio todo el alcance de su carrera misionera por la que tanto oró.

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