Una madre llega a la fe en Jesucristo luego de que su hija recibe una cirugía de corazón que salva su vida, a través de Children's Heart Project.
Odgerel es una saludable niña de tres años, a quien le gusta correr y jugar en los pasamanos. Cuesta imaginar que hace dos años luchaba por su vida.
Desde el comienzo, su madre Tsatsaa notó que algo andaba mal cuando ella tenía ocho meses y su piel adquirió una pigmentación azul. Odgerel tenía casi un año y medio cuando comenzó a sentarse y casi dos años cuando comenzó a caminar. Generalmente, apenas se sentaba en cuclillas. Tsatsaa sabía que eso no era lo habitual, ya que Odgerel no cumplía las etapas de desarrollo como sus tres hermanos mayores.
Tsatsaa y su esposo, Odbaatar, viajaron casi seis horas desde su hogar en Erdenet hacia el hospital en la capital de Mongolia, Ulaanbaatar, en busca de ayuda para su hija. Los médicos les dijeron que un defecto cardíaco era la causa de los retrasos en el desarrollo de Odgerel, y se enteraron de que la niña hacía grandes esfuerzos para caminar y para comer porque le faltaba oxígeno.
La solución temporal fue que pasara mucho tiempo al aire libre en el campo. “Necesita aire puro para recibir suficiente oxígeno”, dijo Tsatsaa.
Erdenet es sede de varias fábricas de cobre que constantemente llenan el aire con nubes de polvo. Tsatsaa se enteró de que esto causó que otros niños de la ciudad nacieran con un defecto similar al de su hija. La afección se conoce como tetralogía de Fallot y consta de cuatro defectos cardíacos distintos que se presentan al nacer, incluidos un orificio y una obstrucción que reducen el flujo sanguíneo hacia los pulmones.
El viaje a las Caimán
El aire puro no sería suficiente para curar a Odgerel. Necesitaba una operación de corazón, y la necesitaba pronto.
Los doctores en Ulaanbaatar le hablaron a Tsatsaa sobre Children’s Heart Project de Samaritan’s Purse. Después de un chequeo, Odgerel viajó a las Islas Caimán para su operación, acompañada por Tsatsaa y una intérprete.
Samaritan’s Purse organizó que se quedaran con una familia anfitriona que las ayudaría llevándolas a las consultas médicas y cuidaría a Odgerel durante su recuperación.
A pesar de que Tsatsaa tenía esperanzas de que el procedimiento quirúrgico curaría a su hija, también estaba muy nerviosa y asustada. “Apenas terminó la cirugía, fui a visitarla a terapia intensiva. Ahí estaban todas las máquinas, todo el equipamiento, todas las máscaras… era escalofriante”. Pero Tsatsaa se mantuvo confiada en que Odgerel sanaría.
Además de preocuparse por la recuperación de Odgerel, Tsatsaa estaba inquieta por cómo su esposo cuidaría él solo a sus otros tres hijos, particularmente, por su dolor de espalda.
Tsatsaa participaba de un estudio bíblico regular en la casa donde estaba hospedada. El grupo solía orar por Odgerel, por Tsatsaa y por su familia en Mongolia.
“Había muchas personas orando”, dijo. “Cuando vi eso, pensé que yo también debía orar por mi hija”.
Oraciones contestadas
El grupo del estudio bíblico se comprometió a orar por el marido de Tsatsaa, y ella se llenó de alegría cuando él le informó que su dolor de espalda había desaparecido.
Durante ese período, Odgerel también tuvo grandes avances en su recuperación.
Al ver que Dios sanó a su esposo y a su hija, Tsatsaa decidió que quería entregarle su vida a Él.
“Antes de ir a las Caimán, practicaba el budismo”, contó ella. “Pero en las Caimán, cuando participaba en los estudios bíblicos, los debates y las oraciones, pensaba: ‘Esto es más práctico que el budismo’. Era más real, y me hizo creer en Dios”.
Llamó a su casa para contarle a su marido acerca de esta decisión importante. Él se alegró mucho y alentó a su esposa para que siguiera leyendo la Biblia y yendo a la iglesia.
Cuando Odgerel y Tsatsaa regresaron a casa, rápidamente la familia comenzó a participar en una iglesia de Erdenet. “Antes de la cirugía, era difícil. Me costaba sobrellevar las cosas, pero ahora estoy muy feliz y la carga que llevo es más liviana”, dijo Tsatsaa. “Ahora me doy cuenta de que tengo un corazón nuevo. Tengo la esperanza de que Dios está presente”.
Tsatsaa alaba a Dios por su nueva vida en Cristo y porque sanó físicamente a Odgerel. “Nadie podía hacer esto; únicamente Dios pudo hacerlo”, dijo. “No hay palabras para expresar mi agradecimiento a Samaritan’s Purse”.
“Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra… y les pondré un corazón de carne” (Ezequiel 36:26).
NICO NACIÓ CON UN DEFECTO DEL CORAZÓN que lo fatigaba y hacía que le faltara el aliento. Su familia no tenía muchas esperanzas de mejoría hasta que oyeron de Children’s Heart Project. Los procedimientos cardíacos pediátricos no están disponibles en muchos países, así que organizamos para que los niños vengan a Estados Unidos y el Caribe para cirugía. Un padre o guardián e intérprete acompañan a los niños, y los coordinamos con anfitriones e iglesias que abren sus puertas. A través de este ministerio, tanto Nico como su mamá recibieron a Jesucristo como su Salvador personal. Desde 1997, cerca de 1500 niños han tenido sus corazones reparados por este proyecto. Tu donación ayuda a cubrir el costo del avión y otros gastos para dar a más niños una segunda oportunidad.