Un proyecto de crianza de Samaritan’s Purse está trayendo esperanza a comunidades empobrecidas.
Yen vive con su hija mayor y dos nietos en una aldea remota en el norte de Vietnam. Aunque trabajaban duro en los campos de arroz, se les dificultaba sobrevivir. El hijo de Yen, su hija menor y su yerno dejaron la aldea unos años atrás para tratar de obtener empleo en la ciudad.
La crisis de salud de COVID-19 hirió a Vietnam fuertemente, como a tantos otros países. El hijo de Yen perdió su empleo en una fábrica. Su hija y su yerno sufrieron pues les redujeron sus horas y sus salarios en sus trabajos. Yen comenzó a preocuparse cuando descubrió que sus hijos no tenían a dónde ir salvo volver a casa.
"Me preguntaba cómo subsistirían mis hijos. ¿Cómo podemos sobrevivir con solo una pequeña parcela de arroz y tierra sin cultivar?”
Por primera vez en mucho tiempo, Yen empezó a tener esperanza para un mejor futuro cuando escuchó del proyecto de sustento de Samaritan’s Purse que venía a su comunidad. Su familia recibió una vaca, así como capacitación para cuidar vacas, cómo construir un establo, cómo plantar pasto y el manejo financiero. También aprendieron cómo empezar un pequeño negocio de cría de animales.
Yen sabía que jamás hubiera podido comprar una vaca ella misma. “Estoy sumamente agradecida por esta oportunidad pues permite que mi familia tenga una nueva manera de sustento”, dijo.
La familia de Yen, así como otras 60 familias más en su aldea y una aldea vecina, participaron en la capacitación y recibieron vacas. La vaca que pertenece a Yen ya tenía seis meses de gestación, lo que implicaba que pronto tendría dos vacas, algo prometedor.
“Gracias, Samaritan’s Purse, por traer este proyecto a mi familia”.
Yen inmediatamente aplicó sus nuevos conocimientos al asegurarse que la vaca estuviera bien alimentada y cobijada durante los duros fríos de invierno. Registró su avance en gestación y calculó cuidadosamente el día de parto.
Ese día, gracias a su capacitación, Yen se dio cuenta que la vaca experimentaba un parto de nalgas y podría morir. Inmediatamente llamó el veterinario quien participó en el proyecto de Samaritan’s Purse.
Debido a que llamó rápidamente por ayuda, y gracias al apoyo del veterinario, nació un ternero saludable. “Me emocionó ver al recién nacido levantarse y caminar con su madre unas horas después de nacer”, dijo Yen.
La experiencia fortaleció la confianza de Yen en sus capacidades para comenzar un negocio de cría de animales.
“Ahora podemos pedir un préstamo al banco con más confianza. Espero poder comprar más vacas y tener una manada de diez”, dijo. “Mis hijos finalmente tienen paz de volver a casa y comenzar a trabajar en nuestra tierra que había estado abandonada durante años. Gracias, Samaritan’s Purse, por traer este proyecto a mi familia”.
