Paz después de la tormenta

26 de marzo, 2024 • Estados Unidos
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Dios está transformando corazones en una Indiana golpeada por la tormenta.

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Steve Daggett (73 años) relató que el tornado de categoría EF3, que azotó su hogar en Winchester (Indiana), sonaba como el motor de un jet.

Steve Dagget huyó hacia su refugio casero cuando el tornado pasó sobre él.

Steve Dagget huyó hacia su refugio casero cuando el tornado pasó sobre él.

“Mis hijos dijeron que sonaba como un tren. Para mí, era como el ruido del motor de un jet cuando se pone en marcha”, dijo Steve al recordar el sonido ominoso del tornado mientras rugía a su paso por la ciudad y se acercaba a su calle.

Rápidamente, salió por la puerta trasera hacia el cerramiento de acero que había hecho para él y que había enterrado hacía años entre dos pinos de su jardín de atrás.

“Por un momento pensé que era el golpe final”, contó Steve. En los momentos aterradores mientras pasaba el embudo, se preguntó si aquellos serían sus últimos instantes de vida.

Fue uno de los cientos de propietarios que la noche del 14 de marzo fueron sorprendidos por al menos uno de los dos tornados categoría EF3 que se generaron durante la enorme tormenta que atravesó el Medio Oeste. Los tornados arrasaron con los negocios del centro y destruyeron cientos de viviendas en el centro-este de Indiana y en el cercano Ohio.

Antes de que el tornado azotara el vecindario de Steve, recortó lo alto de las casas de ladrillos, rompió las copas de los árboles viejos, aplastó molinos de viento y dejó hechas escombros casas rurales de toda la vida, levantándolas y derribándolas.

Asombrados por el amor de Dios y por Su pueblo

Minutos más tarde, cuando Steve salió de su refugio, se dio cuenta de lo cerca que había estado de la muerte. El embudo había pasado apenas sobre su cabeza mientras él mantenía cerrada la puerta.

Steve greets volunteer James Azure near the entrance to the storm shelter that saved his life.

Steve recibe al voluntario, y ahora amigo, James Azure, cerca de la entrada del refugio subterráneo que salvó su vida.

Los dos pinos que había sobre él quedaron partidos a la mitad. Su jardín estaba lleno de escombros (algunos de él, otros los arrastró hasta allí el huracán), incluidas hojas de cancioneros de una iglesia cercana que fue destruida. Los techos de metal quedaron enroscados alrededor de sus árboles y otros, enmarañados en las ramas altas.

Unos días después, mientras estaba sentado en su jardín delantero para entrar en calor luego de las noches que pasó sin energía eléctrica durante la repentina ola de frío, un voluntario de Samaritan’s Purse le preguntó si necesitaba ayuda. Poco después, nuestros voluntarios se pusieron a trabajar en su casa, levantando las ramas y otros desechos que llenaban su jardín.

“Estaba asombrado”, dijo. “No sabía que había tantos de ustedes en la zona”.

Samaritan’s Purse ha trabajado en la región desde el 16 de marzo, dirigiendo las tareas humanitarias en dos estados, ayudando a los propietarios con la remoción de árboles y escombros, la limpieza de los jardines y reparando los techos dañados por el viento con lonas.

Algunos propietarios pidieron ayuda para rescatar objetos de valor de los hogares destruidos por la tormenta.

Algunos propietarios pidieron ayuda para rescatar objetos de valor de los hogares destruidos por la tormenta.

Alabamos a Dios porque usó el trabajo de nuestros voluntarios para recordarle a Steve que únicamente puede encontrar esperanza en Jesucristo. Él nos dijo que ha pasado años espiritualmente “a la deriva”, y que este apoyo era necesario.

“Todos ustedes llegaron a mi puerta y, cuando estaban listos para irse, oraron por mí”, le dijo Steve a un voluntario. “Creo que eso era lo que más necesitaba, incluso más que toda la ayuda. Necesitaba que alguien orara por mí. Y creo que Dios está diciéndome algo por medio de la tormenta: que yo tenía que volver a Él nuevamente”.

Cuando culminaron su trabajo, los voluntarios le regalaron una Biblia Billy Graham de Estudio. Días después, cuando uno de nuestros voluntarios fue a ver cómo estaba, Steve le compartió que había pasado las últimas noches leyendo la Biblia por primera vez en mucho tiempo.

Otra propietaria a la cual ayudamos, Ladonna Aslinger, se mostró agradecida al recibir una Biblia firmada por todos los voluntarios que trabajaron en su casa.

Otra propietaria a la cual ayudamos, Ladonna Aslinger, se mostró agradecida al recibir una Biblia firmada por todos los voluntarios que trabajaron en su casa.

“Ustedes me regalaron esa Biblia el otro día, con todas las notas de Billy Graham, y es posible que él no me haya gustado mucho cuando lo escuché en mi adolescencia, pero les diré algo:

”Empecé a leer la parte sobre la salvación que está ahí. Realmente, fue muy importante para mí. Me abrió los ojos nuevamente de dónde debería estar con Dios. Estaba a la deriva y me he desviado lo suficiente”, dijo Steve.

A través del trabajo de los voluntarios de Samaritan’s Purse y de la verdad de Su Palabra, Dios abrió los ojos de Steve. Él renovó el compromiso con Jesucristo que hizo tanto tiempo atrás.

Volunteer James Azure struck up a friendship with Steve as our teams worked on his house. Through our work, friendship, and the Word of God given to him in a Billy Graham Study Bible, God has opened Steve's eyes to his great need for Jesus Christ in his life.

El voluntario James Azure entabló amistad con Steve mientras nuestros equipos trabajaban en su casa. Mediante nuestra labor, la amistad y la Palabra de Dios entregada a través de una Biblia de Estudio Billy Graham, Dios abrió los ojos de Steve a la gran necesidad de Jesucristo que hay en su vida.

