A través de nuestra misión de cataratas en Sudán del Sur, cientos de personas experimentaron el amor de Jesucristo y pueden ver otra vez.
Las cirugías de cataratas cambian las vidas en las áreas remotas de Sudán del Sur.
A los 10 años, Chiray empezó a perder la vista. Por mucho tiempo culpó a las hojas venenosas que tocaron sus ojos. Por lo menos, ahí fue donde empezó el dolor. Un poco después, quedó ciego.
Sea lo que causara sus cataratas, la pérdida de su visión lo transformó. Desde entonces depende de familia y vecinos para sus necesidades diarias. Por su ceguera de los últimos 14 años, no terminó la escuela ni ha podido trabajar. Se preguntaba si algún día tendría una familia, o incluso un futuro sin que alguien lo cuidara.
Los experimentados cirujanos se comprometen con el proyecto para compartir el amor de Jesucristo a través de estas cirugías.
“Como un hombre adulto, debería estar casado, pero no tengo ganado para pagar por una novia. No tengo nada mío, porque no puedo siquiera cuidarme a mí mismo”, le dijo Chiray, quien vive con su tía, a las enfermeras de Samaritan’s Purse mientras lo examinaban.
El último mes mucho de esto cambió, porque nuestros cirujanos removieron sus cataratas mediante un procedimiento sencillo y rápido. Cuando le quitaron las vendas al día siguiente, su rostro se iluminó pues pudo ver por primera vez desde su niñez.
Lo enviamos a casa con su nueva vista y una Biblia en audio en su idioma. Lo animamos también a ir a una iglesia. Prometió hacerlo. Será el primero en su familia en ir.
Nueva vista. Nueva vida en Cristo.
En febrero de este año, nuestro equipo de cirugía de cataratas colocó un quirófano en Mankien, Sudán del Sur, donde cirujanos y enfermeros proveyeron del regalo de vista restaurada a más de 350 pacientes.
Los equipos de ministerio, que incluyen pastores y capellanes, también laboran ahí, ofreciendo ánimo a los pacientes, compartiendo la Palabra de Dios y diciendo las Buenas Nuevas a familiares y pacientes. Los equipos también mostraron la película de JESÚS y le dieron a los pacientes audio Biblias narradas en su idioma. Muchos pacientes recibieron vista espiritual en la misma semana que pudieron removerse sus cataratas.
Hay muchos pacientes jóvenes que sufren de la vista desde temprana edad.
Los pacientes vienen de kilómetros a la redonda, unos caminando por días y dependiendo de la amabilidad de extraños en el camino. Una paciente vino en una carretilla y celebró sus nuevos ojos de regreso a casa. A otros los guían niños pequeños.
El gozo ilumina los rostros de los pacientes que pueden ver otra vez.
Todos experimentan el amor de Jesucristo a través de nuestros equipos de cirujanos y ministerio. Muchos de ellos también empiezan nuevas vidas con Jesucristo, que es lo que pasó con Nyekur, de 80 años, durante su estadía en Mankien.
Por primera vez escuchó el Evangelio de Jesucristo durante un servicio en la capilla del hospital.
Ahí recibió a Jesús como Señor y Salvador. Lo alabó en voz alta al siguiente día cuando le quitaron el vendaje y pudo ver, por primera vez en siete años, a su hermana gemela. Regresaron caminando juntas a Mankien.
Pudo ver a sus nietos otra vez
Nyakwane, 58, viajó tres días, y tomó una canoa en el camino para atravesar los pantanos de la temporada de lluvias en Sudán del Sur.
Los pacientes vienen de lejos y viajan por diferentes medios.
A little over two years ago cataracts had taken her sight and she’d given up hope of ever seeing again. But within only a few days of arriving at our clinic, our surgeons removed her cataracts.
Por más de dos años, las cataratas la privaron de ver y perdió la esperanza de hacerlo otra vez. Pero a los pocos días de llegar a la clínica, nuestros cirujanos removieron sus cataratas.
Nyakwane también se emocionó al aprender más de Dios y escuchar al pastor local compartir el Evangelio durante un servicio especial. Cuando regrese a casa, dijo, planea asistir a la iglesia cerca de su aldea con su familia también.
Agradece que puede caminar por sí misma, y puede ver el camino con sus propios ojos.
“Quiero aprender más de Dios y contarle a mi familia sobre su amor”, dijo.
El equipo de cirugía usa equipo de alta calidad para remover cataratas.
Por favor, ora con nosotros por estos pacientes mientras vuelven a casa y a sus familias. Ora por sanidad y que Dios se mueva en maneras poderosas a través de sus testimonios sobre la provisión de Dios con la que regresan de Mankien.
Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo. Juan 9:25
Nuestro equipo viajó a Sudán del Sur en nuestro avión DC-3.
