Un marino y su esposa construyen el futuro de su familia sobre una fundación firme.
El Capitán de Marina Ray Penny y su esposa Maggie cargan su propio equipo de pesca en Alaska. Usar sus cañas de pescar otra vez les recordó "viejos días" antes de los niños, antes del ejército y antes de las muchas dificultades.
Podías confirmar que Ray sabía lo que estaba haciendo de la forma en que lanzaba su caña en el río Tanalian. Maggie, su esposa, era una rival cercana del arroyo, aún con siete meses de embarazo de su sexto hijo.
"Maggie fue la que me metió en la pesca mosca", dijo Ray. "Ella lo hacía antes".
Los Penny estaban visiblemente entusiasmados de atrapar graylin ártico y truchas en los arroyos y estanques vírgenes del Parque Nacional Lago Clark. Pero la pesca no era su prioridad.
Ray y Maggie fueron en septiembre al Samaritan Lodge Alaska a través de Operation Heal Our Patrios, que junto a otras nueve parejas militares, querían trabajar en sus matrimonios. Las cosas han sido difíciles desde que Ray regresó de Afganistán en el 2012. Los 9 meses de servicio todavía pesa mucho para él y su matrimonio.
Cumpliendo un sueño
"Siempre había querido ser un marino. Desde que era un niño", dijo Ray. "Mi papá trabajaba en la industria de petróleo y crecí en Venezuela y Argentina y sabía que si había un problema, los marinos nos sacarían. Eso tuvo una impresión en mí. Ví a los marinos y pensé que yo quería hacer lo que ellos hacían".
En la secundaria, Ray Ray tenía un reclutador quien llamó a su mamá para obtener el permiso para enlistarse. Ella colgó el teléfono. Una vez en la universidad, después del 11 de setiembre, él iba a enlistarse pero fue otra vez convencido de que no lo hiciera. Después planeó entrar después de la universidad, pero las guerras habían cesado. Entonces, en el año 2007, varios años después de su matrimonio con Maggie y con un hijo, una oleada militar en Afganistán hizo noticia. Su viejo sueño resurgió.
"Tenía 25 años de edad y desperté en medio de la noche y me di cuenta que éste era el único sueño que siempre había tenido en toda mi vida y no lo había cumplido", dijo Ray. "Así que, me reporté enfermo en mi trabajo el siguiente día. Manejé al centro de la ciudad de Houston y firmé en la línea de puntos".
Para el 2011, Ray estaba en Afganistán como un oficial de artillería. "Estábamos ahí terminando lo que habíamos empezado".
Volviendo diferente
Ray dice que el reciente retiro de Afganistán hace las conversaciones acerca de su servicio más difíciles.
"Nos hace cuestionarnos todo lo que hicimos, cosas que ni siquiera quisiera que mis hijos supieran", dijo Ray, describiendo sus luchas con el estrés post-traumático. "Cosas que me hacen despertarme varias veces por la noche".
Como oficial de artillería, él tuvo que tomar decisiones de vida o muerte para ayudar a estabilizar a un país que estaba en caos. La parte mortal de su trabajo era enviar proyectiles explosivos en laderas y estructuras y ordenar ataques con drones y ataques aéreos para matar a los hombres que los estaban matando a ellos. Esto no era un ejercicio a distancia, aunque sí fue un ejercicio desgarrador cercano y personal.
"Creo esa fue parte de la razón por la que regresé a casa siendo una persona diferente después de la guerra y por qué Maggie y yo estamos aquí esta semana", dijo Ray.
Maggie dice que la ira de Ray se enciende de nada y que su estado de ánimo cambia en un segundo.
"Se ha hecho más fácil evitar conversaciones y manejar las cosas por mí misma. Esto no ha llevado ya no conocer mucho realmente uno del otro", dijo Maggie. "Al paso del tiempo nuestro matrimonio se ha convertido en algo vacío y superficial. Por largo tiempo no hemos sido más que compañeros de habitación con cinco niños".
En un momento dado, la tensión en casa creció tan tensa que la pareja se separó brevemente. Ahora, sin embargo, el sexto hijo está por nacer en octubre. Los Penny vinieron a Alaska porque estaban desesperados a encontrar una forma de salvar su matrimonio.
Una esperanza renovada
Ambos, Ray y Maggie han profesado su fe en Jesucristo hace muchos años atrás, pero vinieron a Alaska solo con una pequeña esperanza de que Dios los podría unir y enmendar las viejas heridas.
Durante su semana con Samaritan's Purse, los Penny estaban agradecidos de poder echar un vistazo a lo que podría ser su vida en el futuro. Ellos fueron fortalecidos por medio de clases, consejería y conversaciones.
"No sé si vamos a volver a tener otra vez las mismas herramientas para hacer funcionar nuestro matrimonio", dijo Maggie.
A través de clases bíblicas dirigidas por capellanes militares, los Penny aprendieron más sobre el poder de Dios para sanar su matrimonio y Su deseo de proveerles sabiduría en el medio del dolor y el caos.
"Esta semana me recordó la verdad del amor de Dios. Me hizo sentir que podemos lograrlo y que nuestro matrimonio lo puede lograr".
"He estado muy abrumado esta semana", dijo Ray. "Estar aquí ha hecho una gran diferencia en mi vida. Por mucho tiempo me he sentido sin amor y que era él único estancado en esto. Ver las luchas que Maggie y yo hemos tenido y ver que otros han tenido las mismas luchas".
"Esta semana me recordó la verdad del amor de Dios. Me hizo sentir que podemos lograrlo y que nuestro matrimonio lo puede lograr".
Por favor, continúa orando por los Penny y por las muchas otras parejas militares cuyas vidas y matrimonios han sido cambiados por las guerras de Irak y Afganistán. Ora por sanidad y restauración que solo Dios puede proveer a través del Evangelio de Jesucristo.