Dos madres de Mongolia alaban al Señor por darles el regalo de salvación y por proveer a sus hijos de una segunda oportunidad de vida mediante Children’s Heart Project.
Nomin y Tsomo dicen que Dios les ha dado tres regalos por medio de Samaritan’s Purse. Ambas recibieron cajas de regalos mediante Operation Christmas Child en Mongolia cuando eran niñas. De adultas, ambas tuvieron hijos con un defecto cardiaco que por medio de Children’s Heart Project se ha reparado. Y ambas han puesto su fe en Jesucristo como Salvador y Señor mediante el testimonio del personal y los anfitriones de Samaritan’s Purse.
“Gracias, Jesús, por estos regalos”, dijo Nomin.
Un diagnóstico preocupante
Siempre preocupándose, Nomin dijo que esta tendencia se exacerbó cuando hace un año su hijito, Itgelt, fue diagnosticado con un defecto del corazón después de nacer. No podía respirar bien y su boca y sus uñas se ponían azules.
La hija de Tsomo, Suvda, también fue diagnosticada de un defecto congénito en el corazón. Al aprender a caminar, solía detenerse para recuperar el aliento y conservar energía.
Nuestro personal de Children’s Heart Project revisó a ambos niños el año pasado para ver si sus defectos podían corregirse mediante cirugía. Las pruebas confirmaron que sí, así que esta primavera se organizó que las madres y sus hijos viajaran a Gran Caimán con una de nuestras intérpretes. El hospital Health City Cayman Islands provee de cirugías a través de Children’s Heart Project.
Un día de celebración
Bakal, la intérprete de Chidlren’s Heart Project de Mongolia, guio a Nomin y a Tsomo en un estudio bíblico durante su tiempo en Gran Caimán. El día antes de las cirugías ambas aceptaron a Jesucristo en sus corazones mientras leían Juan 1 y entendía que Jesús, el Verbo de Dios, es vida y luz en el mundo.
Esto fue durante el cumpleaños número dos de Suvda. Su iglesia anfitriona organizó una fiesta para ella y también celebraron las nuevas vidas en Cristo de Nomin y Tsomo.
“Era del tipo de personas que no tiene religión o no le gustaban las cosas espirituales”, dijo Tsomo. “Pero por alguna razón, siempre oraba cuando tenía problemas. Oraba a Dios. Pensé que debía haber un Dios, pero no sabía quién era. Así que oraba a un Dios desconocido”.
“No sabía que la Palabra de Dios es tan profunda y Él es tan real. No sabía nada de Él como ahora”.
“Me emociona recibir a Jesús”, dijo Tsomo. Hoy ora a Dios con la seguridad de quién es Él, su Salvador. Le pide su guía para tomar decisiones y ora por sabiduría para compartir el Evangelio con sus amigos y familiares.
Nomin dijo que su preocupación crónica se expresaba en cómo apretaba sus manos, pero ya no lo hace desde que confió en Jesús.
“Antes no tenía paz, pero ahora la tengo”, dijo. “Había escuchado de Él antes, pero no sabía que la Palabra de Dios es tan profunda y Él es tan real. No sabía nada de Él como ahora”.
Una nueva esperanza
Cuando su hijo entró a la cirugía, la nueva fe de Nomin la ayudó a calmar sus preocupaciones. Oró a Dios y “puso a su bebé” en sus manos.
Antes de la cirugía, Itgelt no podía gatear debido a la falta de aire.
“Ahora, su hermanito tendrá alguien activo con quién jugar”, dijo Nomin. “Se ve tan saludable, y corre y juega”.
La hija de Tsomo también ahora corre y juega después de la cirugía.
“Se mueve mucho ahora”, dijo Tsomo. “Le encanta levantar sus manos y bailar cantos de alabanza”.
Tsoomo quiere enseñar a Suvda el significado espiritual de estas canciones.
“Recibí a Jesús en mis veintes, pero quiero que mi hija aprenda de Dios desde ahora para que no tenga que orar a un Dios desconocido como yo”, dijo Tsomo. “Quiero que ella ore a Jesús. Quiero que mi hija siga a Dios con todo su corazón”.