“Esto es algo que recordaré por el resto de mi vida”, aseguró. “A veces, la vida realmente tiene sus idas y vueltas. Nunca sabes dónde terminarás, o qué sucederá a continuación. Pero, en verdad, algo bueno salió de este tornado. Tengo la fuerte sospecha de que me verán en la iglesia realmente muy pronto”.

Los voluntarios aún están trabajando

Cientos de voluntarios de Samaritan’s Purse todavía trabajan en Idiana y en Ohio, mientras los propietarios siguen pidiendo ayuda con la limpieza de la tormenta.

LOS HERMANOS ETHAN (DERECHA) Y EVAN WYATT FUERON VOLUNTARIOS POR PRIMERA VEZ EN INDIANA. LLEGARON DE SU CIUDAD NATAL QUE ESTÁ A UNA HORA DE WINCHESTER.

LOS HERMANOS ETHAN (DERECHA) Y EVAN WYATT FUERON VOLUNTARIOS POR PRIMERA VEZ EN INDIANA. LLEGARON DE SU CIUDAD NATAL QUE ESTÁ A UNA HORA DE WINCHESTER.

Los hermanos Ethan Wyatt (22) y Evan Wyatt (20), voluntarios por primera vez con Samaritan’s Purse, formaron parte de nuestros equipos que trabajaron en la calle de Steve, ayudando a los propietarios a quitar las ramas peligrosas, emparchando con lona los agujeros que quedaron en los techos y en los revestimientos por las esquirlas del tornado, así como rastrillando palos, tejas y otros escombros esparcidos en los jardines luego de la tormenta.

“La noche anterior le dije a Evan que estuviera listo a las 6 de la mañana porque nos iríamos”, relató Ethan, explicando una costumbre bastante habitual de sorprender a su hermano con una misión. “Vivimos bastante cerca, más o menos a una hora de distancia, por lo cual pensamos que sería una buena oportunidad para dar una mano a nuestras comunidades y hacer algo por la sociedad”.

UN EQUIPO CON UNA MOTOSIERRA DESMONTA LAS PELIGROSAS RAMAS PARTIDAS DE UN ÁRBOL AFECTADO POR EL TORNADO.

UN EQUIPO CON UNA MOTOSIERRA DESMONTA LAS PELIGROSAS RAMAS PARTIDAS DE UN ÁRBOL AFECTADO POR EL TORNADO.

Evan dijo que está agradecido por la sorpresiva jornada laboral del sábado a la mañana con Samaritan’s Purse, porque esta misión de último momento fue especialmente significativa.

“Es importante que pongamos manos a la obra en esto porque, aunque no conozcamos a las personas que estamos ayudando, viven cerca de nosotros”, reflexionó. “Es un privilegio poder ayudarlos en los momentos de necesidad”.

Los veteranos heridos en combate también estuvieron entre los equipos de voluntarios que trabajaron en Indiana, sirviendo a través de nuestro programa Team Patriot, el cual despliega parejas de militares que integran Operation Heal Our Patriots. Ellos acuden cuando hay desastres naturales en todo el país y, a menudo, tienen la oportunidad de ayudar a sus compañeros combatientes veteranos.

LOS VOLUNTARIOS DE TEAM PATRIOT AYUDARON AL COMBATIENTE VETERANO JAMES LANTER A RESCATAR PERTENENCIAS DE LOS DESPOJOS DE SU HOGAR.

LOS VOLUNTARIOS DE TEAM PATRIOT AYUDARON AL COMBATIENTE VETERANO JAMES LANTER A RESCATAR PERTENENCIAS DE LOS DESPOJOS DE SU HOGAR.

Shawn Hayes, veterano que sirvió durante diez años en la Marina, viajó a Alaska el verano pasado, una experiencia que según sus palabras salvó su matrimonio y renovó su deseo de servir a las personas a través de su iglesia y en otras partes.

“Estar con todos estos muchachos me da un sentido de pertenencia. Los conozco desde hace ¿cuánto, tres o cuatro días? Y ya son como de mi familia; como hermanos”, dijo Shawn. “Hemos sido hechos para servir. Es toda una bendición para mí. No le deseo esta destrucción a nadie, pero espero con ansias poder servir una y otra vez, tantas veces como me convoquen”.

Los equipos de Team Patriot sirvieron a decenas de propietarios durante su despliegue en Indiana, incluido un compañero combatiente veterano llamado James Lanter (que aparece en el video de arriba). Su casa quedó destruida, pero Shawn contó que James fue de bendición para ellos por su fe en Jesucristo, a pesar de la pérdida.

Por favor, continúa orando por los propietarios en Indiana y Ohio, por nuestros equipos que sirven en el nombre de Jesús, y para que Dios siga abriendo los ojos y los corazones de las personas al Evangelio de Jesucristo.

LOS VOLUNTARIOS ORAN CON UN PROPIETARIO EN WINCHESTER, INDIANA.

LOS VOLUNTARIOS ORAN CON UN PROPIETARIO EN WINCHESTER, INDIANA.

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Ayuda para desastres en EE. UU. Cada donación a U.S. Disaster Relief nos abastece para responder a catástrofes como el huracán Helene y otros desastres naturales en nuestra nación. Samaritan's Purse moviliza y prepara a miles de voluntarios para brindar ayuda de emergencia a las víctimas de inundaciones, tornados, incendios forestales y huracanes. Dondequiera que vayamos, llevamos consuelo y la esperanza del Evangelio de Jesucristo. Tras las grandes tormentas, solemos quedarnos para reconstruir casas para las personas que no tienen dónde recurrir para pedir ayuda.

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