Personal y voluntarios de Samaritan' Purse están ministrando de muchas maneras a los habitantes de la remota aldea, facilitando las oportunidades para guiar a las personas a Jesucristo.
Las heladas y los deshielos habían hecho pedazos los cimientos del edificio de la iglesia. Parte del cielorraso estaba viniéndose abajo. Había grietas en el piso. Se tardaba al menos un día (generalmente, más) para calentar el edificio, y con un costo importante; por ello, los encuentros de mitad de la semana se realizaban en otra parte. Durante los domingos del invierno, aun con la calefacción encendida, a veces hacía tanto frío adentro que uno podía ver el vapor de su propio aliento.
“Bueno, no nos sentíamos nada bien al respecto”, dijo Don Cross, el pastor de la Iglesia Covenant en la remota Koyuk, Alaska. “No era un lugar seguro. A muchas personas del pueblo les inquietaba que sus hijos estuvieran dentro de la vieja iglesia”.
Un miembro de toda la vida, Grace Morris, estaba preocupada y a menudo se preguntaba: “¿Esta iglesia se derrumbará?”.
Por fin esos temores encontraron alivio a comienzos de este año, terminando la primavera, cuando el viejo edificio fue demolido y uno nuevo comenzó a tomar forma gracias a los esfuerzos del equipo de construcción de Samaritan’s Purse Alaska. Los grupos de voluntarios han estado llegando cada semana o cada quince días desde el comienzo del verano.
La estructura nueva y bien aislada, que está a punto de completarse, presenta una base triodética especialmente diseñada para las condiciones cambiantes del permacongelamiento rural de Alaska; revestimiento de acero galvanizado número 24 y techos de acero. Hay un santuario que puede albergar a 130 personas, además de baños, una despensa, una cocina, un salón social y una entrada/vestíbulo frío para impedir que los rigurosos elementos invernales entren a través de la puerta delantera. El edificio debería durar 100 años.
Antes de que la construcción comenzara este año, la iglesia tenía, tal vez, 30 miembros activos (de una aldea que tiene alrededor de 300). Ahora, el entusiasmo está aumentando por el nuevo centro de adoración, y un reciente servicio nocturno dominical (que se celebró en el edificio municipal de Koyuk) aumentó a más de 70 asistentes.
Entre las esperanzas, las oraciones y los planes para la nueva iglesia están el programa de alimentación, el ministerio para hombres, el ministerio para mujeres, el grupo de jóvenes y más clases de escuela dominical para adultos y niños. Al no haber problemas con la calefacción, el edificio estará abierto para ser usado durante la semana, en lugar de solamente los domingos.
“Dios traerá a Su pueblo a la iglesia”, dijo Beda “Bim” Prentice. Ella y su esposo, John, conocido como “Bucky”, tienen siete hijos, sirven en el liderazgo de la iglesia, y comparten el deseo de su corazón de ayudar a los ancianos y a los jóvenes de su comunidad indígena. “Necesitamos captar la atención de los jóvenes y de otras personas hacia Cristo”.
Mucho más que una construcción
En agosto, un grupo de voluntarios de Samaritan’s Purse provenientes de la zona de Lincolnton, Carolina del Norte, sirvió durante una semana en Koyuk, que resulta ser una de las últimas paradas de la famosa carrera de trineos tirados por perros de Iditarod.
Presenciaron el característico estilo de subsistencia de la ciudad en pleno apogeo, mientras ahumaban salmón y los cazadores locales acechaban a los alces para reponer sus freezers para el próximo invierno. La mayoría de los habitantes de la aldea son nativos de Alaska, de la tribu iñupiaq; ellos mantienen, en gran medida, las tradiciones de sus antepasados porque viven de la tierra: la pesca, la caza, la recolección de huevos y de frutos del bosque.
El grupo completó una serie de tareas intensivas de la construcción (colgar paneles de yeso y techos de madera terciada en el edificio de la iglesia, entre varias otras cosas), pero también aprovecharon sabiamente su tiempo, invirtiéndolo en las familias de la comunidad.
“Cada vez que íbamos a las tiendas (solamente hay dos en Koyuk), invitábamos a la gente a la iglesia y compartimos con ellos”, dijo el pastor Pastor Scott Mann de New Vision Ministries de Lincolnton. “Si uno hace la diferencia en una persona, vale la pena”.
Con la dirección del personal, el equipo de voluntarios reacomodó el porche de un residente y alineó los cimientos de su casa. También ayudaron a rescatar un bote que estaba hundiéndose en la bahía. Pasaron tiempo de calidad en el patio de juegos con decenas de niños aldeanos, durante las largas horas del día y las temperaturas templadas de agosto, manteniendo afuera a niños y niñas hasta altas horas de la noche.
“Me encanta venir aquí, edificar la iglesia y enseñarles de Jesús a estos niños, e incluso a sus padres”, dijo Dalton Christopher, que integró el equipo a Alaska del pastor Mann por tercer año consecutivo. En 2021, sirvió en Soldotna, y en 2022 en Scammon Bay.
Fue durante aquel primer viaje que él se puso de rodillas y fue a Jesucristo en busca de salvación. Desde entonces, su vida ha cambiado radicalmente y sus peores días de juerga han terminado, dijo. Ahora, prefiere servir a los necesitados, junto a sus hermanos y hermanas cristianos.
“Somos una banda de locos que se unen para ser locos para Jesús”, dijo. “Estos son mis amigos. No son solamente mi familia de la iglesia”.
Este verano, los voluntarios y el personal de Samaritan’s Purse ha dejado una profunda y amplia impresión en la comunidad, y hubo varias personas que recibieron a Jesucristo como Salvador y Señor.
“Poder dirigir a las personas a Cristo es un tremendo honor”, dijo Kristin Holben, directora de programa con nuestros Alaska Projects. “A veces, las personas se abren más a nosotros que a su propia familia”.
El pastor Cross da gracias a Dios por el nuevo centro de adoración y por el impacto permanente de Samaritan’s Purse en la aldea.
“Los obreros se han conectado… a un nivel personal”, dijo. “Es realmente emocionante ver no solo la bendición material de una iglesia nueva, sino la bendición espiritual del ministerio que está alcanzando y conectándose con nuestra gente aquí, en la aldea”.
Please be in prayer for the final weeks of work on Koyuk’s church building. Pray for many people to come and hear and be changed by the Gospel of the Lord Jesus Christ.