Asociados de Samaritan's Purse colocan lonas plásticas en los techos y reparan las ventanas de los propietarios en las zonas en conflicto.
A medida que la guerra avanza, el este de Ucrania sigue sufriendo. Los bombardeos implacables han obligado a miles de personas a abandonar sus casas para buscar refugio provisorio en otras partes.
Una socia de Samaritan’s Purse llamada Nataliya está dirigiendo un equipo de ucranianos para ayudar a sus compatriotas en la región. Durante el último año, han provisto materiales para refugios de emergencia, tales como lonas, plexiglás y tableros de fibra orientadas (como aglomerados) para más de 350 familias con el fin de ayudarlos a arreglar juntos lo que quedó de sus viviendas.
“Aunque sean tres ventanas que necesitan reparación, nosotros estaremos presentes”, aseguró Nataliya.
Está resuelta a llevar esperanza a los corazones quebrantados.
“El plexiglás es casi milagroso”, dijo Nataliya. “Aporta luminosidad a los hogares”. En lugares donde los materiales opacos han cubierto ventanas durante meses, a veces, la esperanza toma la forma de un pedazo de acrílico transparente.
Dar calor y luz
Antes de la incursión rusa, la casa en la que creció Valeria* estaba llena de amor y de risas, ya que era el hogar de ella, su esposo, sus hijos y nietos. Pero todo eso cambió cuando la artillería destruyó las 22 ventanas y dejó daños en sus paredes. El techo no se derrumbó, y esa fue la única razón por la cual la familia pudo quedarse en la casa que estaba colmada de tantos recuerdos.
“Nuestras ventanas estaban apenas tapadas por un plástico delgado que el viento rompía constantemente”, dijo Valeria. “Hacía mucho frío dentro de la casa”.
Pero el equipo de Nataliya llegó con la esperanza (en la forma de plexiglás) y reparó todas sus ventanas.
Aliviada, Valeria dijo: “La casa volvió a ser abrigada y luminosa”.
Ofreciendo la esperanza eterna
Una propietaria mayor llamada Kateryna* agradeció no solo los arreglos materiales que le brindó una de nuestras socias cristianas, sino también la ayuda espiritual de estos voluntarios que compartieron la Palabra de Dios con ella.
“Cuando comenzó la guerra, me llené de ansiedad”, contó Kateryna. “Me es muy difícil estar sola; tengo pensamientos muy negativos sobre lo que sucederá después”.
Encima de esta lucha emocional, su casa resultó muy dañada y su techo quedó con goteras.
“Los voluntarios comenzaron a venir a mi pueblo. Brindaron ayuda; trajeron la Palabra de Dios. Gracias a las reparaciones que hicieron los voluntarios, la casa se volvió más abrigada y la lluvia no gotea sobre mi cabeza.
”Si no hubiera recibido esta ayuda, mi alma habría seguido sufriendo”.
Nataliya y su equipo están agradecidos por el apoyo de Samaritan’s Purse, ya que ayudan a personas como estas.
“Podemos llamarlos y hablar con ustedes de algo más que los informes”, dijo Nataliya. “Nos apoyan no solo a través de las asociaciones, sino también espiritualmente”.
Por favor, ora por nuestros asociados que cuidan a sus conciudadanos afectados por la guerra. Ora también para que la paz del Señor Jesucristo rebose los corazones y las almas llenas de ansiedad de los que están agobiados por el conflicto permanente.
*Se cambió el nombre por seguridad