Operation Christmas Child ministra en Tahití

7 de agosto, 2024 • Polinesia Francesa
Niños de un vecindario de Papeete, Tahití, se regocijan al recibir las cajas llenas de regalos de Operation Christmas Child.

Samaritan’s Purse sirve a niños y niñas tahitianos que viven lejos del protagonismo de la competencia olímpica del surf.

Operation Christmas Child
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Recientemente, todas las miradas estuvieron puestas en la Polinesia Francesa a propósito de la competencia de surf de verano de los Juegos Olímpicos 2024. Los atletas de numerosos países, unificados por el amor al deporte y el espíritu de la competencia, lucharon por las medallas de oro, plata y bronce en algunas de las olas más grandes del mundo en Teahupo’o, Tahití.

A solo una hora y media de distancia al norte del sitio de la competición, un socio ministerial de Samaritan’s Purse en la ciudad de Papeete está ayudando a que los niños tahitianos desamparados y sus familias superen las olas de la pobreza espiritual y el abandono. Estos niños y niñas están hermanados por dos cosas: cada uno ha recibido una caja de regalos de Operation Christmas Child, llena de juguetes y otros objetos divertidos, y hoy en día están siendo discipulados para que prosigan en su relación con Jesucristo como Señor y Salvador. ¿Cuál es su premio? “Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).

El entusiasmo por mañana

El revuelo comenzó hace dos años, cuando una iglesia de Papeete fue la anfitriona de un evento evangelístico de Operation Christmas Child para los niños de un vecindario cercano. Usando las ilustraciones a todo color provistas por Samaritan’s Purse, presentaron el Evangelio de Jesucristo de una manera apta para los niños y sorprendieron a cada uno de los 35 niños con las cajas llenas de regalos que habían sido enviadas por personas amorosas de todas partes del mundo. ¡Los niños se regocijaron con sus tesoros nuevos!

Una niña de la Polinesia Francesa abraza el juguete “wow” de peluche que fue empacado en su caja de regalos.

Muchos de estos niños se inscribieron en el curso de discipulado La Gran Aventura y, durante las semanas que siguieron, completaron las 12 lecciones bíblicas para graduarse.

Incluso después de que los niños celebraron este hito, la iglesia siguió alcanzando a su vecindario fin de semana por medio. Un sábado, mientras un maestro y un ayudante estaban yéndose, un niño oyó que se decían uno al otro: “¡Nos vemos mañana!”.

“¿Ustedes volverán mañana?”, preguntó el niño, ilusionado con que la clase continuara el domingo, nuevamente. Pero, en cambio, el maestro le comentó que vería al ayudante en la iglesia al día siguiente.

“¡Yo también quiero venir!”, exclamó el niño.

Este simple pedido hizo que la iglesia comenzara a recibir, cada semana en la escuela dominical, a 15 chicos del vecindario tan a menudo ignorado. Al principio, su presencia inquietaba a los miembros de la iglesia de toda la vida, pero la alegría que ellos aportaron a la iglesia fue inigualable. Semana tras semana, estos niños aprendieron las historias bíblicas y continuaron recibiendo el discipulado como seguidores de Cristo.

Un servicio para familias enteras

El año pasado, la iglesia organizó otro evento evangelístico de Operation Christmas Child en un segundo vecindario necesitado de Papeete. ¡Esta reunión ministró a tantos niños, que tuvieron que usar cinco grandes pósters del Evangelio para que cada niño y niña tuvieran la oportunidad de ver las ilustraciones! La combinación de las Buenas Nuevas de salvación, junto con las cajas rebosantes de objetos que los niños nunca habían visto impactó a familias enteras con el mensaje del amor de Dios.

“Especialmente, es una gran bendición y una gran recompensa ver que los niños se dan cuenta de cuánto los ama el Padre, y cuán grande es su necesidad de Jesús”. —Socio ministerial de Tahití.

Una madre llamada Marie Claire agradeció al equipo ministerial en nombre de sus hijos: Junior (13), Mahealani (11) y Kohailani (9). Si bien ellos son oriundos de una isla de la Polinesia Francesa que se llama Scilly, ubicada al oeste de Bora-Bora y que es tan pequeña que solamente aparece en los mapas de los navegantes, Marie Claire y su familia ahora viven en una parte olvidada de Papeete. Cuando dos pastores los visitaron en su casa, tomaron la decisión de comenzar a ir a la iglesia. ¡Alabado sea Dios porque han estado asistiendo desde entonces!

Luego de los servicios dominicales, los socios ministeriales brindan una clase del curso de discipulado de La Gran Aventura para los hermanos y sus padres. Este grupo pequeño es un núcleo para los esfuerzos evangelísticos adicionales que hacen en su vecindario.

Marie Claire está agradecida por la enseñanza que recibió en La Gran Aventura y en la iglesia. Contó que ella conocía algunas historias bíblicas de antes, pero nunca supo que podían ser aplicadas a su vida.

La transformación en ambos lados del ministerio

A veces, este socio ministerial sirve a los niños de estos dos vecindarios pobres distintos al mismo tiempo.

“Ambos compromisos me han abierto más y más los ojos a la necesidad de profundizar nuestra relación con estos niños preciosos y con sus familias”, dijo una de las socias llamada Sara. También mencionó que la vida de su propia familia está siendo transformada, a medida que cambian las vidas de aquellos a quienes sirven.

Sara (segunda hilera y la segunda desde la izquierda) dijo que los niños que recibieron las cajas de regalos de Operation Christmas Child continúan infundiendo vida nueva a la iglesia.

“Podemos experimentar la realidad de acumular tesoros en el Cielo”, dijo Sara.

“Es verdad, muchas veces es difícil, agotador, incluso frustrante”, continuó para explicar que su ritmo de vida, sus prioridades y los horarios de sus fines de semana cambiaron para acomodarse a sus nuevos amigos jóvenes.

Pero los dividendos espirituales han sido sensacionales.

“Especialmente, es una gran bendición y una gran recompensa ver que los niños se dan cuenta de cuánto los ama el Padre, y cuán grande es su necesidad de Jesús”.

Sara y su familia están agradecidos por sus lugares de privilegio para ver la obra del Espíritu Santo. Ahora, años después de sus eventos de evangelismo de Operation Christmas Child, aún siguen viendo que los receptores de las cajas de regalos aprenden y crecen en el Señor.

APOYO
Operation Christmas Child A través de Operation Christmas Child, Samaritan's Purse está compartiendo las Buenas Nuevas de Jesucristo con millones de niños en más de 100 países cada año. Muchos de estos niños nunca han recibido un regalo o escuchado sobre el verdadero significado de la Navidad, hasta que abren sus cajas de regalos de una persona como tú. Algunas personas no pueden dar los $10 por caja que solicitamos para los costos de envío. Pero si adoptas una caja, puedes colaborar con ellos en enviar el Evangelio y ayudar "a fin que seas para salvación hasta lo último de la tierra"(Hechos 13:47, RVR1995).

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Adopta una caja: $10 | Adopta un Cartón de 15 cajas: $150
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