A través de programas de Agua, Salubridad e Higiene, Samaritan’s Purse está llevando nuevas oportunidades y la esperanza del Evangelio a las personas en este país de África Central.
Donde no hay agua fresca y potable, Samaritan’s Purse está restaurando manantiales para proteger a las personas de enfermedades debidas a agua contaminada. Al proveer nuevas maneras de obtener este recurso esencial en las comunidades, los residentes también experimentan una nueva promesa de vida eterna en Jesucristo.
Cansados de ir por agua
Ruth solía despertar a sus hijos a las 4:00 a.m. para que la acompañaran con sus cubetas y bidones por el camino polvoriento. Para cuando el mundo despertara, la familia ya habría caminado varios kilómetros.
Debían llegar temprano para evitar las multitudes y filas enormes ya que varias aldeas se juntaban ahí para juntar agua del mismo manantial. Entre los que llegaban tarde se armaban pleitos por este limitado recurso.
Por esta razón muchas mujeres dormían cerca del manantial y sacaban el agua primero antes de regresar a casa.
En el territorio Faradje, una región remota en el noreste de República Democrática del Congo, las posibilidades de tener suficiente agua de los manantiales cercanos disminuían cada año. Beber agua contaminada se volvió un modo de vida y enfermó a la familia de Ruth durante días.
Una oración contestada
En los últimos meses, Samaritnan’s Purse fue una oración contestada en la comunidad de Ruth, cuando nuestro equipo de Agua, Salubridad e Higiene (WASH) empezó a evaluar las necesidades en Faradje.
“Como en otras áreas rurales del país, las fuentes de agua son malas para la salud de la comunidad”, dijo Emilie Bhania, el gerente del programa WASH. “Las fuentes no se cubren ni protegen y se exponen a microbios. Los puntos de abastecimiento no cubren las necesidades de la comunidad. Y en estos mismos lugares los animales, como los cerdos, se bañan”.
Samaritan’s Purse vio esta necesidad y rehabilitó una docena de manantiales cercanos en Faradje para protegerlos del aire libre y sus contaminantes. Después, empezamos el proceso de proteger el agua subterránea de la contaminación provocada por desechos humanos.
También construimos letrinas cerca de escuelas e iglesias, mientras mostramos a la comunidad la importancia del lavado de manos y otras prácticas de higiene.
Nuevo manantial, nueva vida
Durante la celebración en la comunidad por este nuevo trabajo, Ruth expresó inmensa gratitud pues podrá ahora hacer importante trabajo para su familia y la aldea.
La reapertura de manantiales cercanos les ahorra horas que pueden dedicar a cuidar y educar a sus hijos.“Este proyecto cambió mi vida espiritualmente porque antes de cada actividad, Samaritan’s Purse nos predicaba y compartía el Evangelio”, dijo Ruth. “Un día en particular fui bendecida por un mensaje de Isaías”.
Ruth dijo que ese día experimentó el Agua Viva, Jesucristo, cuando oyó y creyó el Evangelio que se presentó en el evento de evangelismo y capacitación.
“Finalmente comprendí que el pecado nos separa de Dios y le di mi vida a Jesucristo”, dijo.
Por favor, ora por Ruth para que su nueva fe crezca “arraigada y cimentada en amor” (Efesios 3:17) y que otros en su comunidad la imiten en su decisión transformadora. Ora también por los programas de WASH de Samaritan’s Purse para que sigan apuntando a las personas a la única Fuente de Agua Viva.