Las unidades médicas móviles de Samaritan's Purse en la Ucrania devastada por la guerra proporcionan médicos y recetas donde no hay, al tiempo que hacen que la Palabra de Dios sea más accesible a los pacientes.
A sus 74 años, una viuda llamada Hanna* vive cerca del frente de batalla.
Los profesionales médicos de su comunidad huyeron durante la invasión a gran escala de Ucrania hace casi cuatro años, pero ella decidió quedarse. El sonido de los bombardeos la inquietaba, pero los podía soportar, hasta que un misil explotó en su patio en abril de 2022, y destrozó sus ventanas.
Afortunadamente, no resultó herida, pero durante los años siguientes, esta mujer de setenta años no tuvo forma de ver a un médico ni de conseguir recetas para sus medicamentos.
Entonces llegaron las unidades médicas móviles de Samaritan's Purse.
Estos dos equipos de Samaritan's Purse, que operan en zonas vulnerables del este y el sur del país, se componen de dos médicos generales, tres enfermeras y un psicólogo que atienden en un total de 30 centros. Un cardiólogo y un endocrinólogo también se rotan entre ambos equipos.
Cuando Hanna, agrónoma y funcionaria de profesión, oyó hablar por primera vez de los servicios de estas unidades médicas, decidió probarlos para tratar algunos de sus problemas cardiovasculares. No contaba con otras opciones.
Ihor Mishura, capellán de Samaritan's Purse en Ucrania, explicó: “No hay farmacia en el pueblo, y viajar a la ciudad es difícil y costoso. A su edad, Hanna simplemente no podía pasar días enteros viajando por carreteras en mal estado, y esperar durante horas el autobús de regreso solo para ver a un médico o comprar medicamentos”.

Una unidad médica móvil ayuda a Hanna con sus problemas cardiovasculares.
Hanna se conmovió ante la atención de los médicos generales y especialistas, así como por los medicamentos proporcionados gratuitamente.
“La visita de su equipo médico me permite tener atención oportuna y los medicamentos que necesito. A mi edad, no tener que hacer viajes agotadores a la ciudad es un gran alivio”, dijo Hanna. “Gracias por su trabajo y a quienes los apoyan con su tiempo y dinero”.
La Palabra de Dios trae vida
Poco después del inicio de la guerra, Hanna se topó con una reunión de una congregación local de una ciudad cercana que se realizó en plena calle. Empezó a asistir regularmente a estas reuniones al aire libre. Cuando la iglesia comenzó a reunirse en un edificio cercano, continuó asistiendo a sus servicios, donde en 2023 entregó su corazón al Señor Jesucristo. Buscaba crecer en su fe, pero su única opción para leer la Biblia era la versión sinodal rusa, escrita en un idioma incomprensible para ella.

En su primera visita a la unidad médica móvil de Samaritan's Purse en marzo de 2025, Hanna recibió su primera copia de la Biblia en ucraniano, el idioma que habla todos los días.
Pero cuando una de las unidades médicas móviles comenzó a tratar a Hanna en marzo de 2025, le regalaron su propia Biblia en ucraniano, el idioma que hablaba a diario. Con esta nueva herramienta, la Palabra de Dios cobró vida para ella de nuevas maneras. Dice que su pasaje favorito es el Salmo 23, especialmente el versículo uno: “El Señor es mi pastor, nada me falta”.
Hanna, quien hoy es bisabuela, todavía extraña a su esposo, a quien perdió hace nueve años, y ora diariamente por sus tres hijos adultos que trabajan para defender Ucrania: dos en el ejército y uno en los servicios de emergencia estatales, quien se apresura a salvar vidas tras los ataques con misiles. Mientras la guerra continúa, Hanna ve que Dios responde a sus oraciones mientras continúa velando por sus hijos.
“Los equipos médicos móviles desempeñan un papel crucial”, afirmó el Dr. Danylo Sytnyk, director de operaciones. “En el contexto del conflicto armado en curso, el acceso al apoyo espiritual, médico y psicológico representa una necesidad humana básica. … Brindar asistencia a las personas en zonas remotas y de difícil acceso cerca de las hostilidades activas es especialmente vital”.
Por favor, ora para que la paz regrese pronto a Ucrania y para que los ciudadanos resilientes como Hanna puedan seguir recibiendo la atención que necesitan hasta que esto ocurra.
*Nombre cambiado por seguridad





