Equipos médicos trabajan en un hospital móvil en Carriacou

16 de julio, 2024 – Caribe

Nuestros médicos y enfermeras cuidan a cientos de pacientes en la isla.

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Al mirar por la colina costera donde solía operar el hospital de Carriacou hace unas semanas, ahora las carpas blancas y ordenadas del hospital móvil de emergencias de Samaritan’s Purse se extienden sobre el paisaje desolado de Carriacou.

Los más ancianos están entre los más vulnerables después de los desastres, y su cuidado requiere apoyo médico y emocional.

Los más ancianos están entre los más vulnerables después de los desastres, y su cuidado requiere apoyo médico y emocional.

Nuestro hospital móvil provee apoyo a la comunidad médica local, pues muchos lamentan sus propias pérdidas. Nuestro trabajo ayuda a contener la marea en el hospital local y permite que el personal se restaure.

“Agradecemos mucho el hospital móvil”, dijo Sherrien, miembro del sistema médico de Carriacou. Se encuentra bajo la lona azul de Samaritan’s Purse que cubre el antiguo hospital. Sherrien dijo que nuestro hospital móvil proveerá ayuda mientras se recuperan.

“Ha sido un golpe al sistema, y no hemos reacondicionado el hospital. Agradecemos toda la ayuda posible”, continuó. “Agradecemos a Dios. Dios es misericordioso. Y pienso que aunque no tenemos edificios, la gente permanece unida”.

El pequeño niño sufrió de una infección en la piel que no se hubiera tratado si no fuera por nuestro equipo.

El pequeño niño sufrió de una infección en la piel que no se hubiera tratado si no fuera por nuestro equipo.

Desde que el hospital móvil se abrió el 7 de julio, los equipos médicos de Samaritan’s Purse han tratado a más de 200 pacientes, incluyendo a un niñito y su padre llamado Aistan.

Aistan vivió lo que muchos en Carriacou experimentaron el 1 de julio mientras el huracán Beryl rugía tierra adentro.

“El viento… todo volaba”, dijo Aistan conmovido. “Mi casa se cayó”.

Él y el niño se refugiaron con un vecino cuando empezaron la lluvia y el viento. Ráfagas poderosas arrasaron su comunidad. Aistan dijo que en medio de todo salió a la tormenta y encontró a una mujer atrapada que pedía ayuda.

Aistan tuvo que atrapar a sus hijos, uno por uno, mientras ella los arrojaba de una ventana en el segundo piso. Era su única oportunidad de salvarse.

Al compartirlo, su niño, que lloró durante la tormenta, abrazó a su padre mientras aguardaban al médico.

El niño recibió pronto tratamiento a su condición, provocada posiblemente por una reacción a los contaminantes o agua sucia. Muchos en la isla han enfermado por la falta de sanitización y refugio.

“El huracán destruyó todo”, dijo Aistan.

El poder sanador de una mano que te sostiene

Otro paciente, un hombre anciano llamado Henry, llegó a nuestro hospital bastante deshidratado y débil. No podía recordar la última vez que comió. Había pasado quizá “más de una semana”, dijo.

Dr. Chris Brandenburg cares for Aistan's son who came in with a severe allergic reaction--most likely from the difficult conditions they've been living in since the storm.

El Dr. Chris Brandenburg cuida del hijo de Aistan que llegó con una severa reacción alérgica provocada por las condiciones difíciles que han vivido después de la tormenta.

Después de refugiarse con un amigo, Henry regresó y vio su casa demolida.

“Había desaparecido. No tenía dónde descansar”, dijo. “Lo que traía puesto era todo lo que me quedaba”.

Henry no tenía a donde ir. No tenía familia en la isla. Buscó lugar en un refugio saturado.

Pero el calor lo venció, y de hecho le provocó un ataque epiléptico, provocado por su falta de medicamento.

Solo en nuestro hospital pudo finalmente comer y recibir la medicina necesaria. Comió su primer alimento en días y se le rehidrató con suero.

“La mayoría de nuestros pacientes están entre los 60 y 70 años”, dijo Kristine, una de nuestras enfermeras. “Incluso tuvimos un paciente de 97 años. Estamos cuidando a los más vulnerables. La mayoría ha perdido todo. No tienen casas”.

Muchos, dijo, están solos en su sufrimiento. Antes de venir a Samaritan’s Purse, este era el caso de Henry.

La presencia sanadora de la esperanza

En menos de dos semanas de la catastrófica tormenta, Samaritan’s Purse ha cuidado a más de 200 pacientes en la isla de Carriacou.

Las vacunas del tétanos son las más comunes administradas en Carriacou.

Las vacunas del tétanos son las más comunes administradas en Carriacou.

El hijo de Aistan recibió el amor y cuidado mientras le daban medicina, no disponible en la isla, para su reacción alérgica. Además, la familia puede usar nuestros sistemas reversibles de ósmosis para obtener agua potable para sus necesidades diarias.

“Este hospital es lo mejor que pudo haber pasado”, dijo Aistan. “Porque Carriacou no tendría a dónde ir. Todos en la isla debemos trabajar juntos y ayudarnos, y entonces saldremos adelante”.

Henry se fortalece cada día mientras nuestro personal atiende sus necesidades y ora con él en el pabellón para hombres. Ya tiene su medicamento para las convulsiones y se le cuida día y noche.

Mientras esperamos que se recupere para darlo de alta, nuestro equipo sigue tratando infecciones, dando medicinas y mostrando a los de la isla que no están solos. Sin estos servicios, muchos otros habrían muerto de infecciones, hipertensión y más.

A través de cada historia de supervivencia y sanidad, nos acordamos de la poderosa obra que Dios sigue haciendo a través de Su pueblo después de los desastres.

En cada historia de supervivencia y sanación, se nos recuerda la poderosa obra que Dios continúa hacer a través de su pueblo después de los desastres.

*Nombre cambiado

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