Dios los recuerda

3 de diciembre 2021 - Estados Unidos
Voluntarios de Samaritan’s Purse trabajan duro en el área inundada de Whatcom County, Washington.

Samaritan’s Purse sirve a las familias afectadas por las inundaciones en Whatcom County, Washington.

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Cuando María González recibió la llamada de que su casa estaba siendo derribada por la inundación, se desmayó y se colapsó en el suelo, incapaz de procesar la devastación que sentía.

Samaritan's Purse volunteers helped remove ruined walls and flooring and debris from the Gonzalez home in Sumas, Washington.

Voluntarios de Samaritan’s Purse ayudan a quitar las paredes destruidas y el piso y otra basura del hogar de los González en Sumas, Washington.

For 14 years, she and her husband, Roberto, had raised three children and created a refuge for their family within their treasured house in Sumas, Washington. While small floods are somewhat common for the area, the magnitude of this disaster was unprecedented and took local authorities and communities alike by surprise.

Hoy Samaritan’s Purse se encuentra en el área en Whatom County, Washington, respondiendo a los diversos deslaves e inundaciones que han dado lugar a cientos de evacuaciones, cierre de carreteras y daños a más de 500 hogares.

We deployed a Disaster Relief Unit—a tractor trailer filled with supplies and equipment—from our West Coast Ministry Center in Fullerton, California, to aid hurting families, including the Gonzalezes.

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Tragedia tras tragedia

“Veíamos en la página de Facebook de Sumas cómo el agua subía”, el hijo de María, Rigo, explicó. Compartió que, cuando empezó la inundación, su hermana es estaba cansando en otro estado y la familia no estaba por haber ido a celebrar.

Diversos deslaves e inundaciones resultaron en cientos de evacuaciones, cierres de caminos y daños a más de 500 hogares en Whatcom County, Washington.

Diversos deslaves e inundaciones resultaron en cientos de evacuaciones, cierres de caminos y daños a más de 500 hogares en Whatcom County, Washington.

Al regresar a casa, la realidad del daño fue difícil de soportar. “No esperábamos ver nuestra casa así. Cuando abrimos la puerta y vimos el agua, estaba muy alta. Mi mamá empezó a sentir pánico. Nuestro piso estaba hinchado y levantado y el garaje inundado”. Rigo se tragó las lágrimas mientras nos contaba la experiencia.

Como muchos otros vecinos en Whatcom County, la familia González ya había experimentado pruebas y dificultades el año anterior. Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, Roberto perdió su trabajo y su familia empezó a batallar financieramente.

The Gonzalez family lost many personal belongings, but they also lost a close friend in the flood. When recounting all of the recent tragedies he’s endured, Roberto pointed to the remains of his house and said, “This is not important. Life is what is important.”

La familia González perdió muchas cosas personales, pero también un amigo cercano durante la inundación.

Entonces, como resultado de la lluvia y las inundaciones, perdieron muchas posesiones personales. Los autos de Roberto y María se arruinaron y todo el primer piso de su casa quedó sin remedio. Aunque las pérdidas materiales eran difíciles de comprender, este desastre trajo consigo algo mayor.

“Mi amigo murió”, compartió Roberto. Explicó que su amigo José, un granjero, trabajaba a temprana hora. La mañana de la primera gran inundación, José iba de camino a la granja local cuando el agua se elevó tanto que barrió con su auto.

José murió esa mañana y Roberto compartió que el dolor era “simplemente demasiado”. Cuando contó las tragedias que ha soportado, Roberto señaló los restos de la casa y dijo: “Eso no es importante. La vida es lo que importa”.

Testigo fiel

Los voluntarios de Samaritan’s Purse trabajan diligentemente en las áreas más afectadas del noroeste de Washington. Cada día, los equipos limpian hogares, remueven escombros y rescatan objetos personales en tanto recuerdan a las familias afectadas de Whatcom County que ni sus vecinos ni Dios los han olvidado.

Para María, Roberto y su familia hicimos una limpieza completa: removimos el yeso y quitamos los electrodomésticos antes de sanitizar la casa para prevenir que crezca el moho.

Volunteers presented a Bible to the Gonzalez family after their work was completed.

La familia se fortaleció por el duro trabajo de los voluntarios y espiritualmente se animaron durante nuestro tiempo en su casa.

Durante las reparaciones, Roberto trabajó mano a mano con los voluntarios, encargándose del hogar que ama y expresando su gratitud por Samaritan’s Purse

Cuando hablaron de las renovaciones, María se desbordó de emoción y dijo: “Me alegra que hayan venido para ayudar. Dios es bueno. Al ver los corazones de los voluntarios siento que Dios no me ha abandonado”.

Al terminar el trabajo en la casa de la familia González, Samaritan’s Purse les dio una Biblia en español y tomó tiempo para orar por ellos y su hogar. Con lágrimas de gratitud en los ojos, María aceptó la Biblia y la abrazó. Se trató de un momento sagrado que ejemplificó perfectamente porqué el personal y los voluntarios de Samaritan’s Purse van y sirven en el nombre de Jesús.

Me alegra que hayan venido para ayudar. Dios es bueno. Al ver los corazones de los voluntarios siento que Dios no me ha abandonado”.

Por favor, ora por las familias afectadas por las recientes inundaciones en Washington y por los voluntarios de Samaritan’s Purse que los sirven fielmente.

Se necesitan más voluntarios en Washington y otros lugares donde North American Ministries está sirviendo. Por favor, entérese de más en spvolunteer.org..

The Gonzalezes are one of hundreds of families impacted by recent flooding in Washington State.

La familia González es una de las cientos de afectadas por las inundaciones recientes en Washington.

APOYO
Ayuda para desastres en EE. UU. Cada donación a U.S. Disaster Relief nos abastece para responder a catástrofes como el huracán Helene y otros desastres naturales en nuestra nación. Samaritan's Purse moviliza y prepara a miles de voluntarios para brindar ayuda de emergencia a las víctimas de inundaciones, tornados, incendios forestales y huracanes. Dondequiera que vayamos, llevamos consuelo y la esperanza del Evangelio de Jesucristo. Tras las grandes tormentas, solemos quedarnos para reconstruir casas para las personas que no tienen dónde recurrir para pedir ayuda.

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