Un chico de 13 años recauda el dinero suficiente para suministrar agua limpia para toda una comunidad en Camboya.
Mientras que la mayoría de los chicos de 13 años andaban en bicicleta por el vecindario o practicaban deportes con sus amigos, Cooper Brezenski soñaba con ayudar a personas que no tenían acceso al agua potable.
Muchas comunidades en todo el mundo necesitan agua potable de manera urgente. Dependen de los estanques y los riachuelos más cercanos a ellos para beber, aunque no sea potable. Es su única opción y muchas veces se enferman por el agua. A los padres les dificulta ir a trabajar, y para los hijos es imposible asistir a la escuela. Es un ciclo que parece nunca terminar.
Sin embargo, Cooper tenía la esperanza de hacer un pozo de agua para una comunidad que padecía estas dificultades. Lograr esta meta se requerirían $ 10 000, pero no se desanimó. Sabía que Dios sería fiel en proveer los recursos necesarios para generar un pozo. Solo tenía que confiar en él.
Un corazón apesadumbrado
El plan de estudios de la enseñanza en casa de Cooper incluye leer historias de los misioneros que sirven a familias con dificultades.
“Yo tengo quien me cuida, pero hay otros que necesitan que los cuiden”, dijo.
A los 10 años empezó a usar el dinero que recibía en Navidad y en su cumpleaños para bendecir a personas de todo el mundo, a través de Samaritan’s Purse. Nunca gasta el dinero en nada para sí mismo.
Si bien su familia empaca las cajas de regalos de Operation Christmas Child, de todas maneras Cooper usa su propio dinero para enviar cajas de regalos a niños y niñas de todo el mundo, dándoles la oportunidad de experimentar el amor de Jesucristo de una manera tangible.
Y además de lo que su familia dona a través del Catálogo de Regalos de Navidad de Samaritan’s Purse, Cooper escoge consideradamente los regalos que quiere enviar. El año pasado, ahorró su dinero y envió Biblias y pollos a personas necesitadas a través de nuestro catálogo.
Cooper estaba explorando el catálogo, cuando el ítem de perforar un pozo le llamó la atención. Se enteró de que un pozo podía abastecer a una comunidad de hasta 500 personas y proveer agua limpia para beber, cocinar y bañarse. Además, la perforación del pozo brindaría oportunidades al plantel de Samaritan’s Purse para compartir el Evangelio de Jesucristo.
A pesar del costo de $10 000, Cooper sintió que debía recaudar el dinero. “Dios lo puso en mi corazón. Ni siquiera estaba preocupado”, dijo.
Sus padres, Adam y Somer, no pudieron decirle que no a su hijo mayor cuando él les presentó el proyecto. Ya tenían sus deudas, pero Cooper demostró tener una fe firme.
“¿Quién era yo para decir que no?”, dijo Somer. “Tuve que dejar en segundo plano mis temores y mis dudas, e imitar su fe”.
Una comunidad restaurada
Cooper comenzó a recaudar dinero cumpliendo pequeñas tareas en su vecindario de Colorado City, Colorado. Hacía lo que fuera para ganar unos dólares extra, incluso recoger latas y palear las aceras de sus vecinos.
Los Brezenski compartieron el proyecto con su iglesia, la Valley Community Church, y Cooper animó a la congregación a orar y donar. Adam y Somer también compartieron la historia con el periódico local para que se corriera más aún la voz en su pueblito.
Algunas personas insinuaron que Cooper buscara un proyecto más alcanzable. Dudaban de que él podría recaudar el dinero, especialmente, en una comunidad tan pequeña. Pero la respuesta de Cooper era siempre la misma: “Va a suceder. Dios se encarga de esto”.
La historia no tardó mucho en ganar impulso. Las donaciones comenzaron a llegar a raudales, muchas de provenientes de otros estados y de personas que Cooper jamás había conocido.
Exactamente 100 días después de que el proyecto comenzara, todo el dinero había sido recaudado, en parte, gracias a un donante anónimo que aportó los fondos correspondientes.
“Todos estábamos impactados. Llorábamos. Estábamos desbordados; todos, excepto Cooper”, relató Somer.
Cooper no estaba para nada sorprendido. “Sabía que esto iba a pasar”, dijo él. “Toda la gloria sea para Dios”.
Don Jones, el pastor principal de la Valley Community Church, dijo que el proyecto ya había logrado un cambio en su comunidad. “Cooper nos enseñó a todos nosotros, los adultos, qué es realmente la fe y qué puede hacer Dios. Esto ha fortalecido nuestra fe. El Señor usó a alguien joven para mostrarnos que necesitábamos tener más fe”.
El dinero que Cooper y su comunidad recaudaron financiará un pozo para una comunidad lejana de Camboya. El agua limpia y potable reducirá el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y mejorará la salud general de la aldea. Sobre todo, nuestro equipo servirá en el nombre de Jesús y compartirá la esperanza eterna de Jesucristo.
Damos gracias al Señor por Su provisión y Su fidelidad durante todo este proyecto. Para saber más sobre cómo puedes ayudar a cambiar vidas en esta temporada navideña, visita nuestro Catálogo de oportunidades.
“Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (Juan 4:14).
CUANDO LA GUERRA INICIÓ y las líneas de suministro se atacaron y destruyeron, los residentes de una ciudad en Ucrania se quedaron sin agua. Samaritan’s Purse cavó un nuevo pozo que está hoy produciendo suficiente agua para toda la comunidad. Por cerca de $10 000—o solo $20 por persona—podemos cavar un pozo de agua dulce en lugares donde escasea el agua potable. Tu donación puede ayudar a traer agua limpia a las familias sufriente e invitarlos a experimentar el amor profundo de Jesús. “Aquel que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva” (Juan 7:38).