El vuelo de Samaritan’s Purse DC-8 lleva ucranianos a una nueva vida en Canadá.
El domingo 15 de mayo, nuestro jet DC-8 dejó Polonia en una misión especial para traer a 28 refugiados ucranianos a Toronto donde podrán reunirse con familia, amigos y otros patrocinadores que Samaritan’s Purse arregló. Estas familias huyeron del horror del conflicto que sigue rugiendo dentro de Ucrania, y están deseosos de empezar una nueva vida en Norteamérica. Este pequeño número de mayormente mujeres y niños tienen todos historias de escape estrecho de lo que uno de ellos, Marina, refirió como “una pesadilla hecha realidad”.
Marina y su esposo Mischa tenían cuatro tiendas en su ciudad en Kherson, incluyendo una juguetería.
“Teníamos un buen negocio”, dijo ella con una sonrisa. “No hay nada mejor que ver el gozo en los rostros de los niños cuando eligen un nuevo juguete para llevar a casa”.
Cuando el área se vio ocupada por fuerzas enemigas, su gozo terminó, y su futuro se volvió incierto.
“Tratamos de quedarnos”, dijo, pero notaron que al transcurrir las semanas las cosas solo empeoraban. “Los soldados saquearon nuestras tiendas. Destruyeron todo. Destruyeron los juguetes y todo lo demás. No había comida. Pensamos que moriríamos de hambre. Cuando vinieron a nuestro vecindario, decidimos que no resistiríamos más. Estábamos haciendo planes para huir. Entonces, una noche, recibimos una llamada de un amigo que nos dijo que los soldados venían para quemar nuestras casas”.
Finalmente decidieron huir. Mischa y Marina, con su hija de 10 años Yeva, corrieron al auto. No se detuvieron para empacar nada. En el último minuto, Yeva corrió a su cuarto y tomó su oso de peluche, un juguete que tiene desde los dos años y a quien se aferró cada minuto desde que huyó.
“Da miedo y tristeza ahora”, dijo. “Tuve que dejar mi casa y a mis mascotas. Dejé mi escuela y mis amigos. No sé cómo será ahora la vida. Solo espero que los niños canadienses me acepten, y que mi perro y mi gato estén a salvo en Ucrania”.
Además de Yeva, en el vuelo viajaron niños entre los 2 y 16 años, con por lo menos uno de sus padres.
Para Volodymyr, un banquero de Odessa, tener a sus hijos a salvo, de 8 y 16 años, es lo más importante. Junto con su esposa y su madre, los cinco tienen esperanzas de una posible nueva vida en Canadá.
“At first, when there was talk of war, we did not take it seriously,” Volodymyr said. “We had a good life, and we did not want to imagine that it could come to an end. This family of mine is everything to me. Without them, I don’t want to breathe anymore.”
También en el vuelo venían dos futuras madres, una profesora de universidad llamada Natalia que tiene 8 meses de embarazo.
“Este vuelo fue un milagro”, dijo. “No sabíamos qué hacer o a dónde ir. Ahora, mi bebé nacerá en un país seguro. Todos estamos en una situación similar. Cada persona en este avión ha estado orando por un nuevo comienzo, una nueva vida. Y luego Samaritan’s Purse nos dijo que podía ayudarnos. Es Dios mostrando Su amor. Este es Su vuelo de misericordia”.
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Desde que el conflicto en Ucrania comenzó a finales de febrero, Samaritan’s Purse ha provisto de cuidado médico y otro tipo de ayuda. Hemos llevado suministros médicos, comida de emergencia, equipo de refugio y otra ayuda en nuestros diversos vuelos a Europa del Este. Estamos trabajando con una extensa red de pastores e iglesias en Ucrania y Moldavia para ayudar a distribuir ayuda a cientos de miles de personas.
Por favor, ora por estas familias y un nuevo comienzo en Norteamérica. También ora por favor por paz en esta región del mundo y por las familias dolientes y las iglesias que les ayudan.