Dos mujeres jubiladas en Miami, Florida, se encuentran muy ocupadas haciendo animales de peluche para las cajas de regalo de Operation Christmas Child porque quieren que lo niños en el mundo sepan que Dios los ama.
Sus días por lo general comienzan temprano y terminan tarde, pero cuando haces algo que amas, los dÍas tan ocupados no parecen trabajo en absoluto.
"Esto nos trae gozo diariamente. Le ofrecemos cada día a Dios, cada parte de nuestro ministerio", dijo Bárbara Korn, quien forma parte del dúo dinámico conocido como "las abuelitas felices". Juntas cosen animales de peluche para empacar en las cajas de Operation Christmas Child .
Bárbara, 76, y su amiga Margarita Sosa, 74, empezaron a coser animales de peluche hace cuatro años como un modo de animar a los niños y compartir el amor de Dios. Ofrecieron sus creaciones tan especiales -conejos, perros, gatos y pandas- a grupos como orfanatos y hospitales locales. Pero buscaban algo un poco diferente; una oportunidad única de compartir el Evangelio de Jesucristo.
"Orábamos por un ministerio regular; un ministerio al que podamos aportar continuamente", explica Margarita. "Operation Christmas Child fue un regalo de Dios".
"Operation Christmas Child fue un regalo de Dios".
Margarita y Bárbara contactaron al equipo de Operation Christmas Child en Miami, Florida, y supieron al instante que querían ofrecer sus animales de peluche a las iglesias locales que empacaran cajas de regalos para niños en necesidad alrededor del mundo.
"Esperamos que los niños comprendan que Dios los ama y que son importantes para alguien", dijo Margarita. "Amamos al Señor y queremos compartir lo que hemos recibido por gracia".
La mayor parte del material para los animales de peluche es donado, y a veces Bárbara y Margarita marcan patrones únicos al usar camisas usadas. Cada juguete viene acompañado de una nota de las abuelitas felices sobre Jesucristo y el Evangelio.
"Nunca mandamos algo sin el mensaje", dijo Bárbara. "Espero que cada niño vea a Jesús y vea que son aceptados tal como son".
Una amistad que honra a Dios
Las dos amigas se conocieron cerca de 20 años atrás cuando Margarita fue a la iglesia de Bárbara. Margarita se mudó de Virginia a Miami y buscaba una iglesia. En ese tiempo, Margarita, originaria de Puerto Rico, llevaba viviendo en Estados Unidos unos 10 años.
"Participamos en la misma clase de Escuela Dominical. Recuerdo que Margarita preguntaba mucho. Yo soy muy tímida pues no preguntaba", dijo Bárbara, "Pero nos hicimos buenas amigas".
Margarita agradece a Dios por darle una amiga en el ministerio y a quien considera familia. "Es como tener una hermana", dijo. "Nos reímos mucho. Lloramos juntas. Oramos la una por la otra, que es muy importante".
Bárbara recuerda que Margarita estuvo a su lado cuando su esposo murió hace unos años. "Podemos estar alegres o tristes. Podemos ser transparentes. Es lo mejor, que nos aceptamos como somos".
Bárbara y Margarita se juntan por lo menos una vez por semana en la casa de Bárbara y pasan el día cosiendo los peluches. También cosen entre semana. "El ministerio de hacer a estos amiguitos es casi toda mi vida". dijo Margarita. "Ahora, en esta etapa de mi vida, es lo que Dios quiere que haga. Es tan divertido. Dios nos ministra mientras lo hacemos".
Confianza en el impacto en el reino de Dios
Bárbara y Margarita hacen cientos de animales de peluche para empacar en las cajas de regalos de Operation Christmas Child que se mandan a niños y niñas alrededor del mundo.
"Los hacemos con mucho amor y ese amor va con ellos", dijo Margarita.
Aunque estas mujeres nunca conocerán a todos los niños que reciben sus juguetes, confían que Dios usa sus esfuerzos para su gloria.
"Nosotros los hacemos, Dios los coloca", dijo Margarita. "Una caja llegará a un niño, un alma tocada por Jesús. Un niño a la vez hará la diferencia".
Hacer animales de peluche es un proyecto especial para ambas mujeres que sienten que Dios les ha llamado a esto mientras tengan salud y fuerza. "Hacer esto me da la seguridad que el Señor me usa en sus planes. Si puedo ver y coser y cortar e hilar, lo haré mientras pueda", dijo Margarita.
"Un niño a la vez hará la diferencia".
Bárbara anima a los cristianos a nunca subestimar el poder de Dios para obrar en las vidas de quienes son dispuestos y obedientes.
"No importa cuán pequeña sea tu contribución, hazlo. Puedes no hacer nada o hacer algo", dijo. "Cada vez que me levanto, elijo hacer algo".
La Semana Nacional de Recolección de Operation Christmas Child es del 15 al 22 de noviembre.