Samaritan’s Purse está enseñando prácticas agrícolas innovadoras a mujeres vulnerables en Liberia a través del programa RECAL. Las mujeres también están aprendiendo sobre el amor y la provisión de Dios por ellas y sus familias.
Este año, Watta cosechó más de 10.000 pepinos y berenjenas típicas de la región de Lofa en Liberia. Aunque son totales impresionantes, tiene más esperanza por la cosecha de pimientos y maíz en unas semanas.
Está aprendiendo cómo sembrar mejor gracias al programa RECAL de Samaritan’s Purse. La antes estéril tierra de Kpokulo —su aldea natal— ahora presume cosechas abundantes.
Toma con la mano puñados de tierra rica en nutrientes y deja que resbale entre sus dedos. Jamás había sentido tal promesa sobre lo que el futuro tiene para ella y sus cinco hijos.
“De hecho hoy tengo esperanza”, dice con una gran sonrisa. “Esto no lo tenía antes. Solo esperábamos sufrir hasta morir. Ahora sé cómo planificar para el futuro, porque existe un futuro”.
Cultivando una futura esperanza
El programa de Samaritan’s Purse en Liberia llamado RECAL (cuyas siglas significan “rehabilitación de lugares afectados por ébola mediante la agricultura y sustento”) ayuda a satisfacer las necesidades físicas entre los liberianos al enseñarles técnicas agrícolas sustentables y eficientes para producir una gran variedad de comida nutritiva.
Esto incluye maneras específicas para la temporada y el tipo de tierra que aseguran y protegen las cosechas. Los participantes aprenden cómo proteger las plántulas en camas más altas antes de transferirlas al campo. También aprenden la importancia de permitir que ciertas plantas crezcan en bolsas de tela para controlar la calidad de la tierra, la erosión y la exposición a pesticidas.
Students also are instructed in how best to store and inventory plants after harvesting. Wise financial practices are emphasized to strengthen future planning and growth for business.
Y, por supuesto, la capacitación abarca las necesidades espirituales de las personas al enseñarles quién es Dios, Su amor por nosotros y cómo nos llama para vivir como Sus hijos.
Crecimiento desde un doloroso pasado
En décadas recientes, una nube negra descendió sobre Lofa y en las aldeas regionales como Kpokulo.
Los años de guerra civil en Liberia cosecharon amargura y desánimo en el pueblo de Kpokulo. Después vino el brote de ébola, dejando miles de tumbas, viudas y huérfanos.
La región de Lofa, antes considerada el lugar de pan de Liberia, experimentó escasez de alimentos ya que la siembra y cosecha se detuvo por disturbios civiles y la enfermedad.
Las olas resultantes de desánimo han llevado a generaciones de personas a creer que están solos, incluso malditos. Al atender las necesidades físicas y espirituales de las personas ayudamos a que las personas vean la vida con nuevos ojos.
Trayendo a unidad a la comunidad por el amor de Cristo
Fahmata, madre de cuatro, vive también en Kpokulo. También dijo haber experimentado muchos desafíos, pero a pesar de ellos da la gloria a Dios.
Unos años atrás, el esposo de Fahmata la abandonó con sus cuatro hijos y sin modo de sostenerlos.
A través de RECAL ha podido poner una granja detrás de su casa, y siembra berenjena, sandía y pepino. Esta granja provee de comida para su familia y cosechas para vender. Su esposo ha regresado y están juntos como pareja otra vez.
“Mi esperanza para el futuro es enviar a mis hijos a la escuela”, expresó Fahmata. “Antes no había sido posible. Sueño que serán los líderes del mañana”.
El jefe de la aldea Fayai Jusu ha visto el ministerio de Samaritan’s Purse traer paz a la comunidad que en el pasado se dividió por amargura y celos.
“Samaritan’s Purse nos ha ayudado a aprender a amarnos unos a otros como Dios nos amó”, explicó. “Somos creados a la imagen de Dios y debemos amarnos a nosotros mismos y unos a otros”.
Ahora el jefe Fayai tiene grandes esperanzas para Kpokulo, y desea que la siguiente generación conozca a Dios por sí mismos y elijan vivir en paz.
“Quiero que los niños aprendan así como nosotros”, dijo. “Deseo que vivan como un solo pueblo”.
En lugares remotos y empobrecidos del mundo donde no hay tiendas de comestibles o mercados, las personas deben cultivar su propia comida para sobrevivir. Al proveer a las familias herramientas, semillas y capacitación, Samaritan’s Purse ayuda a tener una cosecha suficiente para su alimentación. Su donación puede ayudar a que familias planten maíz en Bolivia, arroz en Cambodia, sorgo en Sudán del Sur y otras necesidades alrededor del mundo. Como promete la Palabra de Dios: “Si te dedicas a ayudar a los hambrientos… serás como un jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan” (Isaías 58:10-11).