Fe y agua corren profundo en la rural Niger

7 de diciembre, 2016 ° Niger
Una comunidad en Niger recibe un pozo de agua dulce.

Una pequeña villa al oeste de África recibe un nuevo pozo, con el cual, los vecinos comparten el Evangelio

Galba es una pequeña y polvorienta villa localizada al sureste de Niger. Las personas que viven ahí enfrentan muchos problemas ya comunes en Niger como: pobreza, falta de empleos, hambruna y malas condiciones de salud. Pero recientemente, quizás el mayor problema de Galba es la falta de acceso al agua potable. El único pozo de la villa está sucio, oloroso y con el agua contaminada.

En noviembre de 2015, Samaritan's Purse envió un equipo para rehabilitar el pozo contaminado.

Niger water, sanitation, and hygiene

Una empleada de Samaritan's Purse se encuentra con una mamá y su bebé en Galba.

También enviamos al Sr. Abdoulaye Toudou y su esposa, Sra. Tigadeba Pallo, quienes viven y trabajan en Galba como evangelistas.

Al inicio, las personas de la villa estaban en contra de los nuevos vecinos cristianos. Pero cuando vieron que Abdoulaye y Tigadeba intentaban unir a la comunidad, traían agua al pozo, limpiaban su vecindario y estaban sacrificando la comodidad que tenían en la ciudad, entonces empezaron a aceptarlos.

El pozo fue solo el inicio de los cambios positivos de Galba. Mientras Abdoulaye y Tigadeba establecían relaciones con sus vecinos, empezaron también a enseñarles sobre salubridad e higiene. Pese a que el nuevo pozo proveía agua potable, la pareja sabía que no haría una gran diferencia a menos que los de la villa empezaran a cuidarse a sí mismos y su comunidad.

Empezaron con limpiar la comunidad. Cuando Abdoulaye y Tigadeba llegraon, había mucha basura en todas partes, la villa olía como una defecación abierta. Hoy en día, la arena limpia se puede observar por millas en la villa. Luego, la pareja les enseñó sobre cuidado personal y ayudó a la villa a construir letrinas. Tigadeba dirige un grupo de mujeres y les enseña cómo cuidar de sus hijos, especialmente cuando se enferman. También les informa que deben ir al centro de salud cuando están embarazadas para recibir cuidados prenatales. Las mismas mujeres aprenden además cómo transportar y consumir el agua.

Una mujer para liderar

Durante una clase, se motivó a las mujeres a escoger una madre líder del grupo. Esta mujer estaría a cargo de expandir el mensaje de salud e higiene en la villa, convirtiéndose en un ejemplo para las demás mujeres. El grupo seleccionó a la joven de 25 años Djamila Souley.

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Djamila escucha una lección impartida por miembros de Samaritan's Purse. Ella imitará la lección en su casa, motivando a otras en la villa a hacer lo mismo.

"Las personas confían en mí", dijo Djamila. "Ellos creen que yo puedo ser una líder, por lo que me escogieron. Y para mí, creo que ganaré mucho en términos de lo que aprenderé".

Djamila ha asumido el papel de madre líder seriamente. Su casa y jardín lucen impecables: no hay basura en ninguna parte. Su familia usa la letrina. Y sus hijos de edades 10, 8 y 16 meses de edad, están limpios y sanos. La hija de Djamila de 10 años están también aprendiendo de su madre y está ayudando a cuidar su hermano bebé y a limpiar la casa.

Encontrando nueva fe pese a la persecución

Djamila agradece el haber tenido a Abdoulaye Tigadeba en su comunidad. Aunque no ha aceptado aún el mensaje del Evangelio, ella presta atención al ejemplo de la pareja que la está guidando.

"Su estilo de vida es un ejemplo para nosotros", dijo Djamila. "La compasión que muestran y la ayuda que brindan, así como el amor que dan a las demás personas".

Abdoulaye dijo que el sabe que el cambio es un proceso y que toma tiempo para que las personas asimilen lo que se les ha enseñado. Él no está desmotivado que muchos en la villa no han aceptado a Cristo aún. Él y Tigadeba han visto algún progreso y eso los motiva.

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Kahina* toma agua del pozo en Galba.

Algunos convertidos son abiertos para hablar sobre su nueva fe, por lo que enfrentan persecución. En un país donde el 98 por ciento es musulmán, muchos cristianos no saben con quién compartir su fe. Kahina*, otra mujer de la villa, aceptó a Cristo pero permanece callada para no se perseguida.

"Estoy muy contenta de haber aprendido lo que aprendí", dijo ella. "Me gusta mucho, lo disfruto y creo en ello. Todas las cosas que aprendí del evangelismo y educación me han ayudado realmente, lo estoy usando y lo seguiré utilizando en mi vida".

Kahina’s son has also accepted Christ since Abdoulaye and Tigadeba have been in the village. In a public profession of faith, he was baptized. During Ramadan, the ninth month of the Islamic calendar, he refused to observe the strict fasting required for Muslims. People in the village persecuted him because of his refusal, but since then, they have accepted his faith. Abdoulaye and Tigadeba have opened their home to other converts in the village who are afraid.

Toda una villa cambió

Pese a que el cambio espiritual viene lento, está sucediendo. Y si los cambios físicos en la comunidad es una indicación, los cambios espirituales van a suceder a gran escala. La mayoría de las personas se han interesado por las clases sobre salubridad e higiene y han empezado a moldear sus vidas después que Abdoulaye y Tigadeba llegaron. Desde la idea de un pozo, toda la comunidad está cambiando.

"Está ayudando a toda la villa porque estamos recibiendo agua limpia y todos estamos felices", dijo Djamilia. "Esto va desde mi casa a toda la comunidad".

*Se cambió el nombre para proteger su identidad

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