Corazones nuevos, un propósito nuevo en Mongolia

febrero 6, 2023 • Mongolia

Hace tres años, un receptor del CHILDREN’S HEART PROJECT y su madre recibieron a Jesús en su vida mientras estaban en Estados Unidos para una cirugía cardíaca de emergencia. Hoy en día, él desea convertirse en un pastor

Children’s Heart Project
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A primera vista, Erdembayar parece un niño común y corriente de doce años. Le gusta participar con sus amigos de la clase de Educación Física de la escuela, así como montar a caballo y cocinar comidas coreanas, arroz frito y pasteles. Pero hasta hace tres años, no tenía energías para ninguna de estas cosas.

Erdembayar y su madre, Dolgor, saludan a Franklin Graham, vestidos con su atuendo mongol tradicional.

Antes, y durante años, a Erdembayar le costaba dormir por las noches; por eso, lo compensaba durante el día. A veces, incluso se dormía durante la clase, en la escuela, y la maestra lo despertaba cuando terminaba la hora.

“En general, no podía jugar tranquilamente con mis compañeros”, contó él describiendo cuánto le costaba correr.

Pero en 2019, todo eso cambió para Erdembayar, cuando le practicaron una cirugía cardíaca a través del Children’s Heart Project, el ministerio de Samaritan’s Purse que brinda a los niños cuidados cardíacos de emergencia que no están disponibles en sus países de origen.

Los primeros indicios de que algo andaba mal

A los 44 años, Dolgor quedó embarazada de Erdembayar. Era su quinto hijo, después de dos varones y dos niñas, y todo pareció desarrollarse sin problemas durante el embarazo y el parto. Pero a las primeras semanas que lo tuvo en brazos, comenzó a notar que su bebé emitía sonidos raros mientras lo amamantaba. Cuando él tenía tres meses, lo llevó al médico a causa de una tos y terminó enterándose de que Erdembayar, además, tenía una disfunción cardíaca.

Erdembayar tickles some of the other Children’s Heart Project recipients from Mongolia.

Erdembayar pasa el rato con algunos de los otros niños receptores del Children’s Heart Proyect originarios de Mongolia.

Cinco meses después, médicos de la capital de Ulaanbaatar viajaron doce horas hacia Bayandun, la localidad de Dolgor en la provincia de Dornod, ubicada en el límite oriental de Mongolia. Estos expertos examinaron al pequeño Erdembayar y determinaron que tenía un orificio en su corazón.

Durante los ocho años que siguieron, Dolgar y su esposo, Bayaraa, buscaron desesperadamente ayuda para su hijo menor. Ambos maestros de profesión, parecían no poder costear cada alternativa que descubrían. Es decir, hasta que se encontraron con el Children’s Heart Project.

El mensaje y los pilares cristianos de Samaritan’s Purse inmediatamente les trajeron a la memoria un folleto cristiano sobre Jesús que habían dejado en el terreno de la pareja a fines de los años 90. Lo que Dolgor escuchó sobre Children’s Heart Project le recordó acerca del amor sobre el que había leído en ese folleto, en aquella ocasión.

La esperanza, al fin

Dolgor estaba dando una clase el día que recibió la llamada de Children’s Heart Project para anunciarle que Erdembayar había sido seleccionado para la cirugía.

Erdembayar y su madre, Dolgor, en Ulaanbaatar.

Erdembayar y su madre, Dolgor, en Ulaanbaatar.

“Me quedé muda de felicidad, no pude decir nada”, relató Dolgor. En seguida, se excusó para ausentarse de la clase. “Salí al pasillo y, cerca de la ventana, me eché a llorar”.

En 2019, una enfermera llegó de Estados Unidos para acompañar a Erdembayar (de 9 años entonces) y a su madre en el viaje desde Mongolia hacia Carolina del Sur. Viajaron juntos con Zaya, una intérprete del Children’s Heart Project.

“Cuando aterrizamos en Estados Unidos, nos recibió el equipo de Samaritan’s Purse”, dijo Dolgor. “Yo estaba muy feliz. La familia anfitriona nos trató realmente de muy buena manera, siempre sonrientes y con mucha paciencia. Esas personas me sorprendieron”.

Jesús, mi mejor amigo

Durante su estadía en Carolina del Sur, todas las mañanas después del desayuno, Zaya estudiaba la Biblia con Dolgor y Erdembayar, usando “La gran aventura”, el programa de discipulado de doce lecciones diseñado para los destinatarios de las cajas de regalos de Operation Christmas Child. Cuando terminaron la última lección, Zaya le preguntó a Dolgor si le interesaba pedirle a Jesús que fuera su mejor amigo. Dolgor dijo que necesitaba más tiempo para tomar una decisión tan importante.

De pronto, Erdembayar preguntó: “¿Puedo aceptar a Jesús como mi mejor amigo?”.

La pregunta sorprendió a Zaya; ella pensaba que él era demasiado joven para entender lo que habían estudiado juntos cada mañana.

“Luego de eso, huyó corriendo hacia la planta alta”, dijo Zaya. “Él dijo: ‘Espera, por favor. Es una decisión muy importante. Primero necesito hablar con Dios”.

  • Franklin Graham le enseña a Erdembayar cómo usar la armónica que vino en su caja de regalos de Operation Christmas Child.
    Franklin Graham le enseña a Erdembayar cómo usar la armónica que vino en su caja de regalos de Operation Christmas Child.

Luego, en su habitación en la casa que los hospedaba, Erdembayar meditó un rato la decisión que cambiaría su vida y que estaba a punto de tomar. Entonces, regresó donde estaba su madre. Junto con Zaya y la familia anfitriona, el grupo oró con Erdembayar para dedicar su corazón y su vida al Señor Jesucristo.

