El director de operaciones, Edward Graham, estuvo recientemente sobre el terreno para visitar el trabajo en curso.
Edward Graham, director de operaciones de Samaritan’s Purse, estuvo en California entre los días 3 y el 5 de febrero para alentar a los voluntarios, los propietarios y los bomberos, y visitar la labor en curso del ministerio en las comunidades diezmadas por los incendios forestales recientes.
Dos incendios forestales se convirtieron en unos de los más destructivos de la historia del estado, cuando los vientos de Santa Ana de 80 mph (130 km/h) los convirtieron en enormes oleadas de llamas que se precipitaron cuesta abajo e irrumpieron en las ciudades dormidas, la noche del 7 de enero.
Los bomberos de Pacific Palisades relataron las agotadoras semanas de combatir el fuego mortal.
Mientras las alarmas de evacuación despertaban a los habitantes, los bomberos combatían con todas sus fuerzas las ráfagas imprevisibles y abrasadoras… hasta que el agua se agotó. Entonces, lucharon por sobrevivir.
Los bomberos le relataron la noche a Edward Graham durante su visita a Pacific Palisades, con ojos cansados y expresiones atormentadas.
“Les pregunté: ‘¿Cómo es que no perdieron la esperanza?’”, dijo Graham. “Y algunos se pusieron muy serios, fue como que sus rostros se transformaron y dijeron: ‘La verdad es que oré por primera vez en mucho tiempo, pidiendo poder salir de ahí, que mis hombres lo lograran’”.
Gracias a su carrera como soldado Ranger, Graham tiene una idea de lo que están sufriendo estos hombres desgastados por la batalla. También entiende por qué están tan agradecidos por los sistemas de filtrado de agua que Samaritan’s Purse puso en marcha en dos cuarteles de bomberos luego de que el presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, los visitó la semana pasada y se enteró de que el agua estaba contaminada.
“Están exhaustos”, dijo Edward Graham. “Hace días que no duermen, y todavía están de guardia por otras emergencias. He estado en combate sin bañarme, excepto cuando usaba botellas de agua, durante unos seis meses… La moral se eleva cuando puedes conseguir agua dulce, limpia y segura. Es por esa razón que papá los puso en marcha en estos cuarteles de bomberos: para mostrar su amor por ellos”.
Samaritan’s Purse proveyó un sistema de filtrado de agua para un cuartel local de bomberos.
Combatir incendios para Cristo
La misma motivación impulsa a Robert Bates, miembro de Firefighters for Christ (Bomberos para Cristo) y jefe de bomberos ya retirado, para colaborar con Samaritan’s Purse y escoltarnos a la zona del incendio.
Mientras conducía por la carretera de la costa del Pacífico, Bates describió sus años como capitán en el Cuartel de Bomberos 69, en pleno centro de Pacific Palisades.
Robert Bates (centro), miembro de Firefighters for Christ, les presenta a Edward Graham a los bomberos de un cuartel local.
“Todos se conocían y se saludaban con la mano”, recordó Bates. “El clima era siempre el mismo, 75 grados. Era un pueblo hermoso alrededor del cuartel de bomberos, y podías contemplar todo alrededor en 360 grados, y fue diezmado por el incendio. Yo no podía creerlo. Es casi como estar en la Twilight Zone”.
Al pasar parcela tras parcela, todo lo que se ve está derrumbado, destrozado, manchado de negro y gris. Luego, una casa que se mantiene intacta. A lo largo de toda la zona del incendio, algunas casas en pie son un contraste chocante con las de sus vecinos.
“Realmente, no puedes dirigir algo a menos que lo veas por ti mismo”, dijo Graham. “Pero es muy duro ver esto. La devastación es increíble”.
Estos son los lugares donde Samaritan’s Purse está llamado a compartir el Evangelio, pero hay que trabajar mucho para ganarse esa oportunidad. Firefighters for Christ han salido cada día como voluntarios de un equipo de Samaritan’s Purse con ese objetivo en mente.
Graham y Luther Harrison, el vicepresidente de North American Ministries de Samaritan’s Purse, se reunió con los bomberos para orar.
“Ellos quieren combatir este incendio y recuperar sus comunidades en el nombre de Cristo”, dijo Graham. “Estamos agradecidos por la oportunidad que tenemos de colaborar juntos”.
Además de suministrar agua potable para los bomberos de los cuarteles 96 y 23, Samaritan’s Purse está distribuyendo equipos para protección personal en la zona del incendio de Palisades. Se han recopilado más de 450 pedidos de ayuda para recuperar bienes personales, y el ministerio está listo para empezar a servir a estas familias.
Los voluntarios de Samaritan’s Purse trabajan en California.
“Esperamos que el gobierno acceda a que entremos con el propietario y les dé permiso para revisar su casa y encontrar lo que necesita, de manera rápida y segura”, dijo Graham.
