Una mujer de 94 años, en Florida, empaca cajas de regalos de Operation Christmas Child para niños necesitados como una expresión tangible del amor de Dios. ¡También motiva a otros a participar!
La jubilación esperaba ansiosamente para acoger a Sallie Simmons. Pronto cumpliría 65 años de edad y todos esos años de arduo trabajo quedarían atrás. Sin embargo, un día, Sallie tuvo un encuentro con Dios que cambió el rumbo de su vida.
"Me dirigía a casa, conduciendo un auto nuevo, cuando pensé: 'No estoy haciendo lo que debería hacer'. Me sentía como un barco sin vela".
Según los estándares del mundo, Sallie lo había logrado. Hija de un pobre agricultor, criada por su padre tras morir su madre cuando solo tenía 7 años, se convirtió en la primera de su familia en graduarse de la escuela secundaria. Trabajó como enfermera auxiliar registrada por varios años, antes de regresar a la escuela para graduarse como enfermera titulada.
Al conducir a casa ese día, el Espíritu Santo inquietó el corazón de Sallie y se dio cuenta que la jubilación debía marcar el inicio de una temporada diferente en su vida como cristiana.
"Crecí en la iglesia. Sabía dónde debería haber estado. Debí estar haciendo más por servir a mi Señor y Salvador Jesucristo. Si me había bendecido todos estos años, tengo que darle mi tiempo".
Sallie visitó la congregación Stanton Memorial Baptist Church en Miami, Florida y no perdió el tiempo para servir en el ministerio. Desde servir como chaperona en un campamento de verano para jóvenes y enseñar en la escuela dominical, hasta ayudar en un ministerio para personas con discapacidad visual, Sallie parecía estar en todas partes.
Al cabo del tiempo, Sallie se enteró de que la iglesia participaba en Operation Christmas Childy cuando supo la razón de las cajas llenas de regalos, se comprometió inmediatamente a empacar cajas. "Dios mío, vamos a plantar la semilla [del Evangelio]. Eso, simplemente, me arrebató el corazón".
Eso hace alrededor de 25 años y, como era de esperar, Sallie no se ha detenido.
Hasta lo último de la tierra
Sallie se describe a sí misma como una "joven de 94 años" y rápidamente le deja saber a los demás que todavía es capaz de conducir su automóvil. Es más, aún cuida de su hermana de 103 años.
Sallie es una oyente humilde, amable y atenta. Disfruta hablar con la gente sobre Operation Christmas Child y se ríe cuando le preguntan cuál es su artículo preferido para empacar en las cajas. "Todos", responde. "Me gustan todos".
Sin embargo, algunos de sus juguetes favoritos son los carros, muñecas y accesorios para el cabello. Sallie compra los artículos que incluirá en sus cajas durante todo el año, para tenerlos listos para la Semana Nacional de Recolección que se realiza en noviembre. Ella piensa que cada caja empacada con amor y oración tiene un propósito mayor que las agradables sorpresas que contiene.
"Una caja puede llegar a las manos de un niño que nunca ha tenido un regalo. Les muestra que hay alguien que los ama en el mundo. Eso puede transformar una vida", dijo Sallie.
A Sallie también le emociona pensar en todas las cajas de regalos que llegarán a los niños que viven en áreas de difícil acceso del mundo.
"Esas cajas van hasta lo último de la tierra para hablarles a otros de Jesús", afirmó. "Si nunca has empacado una, inténtalo. Te lo aseguro, hará que tu corazón se sienta bien".
"Esas cajas van hasta lo último de la tierra para hablarles a otros de Jesús".
Sallie lidera actualmente el proyecto Operation Christmas Child en Stanton Memorial, que funcionó por primera vez como centro de recolección de cajas el año pasado. Sallie no solo se dedica a empacar cajas de regalos, sino que apoya además a su equipo regional del área al este de Miami. "Soy una motivadora innata", dijo. No puedes hacerlo todo solo, debes de tener un equipo".
Confiando en Jesús
Sallie todavía recuerda las noches en las que escuchaba a su padre orar y leer la Biblia mientras estaba sentada en el pórtico. Él la invitaba a acompañarlo y le decía: "Ven, deja que papá te enseñe".
"Él leía las Escrituras con énfasis y pasión. Las lágrimas le brotaban de sus ojos".
No sería hasta años más tarde, cuando Sallie se convirtió en cristiana, que entendió la pasión de su padre por la Palabra de Dios y el amor por su Salvador".
"A medida que fui creciendo, comprendí de qué se trataban sus lágrimas. Puesto que cuando leo las Escrituras, mi corazón se inflama y lloro por la bondad del Señor. No puedo evitarlo".
Sallie ha tenido que aferrarse a su fe a través de algunas aguas turbulentas, especialmente cuando sus tres hijos adultos murieron con pocos años de diferencia. Además, confió en la fortaleza de Dios cuando padeció una enfermedad el año pasado. "Nunca había estado tan enferma en mi vida. Pensé que era hora de irme a casa".
Dios sostuvo a Sallie a través de sus pérdidas y enfermedad, por eso dijo que: "Le serviré hasta que muera" porque "sin Cristo, uno no es nada. Cuando aceptas a Jesucristo, tu vida es plena. Él es todo".
Sallie confía en que, independientemente de su edad, Dios todavía la tiene aquí por una razón y no quiere nada más que honrarlo en los días que le quedan. "Estoy lista para cuando me llame a casa. No se supone que tengas miedo a morir. Cuando uno muere, solo hace una transición. Cuando uno conoce a Cristo, lo que ocurre es una transición".
"Empaca una caja y preséntale a un niño a Cristo".
Sallie está comprometida a darle su tiempo a Dios, por lo que continúa activa en su iglesia y hablándole a otros acerca de Jesús, especialmente a través de Operation Christmas Child. "Es un ministerio muy cercano y querido para mí. Empacar una caja y presentarle a un niño a Cristo".
La Semana Nacional de Recolección de Operation Christmas Child es del 15 al 22 de noviembre.