“Ellos estaban muy felices y lloraban”, recordó Dolgor. “En ese momento, me sentí un poco incómoda con la noticia y le pregunté: ‘¿Estás seguro, hijo mío? ¿Vas a creer en Jesús? En Mongolia es diferente. Se burlan de los niños que creen en Jesús, diciéndoles cosas como: «¡Ay, el nenito de Jesús!»’”.

“Eso no es un problema”, dijo Erdembayar. “Yo creo en Jesús”.

Esto causó una buena impresión en Dolgor. Mientras seguía leyendo y pasando en limpio los versículos para memorizar que Zaya les había dado, dijo: “¡Empecé a pensar que era esto lo que yo necesitaba! Entonces, recibí a Jesús”.

Efectos duraderos

Por la gracia de Dios, tanto Erdembayar como Dolgor recibieron un nuevo corazón espiritual, incluso antes de que tuviera lugar el procedimiento quirúrgico. Para alivio de la familia y los amigos, cuando finalmente llegó el día tan esperado, todo salió bien en la cirugía.

“Cuando salí de la sala, mi mamá estaba muy feliz; al mismo tiempo, lloraba de alegría”, dijo Erdembayar.

“Estoy muy agradecido a Dios. Realmente, deseo cumplir sus mandamientos de compartir las Buenas Nuevas con las personas”.

Tras un período de recuperación en Estados Unidos, Erdembayar y Dolgor regresaron a Mongolia, donde él pronto empezó a jugar libremente con sus amigos. Las mejorías físicas producidas por la cirugía fueron obvias, pero también las espirituales, logradas a través de Jesucristo.

“Viví muchos cambios”, dijo Erdembayar. “También noté que mi mamá se quedaba más tranquila cuando recibía ciertas noticias. Estaba mucho más relajada. Por mi parte, creo que recibí la vida eterna y creo que Jesús está conmigo en todo momento”.

Un corazón agradecido

En la actualidad, Erdembayar y Dolgor asisten a la iglesia “El poder del Señor”, donde su clase de escuela dominical recientemente terminó el cuaderno de discipulado de “La gran aventura”. Fue la segunda vez que Erdembayar cursó estas lecciones, y él valoró especialmente la historia de David.

“Fue un muchacho muy valiente y siempre permaneció en su fe en Dios”, dijo Erdembayar, señalando que él también quiere ser como David.

Erdembayar sueña con ser un chef y dirigir su propio restaurante, pero también quiere ser pastor y crear una iglesia.

“Estoy muy agradecido a Dios”, dijo él. “Realmente, deseo cumplir sus mandamientos de compartir las Buenas Nuevas con las personas”.

Dolgor también vive su fe. Ayudó a organizar un evento de evangelismo en su comunidad y, por pedido de su pastor, tiene el privilegio de compartir con su congregación lo que está aprendiendo de Dios en las semanas que el pastor está de viaje.

Juntos, madre e hijo alumbran como luces brillantes para Jesucristo en el este de Mongolia.

“Les doy las gracias a todos”, dijo Erdembayar. “Les agradezco a mis doctores y a las personas que oraron por mí, a quienes brindaron ayuda económica. Les agradezco a todos y me siento muy en deuda con ustedes. Nunca, en toda mi vida, olvidaré su apoyo y su ayuda. Siempre recordaré sus buenas obras. ¡Muchísimas gracias!”

Erdembayar es uno de los casi 1 500 niños de todo el mundo que han recibido una cirugía cardíaca por medio del Children’s Heart Proyect.

Erdembayar es uno de los casi 1 500 niños de todo el mundo que han recibido una cirugía cardíaca por medio del Children’s Heart Proyect.

APOYO
About one out of every 100 babies has a heart defect that surgeons can routinely repair. Unfortunately, many of them are born in poor or remote places where their families cannot access the cardiac care they urgently need. Through our Children’s Heart Project, Samaritan’s Purse transports boys and girls from places like Bolivia, Mongolia, and Uganda to hospitals in North America. Doctors, hospitals, and host families and churches donate their time and services, but airfare is a major cost—typically $2,200 per person for international flights. For $22, you can share in this cost so that we can offer life-saving surgery and the unsurpassed hope of the Gospel. “But I have trusted in Your mercy; My heart shall rejoice in Your salvation” (Psalm 13:5).
Children’s Heart Project Uno de cada 100 bebés tiene un defecto del corazón que los cirujanos pueden correr como algo rutinario. Desafortunadamente, mucho de estos niños han nacido en lugares pobres o muy remotos donde sus familias no tienen acceso a los servicios cardíacos que urgentemente necesitan. Por medio del programa Children's Heart Project, Samaritan's Purse transporta a niños y niñas de países como Bolivia, Mongolia y Uganda hacia hospitales en Estados Unidos. identifica niños con condiciones de corazón de vida o muerte que viven en países donde no tienen la tecnología y el entrenamiento para su enfermedad. El programa los conecta con hospitales y cirujanos de EE.UU. que donan su tiempo y servicios. Los doctores, los hospitales y las familias e iglesias que reciben a estos niños donan su tiempo y servicios, pero los costos de los vuelos aéreos son los gastos mayores usualmente de $2.200 por persona en un vuelo internacional. Con $50 de donación, puedes compartir el costo y ofrecer una cirugía que salvará la vida de alguien y la inigualable esperanza de Jesucristo "el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6). "el camino, la verdad y la vida". (Juan 14:6)

Programa Children's Heart Project 013687
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