Un pequeño pueblo, asolado por los tornados, en el noreste de Oklahoma, encuentra consuelo y fortaleza en tiempos difíciles. Los voluntarios de Samaritan’s Purse siguen trabajando en el lugar, en el nombre de Jesús.
El corazón de Melissa se hinchó de dolor y gratitud cuando los voluntarios de Samaritan’s Purse le pasaron algunas fotos maltratadas que pudieron recuperar de los escombros. Su esposo, Josh, reprimió las lágrimas detrás de sus gafas oscuras.
Una foto la muestra de niña, jugando con sus primos en la casa de un tío. Otro la muestra en su baile de graduación con su mejor amiga. Algunas fotos muestran familiares que ya no están.
“Estas fotos son irremplazables”, dijo Melissa. “Mi abuela fue una parte importante de mi vida y solo vive a través de estas fotos”.
Un equipo de voluntarios de Samaritan’s Purse llegó a la propiedad de Josh y Melissa Pearson en Barnsdall, Oklahoma, en menos de una semana después que un tonado EF4 arrasara con el corazón del pueblo. El tornado dejó un sendero de 60 kilómetros por el noreste de Oklahoma y decimó más de 200 hogares, llevando escombros millas a la redonda. Barnsdall, un pueblo con apenas mil habitantes, estuvo en su paso y quedó irreconocible.
Mientras la tormenta se acercaba en lo que parecía un lunes normal por la tarde, Josh estaba en St. Louis en un viaje de trabajo. Melissa aguardó, un poco preocupada, junto con sus hijos.
“En cuanto sonaron las alarmas, nos fuimos al refugio. Me dio miedo; tenía muchas emociones”, cuenta Melissa. “El tornado sonaba como 10 trenes avanzando”.
Josh llegó a Barnsdall a las 4 de la mañana. “No lo podía creer”, dijo al ver el caos mientras se estacionaba. “Me sentí agobiado”.
El nuevo garaje de Josh estaba contra la casa del vecino, y la parte trasera de la casa en ruinas. Todavía está la estructura principal, pero los cimientos se removieron haciéndola inhabitable. Por ahora, Josh, Melissa y sus dos hijos viven en el otro lado del pueblo en la casa móvil de un amigo.
A pesar de la devastación, los Pearson encontraron consuelo en el amor de la comunidad y la ayuda que recibieron de los voluntarios de Samaritan’s Purse. La familia recibió una Biblia de estudio de Billy Graham cuando nuestro equipo terminó de remover escombros, quitar árboles caídos y salvar algunas pertenencias. La pareja no pudo contener las lágrimas.
“Los amo a todos”, dijo Josh. “Aunque son completos extraños”, dijo en broma.
El padre agradece que su familia, incluyendo sus dos perros, están bien y sin heridas. Debido al ánimo del equipo, planea reconstruir. Los Pearson esperan el verano con un nuevo sentido de gratitud por la vida.
Tener una perspectiva divina
Barnsdall es un lugar de trabajo duro, pero también de mucho amor. La estrecha comunidad abarca unos cuantos kilómetros en todas direcciones, pero conocen a Beth Bell, una residente en el centro de la ciudad por los últimos 80 años. Como cientos de otros en su comunidad, Beth trabajaba en la fábrica de cera local. Durante décadas, invirtió en la comunidad, al servir en la iglesia local y dando clases de natación.
“Puedo oír a mi mamá decir, ‘Ponte el cinturón, porque se pondrá peor’ y así avancé por la vida. Crie a mis tres hijos, tuve cáncer de mama durante años y ahora sobreviví un tornado”, dijo Beth con confianza. “Todo estará bien. Dios todavía me quiere viva”.
Beth se quedó en la bañera con el tornado alrededor. Cuando salió y vio los daños, Beth se mantuvo serena y respondió de la única manera que sabe: “Dios tiene algo más para mí en esta vida. Jesús todavía me necesita aquí”.
La gratitud de Beth se desbordó cuando un equipo de voluntarios de Samaritan’s Purse llegó y empezó a trabajar en su hogar. Los voluntarios quitaron los escombros del patio y repararon su techo. Se emocionó porque todavía podía dormir en su casa con un techo reparado.
“Todos son maravillosos”, dijo cuando el equipo le entregó una Biblia. “No me hagan llorar”, añadió.
Ningún tornado evitará que Beth deje de mostrar gozo, y ningún problema evitará que alabe a Dios.
Samaritan’s Purse sigue sirviendo en Barnsdall y Bartlesville, Oklahoma, así como en otros lugares del país en medio de estas tormentas. Ora por cada propietario mientras nuestros voluntarios sirven a estas comunidades. Ora que el Señor sea glorificado en donde Samaritan’s Purse sirva.