La familia Ford se aferra a la fe
Mientras tanto, los equipos de voluntarios han estado haciendo precisamente eso por las familias de la zona del incendio Eaton, donde Graham visitó los lugares de trabajo al día siguiente, y comenzó en el hogar de la familia Ford.
En 1964, el padre de Joe Ford compró esta casa en Altadena por $15 500, con una hipoteca de $95 por mes. Apenas había estudiado hasta el sexto grado, pero trabajaba en tres empleos para darles un techo para vivir. Joe recuerda cómo rotaban entre los servicios públicos (un mes el agua, al siguiente la electricidad, y luego el gas), pero dice que nunca faltó el amor en el hogar de los Ford.
Los voluntarios de Samaritan’s Purse trabajan en California.
“Mi papá no creía en eso de pedir ayuda para nada”, dijo Joe Ford. “Si no podías lograrlo tú mismo, era porque no lo necesitabas. Sin embargo, él siempre estaba ayudando a otros. Siempre había gente que se alojaba en nuestra casa”.
Joe y su esposa, Lerna, siguieron su ejemplo mientras establecían su propia vida en el hogar familiar. A lo largo de los años, han recibido a jóvenes que vivían en la indigencia y, en la actualidad, Joe dirige un hogar de acogida para muchachos adolescentes. Cuando la alarma de emergencias los despertó a las 3 de la mañana del 8 de enero, inmediatamente salieron de su casa para ayudar a evacuar a los niños que vivían a pocas cuadras de distancia.
Cuando regresaron a su casa y sus pertenencias, las viviendas en ambos lados de su cuadra estaban en llamas.
Los Ford se emocionan cuando los voluntarios de Samaritan’s Purse empiezan a encontrar pequeños adornos en medio de la destrucción de su casa en Altadena.
“Mi esposa me pedía que me volteara, diciendo que no valía la pena”, dijo Joe. “Yo quería regresar como fuera y regar la casa; entonces, la miré y vi el terror en su rostro. Tuve que darme vuelta”.
La casa de los Ford ha desaparecido y, al contemplar la gruesa capa de cenizas que quedaron en su lugar, cuesta imaginar que haya podido quedar algo reconocible. Aun así, los voluntarios de Samaritan’s Purse están bien entrenados y buscan durante horas con la esperanza de encontrar alguna cosa con valor sentimental para la familia.
“Cuando miras una casa completamente destruida y no sabes por dónde empezar, comienzas a buscar aquellas cosas que significan algo para ti”, dijo Graham.
Cuando él le preguntó a los Ford qué les gustaría encontrar, Joe respondió que ya había recuperado algo importante: la espada de la Guerra Civil que perteneció a su bisabuelo, que estaba exhibida en su casa.
Joe dijo que la espada también tendrá un lugar en su nueva casa (como sea que se vea) y que ahora espera que el equipo pueda hallar algunas de las pertenencias preciadas de su esposa.
“No tengo que recuperarlo todo”, dijo Joe. “Nos tomó 40 años conseguirlo, así que si no lo recupero, no lo recupero, pero yo confío en Dios. Él no dijo que no pasarías por cosas como esta. Dijo que Él estará contigo”.
“Qué linda familia”, dijo Graham. “No han perdido la esperanza. Muchas veces me sorprende ser bendecido cuando conozco a algunas de las personas más increíbles. Lo han perdido todo y, de alguna manera, ellos me animan a mí”.
Las iglesias locales comparten el amor de Dios
Así como los Ford se aferran a la esperanza eterna mediante su relación con Jesucristo, otras personas que quedaron devastadas por estos incendios se sienten desesperadas. Nuestros voluntarios (que actúan como las manos y los pies del Señor) están allí para llevarles esperanza en el nombre de Jesús. Cuando Graham visitó a nuestros voluntarios que estaban trabajando en la zona del incendio Eaton, les agradeció por ir a dar amor a sus vecinos.
El condado ha sido devastado por los incendios forestales. Los equipos de Samaritan’s Purse pueden brindar consuelo en el nombre de Jesús a los que sufren.
“La iglesia local de California es valiente”, dijo Graham. “He conocido a muchas iglesias de la zona que están trabajando de manera voluntaria y que tienen el entusiasmo por servir”.
No se debe restar importancia al impacto que produce encontrar cualquier pequeña reliquia de las familias que enfrentan pérdidas totales. Podría ser una alianza de bodas, una espada de la Guerra Civil, o una prensa de tortillas lo que ayude a que un propietario se abra, comparta una historia, recupere el sentido de la esperanza y encuentre el sentimiento de cierre.
Lo más importante es que los voluntarios de Samaritan’s Purse están recordándoles a los propietarios que ellos no fueron olvidados en su aflicción. Dios los ama.
En verdad, me voy con una esperanza por este país, por las personas del mundo, porque sé que Dios está en control”, afirmó Graham. “Sé que Dios nos ama, y lo veo todos los días, aun durante los desastres naturales”.
