Samaritan’s Purse trabajó con iglesias locales y estableció puntos de agua en sus propiedades, para proveer agua potable a las comunidades heridas y fortalecer el ministerio en sus congregaciones locales.
Años atrás, cuando Milton Heredia era miembro de un cartel, pudo haber visto la devastación de Acapulco como una oportunidad de “negocios”. El huracán Otis dejó a la gente vulnerable, y las pandillas suelen aprovecharse de la desesperación.
Pero ahora, con una década de vida nueva —“diez años de caminar con Dios”— el pastor Milton ve a los que sufren en Acapulco con compasión y preocupación. Cuando se dio cuenta de sus necesidades después de la tormenta, rápidamente quiso proveerles de agua potable.
Las familias durmieron durante semanas en la intemperie debido al calor. Los enjambres de mosquitos invadieron sus hogares por el agua estancada en la costa del estado de Guerrero. Las tiendas cerraron. El precio del agua embotellada se disparó.
“Cobraban el doble o más por agua”, dijo el pastor Milton.
Entonces vio la oportunidad de mostrar el amor de Jesús a las personas en su vecindario.
Así que, el pastor pidió prestado un auto y manejó tres horas para traer un generador que funciona con gasolina y 60 litros de combustible. Cuando regresó, hizo funcionar una bomba para extraer agua de un pozo e invitó a la comunidad a disfrutar el agua sin costo, y a cargar las baterías de sus teléfonos.
“Sacamos agua del pozo y la dábamos a los vecinos”, dijo. “Llevábamos el agua de un lado a otro. Y cargábamos teléfonos y lámparas. Usamos el generador por tres horas, luego nos deteníamos una hora, y luego volvía a funcionar por tres horas”.
Se dio la vuelta para ver a Dios obrar
Entonces conoció al equipo de Samaritan’s Purse.
El pastor Milton andaba en su motocicleta en Acapulco con una sierra eléctrica colgada al hombro. Había estado cortando árboles derribados alrededor de su iglesia y su vecindario e iba en camino para devolver la sierra a un amigo.
“Recuerdo haber pensado: ‘¿Por qué andan cinco americanos caminando por el centro con camisetas de color anaranjado?’”, dijo. Luego escuchó que Dios le pedía que se diera la vuelta.
“¿Sabes cómo a veces Dios te habla al corazón?”, dijo. “Habló a mi corazón y me dijo que me diera la vuelta. Así que me detuve y dije: ‘¿Tengo que hacerlo?’ Y Dios dijo: ‘Date la vuelta’”.
“Me di la vuelta”.
Ya más cerca, reconoció el logo de las camisas de color naranja, porque había visto un comercial de Samaritan’s Purse un año atrás.
“Les pregunté qué hacían en Acapulco. Les dije que era el pastor de una iglesia”, dijo. Luego el pastor Milton describió lo que pasaba en su comunidad y con el agua. “Uno de ellos dijo: ‘Muy bien. Dame tu número. Iremos mañana a tu iglesia’”.
El pastor no se dio cuenta que el hombre al que Dios lo había dirigido era parte de nuestro equipo de agua, salubridad e higiene (WASH) y trabajaba para establecer puntos de agua en iglesias locales. Para entonces, Samaritan’s Purse había estado trabajando en la región por un par de semanas.
Lo que nuestro equipo no sabía era que el pastor Milton ya tenía en funcionamiento un plan con su generador, su bomba y una larga manguera a la que había conectado múltiples salidas. También se sorprendieron al ver que su iglesia había perdido el techo.
A unos días de su encuentro, Samaritan’s Purse remplazó el techo de la iglesia con tejas de uso rudo e instalaron múltiples paneles solares. Remplazaron la vieja bomba con una versión que tiene un sistema de filtración de ósmosis reversible, todo conectado a los paneles solares.
“Ahora tienes agua para siempre”, le dijo Mike Morningstar, nuestro ingeniero. “Ahora tu comunidad tendrá agua potable por mucho tiempo”.
El agua se conectó a un lugar con diversas llaves para que varias personas puedan llenar jarras y bidones para sus familias.
Señalar al Agua Viva
El agua ha hecho que la iglesia sea una luz en su comunidad.
“Algunas personas han aceptado a Jesús después de venir por agua”, dijo el pastor Milton”. “Podemos usar esta bendición para bendecir a otros y animarlos a que vengan a los pies del Señor. Si no tienen una iglesia, les decimos que vengan aquí. Pero no es obligatorio. Solo los animamos a que se reúnan en algún lugar”.
“Solo queremos que la luz del Señor brille en las vidas de las personas. Es un momento difícil ahora, pero tenemos abundancia. Miles de litros. Así que, damos a las personas gratuitamente lo que Dios nos ha dado a nosotros”.
El 9 de febrero marca una década desde que el pastor Milton le dio su vida a Jesucristo y dejó los cárteles. Algunos en su comunidad se encuentran perplejos pro su generosidad después de Otis. Pero el pastor tiene una sencilla respuesta que data de una década atrás.
“Quizá la gente se pregunte porqué hacemos esto los cristianos. ¿Dar agua gratuitamente?”, dijo. “Pasé 20 años de mi vida sin dinero. Autos. Drogándome. Lastimé a muchas personas. Pero era una vida falsa. El pecado da placer por un momento. Pero solo eso. Un momento. Malgasté 20 años de mi vida.
“Ahora no tengo mucho dinero, pero Él es fiel. Mis hijos siempre tienen comida en la mesa. Han sido los mejores 10 años de mi vida. Un 9 de febrero, hace 10 años, oré. Me acuerdo con claridad. “Señor, si existes, ayúdame. Escucha mi oración; ayúdame”. Y dije: “Toma mi mano y no la sueltes”.
“Él ha sido fiel. Por eso hago esto”, dijo el pastor Milton. “Por eso me agrada hacer este trabajo. Agradezco a mis hermanos en Samaritan’s Purse por lo que hicieron por nosotros en esta difícil situación”.
Durante nuestra respuesta por el huracán Otis desde octubre del 2023 hasta febrero de este año, Samaritan’s Purse ha enviado más de 180 000 libras de ayuda en cuatro vuelos a Acapulco. Hemos distribuido más de 238 000 libras de comida, incluyendo comidas calientes. Hemos servido a través de iglesias locales, y dado 12 000 kits de refugio, más de 8000 lámparas solares, más de 10 000 cubetas, más de 1400 kits de higiene, y más de 480 kits de cocina. Hemos establecido 10 puntos de agua que funcionan con energía solar en iglesias alrededor de la ciudad para proveer de agua potable. Hemos desplegado cuatro sistemas FreshSprings. Además, los equipos de Samaritan’s Purse han reparado los techos de más de 200 hogares y provisto de nuevos techos a docenas de iglesias. Alabamos a Dios por el trabajo que se hace en estas comunidades; casi 400 personas han recibido a Jesucristo como Señor y Salvador.