Los niños nacidos con labio leporino o con paladar hendido en este país de África Occidental ahora tienen mejores oportunidades de supervivencia, ya que Samaritan's Purse prepara a los profesionales de la salud para rechazar los estigmas sociales.
Los equipos médicos de Samaritan’s Purse han realizado cientos de cirugías que les cambiarán la vida a los afectados en Liberia por tener labio leporino. No obstante, y lamentablemente, algunos niños liberianos que nacen con esta condición física nunca tienen la oportunidad de recibir dicho tratamiento médico. A veces, al nacer o poco después, algún miembro de su familia o las parteras les quitan la vida, solo por el grave estigma que implica esta afección.
Samaritan’s Purse está capacitando a los profesionales médicos en el Ministerio de Salud Liberiano (quienes, a su vez, capacitan a los médicos clínicos rurales de todo el país) sobre cómo proteger la vida. Por medio de sátiras, dramatizaciones y otras técnicas (accesibles incluso para quienes no saben leer y escribir) los miembros de nuestro equipo están trabajando para cambiar la cosmovisión de las parteras y de otras personas que están en la primera línea de esta crisis.
Los niños están muriendo
“Están matando a estos bebés”, dice Alicia Sperry, la encargada del programa de labios leporinos y cataratas de Samaritan’s Purse. Así de fuerte es la estigmatización contra las personas que tienen labio leporino y paladar hendido en este país de África Occidental.
Tradicionalmente, a las personas con esta deformidad facial los liberianos los llaman brujas, hijos del diablo o puercoespín (refiriéndose a los dientes diferentes de ese animal). Creen que la madre que dio a luz a uno de estos niños comió carne de puercoespín durante el embarazo, o se bañó durante la noche; supersticiones que no tienen ningún fundamento científico.
Yassah Darwulo, trabajadora comunitaria del área de la salud y coordinadora de Samaritan’s Purse en Liberia, suele hacer un seguimiento de las familias cuando se entera de que tienen un hijo con la condición. En muchas ocasiones, ha llamado a las familias al día siguiente del parto, solo para descubrir que la tía llevó al bebé al matorral y le dio de beber cáusticos o ácido, lo cual mató al pequeñito.
Otras veces, existe una presión familiar relacionada con el nacimiento de un niño con labio leporino. El marido suele abandonar a la esposa, diciéndole: “Es obvio que este no es mi hijo, porque yo no podría tener un hijo que nazca con algo así”.
Sperry, quien además tiene un título de enfermera y de educadora de la salud pública, el año pasado vivió varios meses en Liberia y recorrió las clínicas rurales para hablar con las parteras. Ella les mostraba una fotografía de un niño con labio leporino y les preguntaba: “¿Alguna vez ha asistido un parto de un bebé como este?”. A menudo, la respuesta era: “Claro que sí; trabajé muchísimo, durante horas y horas, ¡¿y así es como salió el bebé?!”.
Sperry observó que es difícil cuando estos conceptos erróneos provienen de los prestadores de los servicios médicos. Pero ahora, además, es el momento oportuno para cambiar perspectivas y ayudar a salvar vidas. Muchas liberianas recién están comenzando a adquirir la costumbre de ir a dar a luz a una clínica, en lugar de parir a los bebés en casa, de manera que es urgente y decisivo preparar a las parteras y demás trabajadores de la primera línea acerca de las respuestas adecuadas.
Samaritan’s Purse brinda la capacitación que salvará vidas
The training Samaritan’s Purse is partnering with the Ministry of Health to provide has two main components: addressing stigma and feeding techniques.
Usando muñecas artesanales que tienen un labio partido, los capacitadores médicos conducen al personal médico a través de varias rondas de representaciones dramáticas y juegos de roles. La primera vez que lo hacen, los participantes mencionan todas las ideas liberianas tradicionales sobre los niños con deformidades faciales. Después de analizarlas, repiten el ejercicio, y esta vez intentan decir palabras más incentivadoras sobre el niño. Interpretar este cambio les da a los trabajadores de la salud respuestas más positivas, que motivarán a las madres.
La capacitación también cubre técnicas para la alimentación, porque si los niños con labio leporino se salvan al nacer, a menudo sufren de desnutrición durante los años subsiguientes. Su afección dificulta que el bebé pueda prenderse al pecho para amamantar, lo cual produce que su estómago se llene de aire, en lugar del alimento nutritivo.
Los capacitadores les enseñan a los profesionales de la salud que es importante que los bebés nacidos con labio leporino reciban el alimento en posición vertical. Si no se toma esta precaución extra, la leche materna puede descender a su nariz o a sus pulmones. Además, es importante hacer eructar a estos bebés cada cinco o diez minutos durante el proceso de la alimentación, más que a mitad de camino, como necesita un bebé normal.
Los profesionales de la salud difunden el mensaje con alegría
Una vez que los profesionales del Ministerio de Salud están preparados gracias a las capacitaciones, hacen un gran esfuerzo para llevar el material a las aldeas periféricas. A veces, viajan durante seis horas en vehículos cuatro por cuatro; luego cruzan un río en una barca y vuelven a viajar en motocicleta durante dos horas, o más, para llegar a las aldeas donde sus pobladores extraen agua de un pozo, con un balde, y viven con muy escasa electricidad. Allí, reúnen a las parteras, a los trabajadores sanitarios de la comunidad, a los vacunadores, incluso a los pastores, bajo un árbol grande o en alguna estructura descubierta de cemento, para repetir la capacitación que recibieron.
En muchos casos, esta enseñanza nueva es bien recibida y allana el camino para que una nueva generación de bebés con labio leporino logre sobrevivir.
“Una de las mamás dijo: ‘Si mi esposo se resiste a todos estos estigmas, no me importa qué digan los demás’”, relató Sperry.
En el transcurso del 2023, 18 trabajadores del Ministerio de Salud de los condados de Bong y Gbarpolu han sido capacitados, además de los 15 que recibieron su instrucción en los condados de Lofa y Grand Bassa, en 2022. Cada uno de estos profesionales médicos está llevando el material recopilado a todas partes, entre dos y cinco clínicas adicionales.
Sperry dijo que la implementación de esta capacitación del año pasado fue “un gran éxito”. Se mostró complacida de ver que los liberianos hacen propio el material cuando entienden bien quiénes se beneficiarían y quiénes podrían trabajar por el cambio en sus comunidades.
Para ayudar aún más a los bebés con labio leporino y a sus familias en Liberia, Samaritan’s Purse también ha organizado recientemente una conferencia de tres días para capacitar a los cirujanos locales. Este es el comienzo de un proceso de tres a cinco años para preparar a los médicos locales para que ellos realicen las cirugías de labio leporino y paladar hendido que, hasta este momento, han sido practicadas ampliamente por médicos expatriados.
Por favor, ora para que estas capacitaciones sigan moldeando la comprensión de los liberianos y para que a más bebés con labio leporino y paladar hendido se les permita vivir.