Samaritan’s Purse sigue llevando ayuda esencial a las familias en las Filipinas debido al súper tifón Rai.
La aldea de Timothea está tan lejos de una carretera principal que nuestro material de refugio de emergencia tuvo que llevarse en motocicletas capaces de subir por las empinadas sendas. Timothea, en sus ochentas, no podía acudir al centro de distribución de Samaritan’s Purse, así que nuestros equipos llevaron el material a su casa.
Timothea está entre los cientos de miles de personas sufriendo por la devastación del tifón Rai en las islas del sur de Filipinas unas semanas atrás. Muchas familias perdieron todo en la tormenta.
“Oré con Timothea, y le ganaron las lágrimas. Realmente le conmovió nuestra visita y la movió la gratitud y nuestras oraciones”, dijo Ruth Santos, de la oficina regional de información de Samaritan’s Purse en Asia. “El amor de Dios la tocó por medio de Samaritan’s Purse”.
Timothea y su nieta Lilibeth compartieron con Ruth que muchas familias en su comunidad están desesperadas por material de refugio porque no solo el tifón destruyó sus hogares, sino que las fuertes lluvias siguen golpeando el área.
“Estamos acostumbrados al mal tiempo, pero este tifón ha sido el peor. Mi abuela no pudo salir a tiempo. Tuvo que esconderse ahí”, Lilibeth dijo y señaló una pequeña mesa. “Todo el techo se voló”.
A pesar de las dificultades, Timothea está agradecida con Samaritan’s Purse. “Son los primeros en venir y dar este tipo de ayuda”, dijo.
Ofreciendo sanidad física y espiritual
La oficina nacional de Samartian’s Purse en Filipinas comenzó a preparar la respuesta antes que el tifón, conocido como Odette localmente, tocara tierra. Ahora tenemos a más de 60 personas trabajando con la iglesia local en las áreas más golpeadas para distribuir kits de agua, lonas de uso rudo, kits de higiene y paquetes de comida de emergencia.
Nuestro equipo médico comenzó a trabajar en la ciudad de Surigao el 30 de diciembre y desde entonces más de 500 pacientes se han atendido mediante consultas ambulatorias, revisiones de malnutrición y vacunación. En una comunidad, cerca del 40 porciento de los pacientes revisados tienen infecciones del tracto respiratorio superior. Muchos de ellos pasan días en la lluvia porque no tienen a donde ir pues se colapsó el techo de un centro de evacuación.
“Nuestro barangay es el más alejado del centro de la ciudad. Muchas personas en esta comunidad resultaron heridas y se detuvieron los servicios de salud”, dijo Evalene Torejas, que sirve como presidenta del barrio. “Afortunadamente, Samaritan’s Purse intervino de inmediato y proveyó ayuda médica. Sin embargo, más que sanidad física o médica, nos trajeron oración y consejería. Nos acordaremos por siempre del amor que han compartido”.
"Nos acordaremos por siempre del amor que han compartido”.
Una de nuestros médicos, Dra. Jodie Adao, dijo que ha sido animada personalmente por la cantidad de personas que siguen buscando a Dios durante este tiempo de sufrimiento. “Es realmente la sanidad espiritual la que la gente más necesita”.
Es vital el agua potable
Un número de tuberías se dañaron y contaminaron debido al súper tifón Rai lo que resultó en agua no potable. Pero sin otra alternativa de fuente de agua, las familias debieron usarla y ahora sufren diarrea y otras enfermedades.
En el vecindario de Cagniog de la Surigao, Samaritan’s Purse se alió con otra organización para instalar un sistema de tratamiento de agua con la capacidad de bombear 27.000 litros de agua potable y servir a 1.080 hogares. También estamos distribuyendo filtros para que las familias tengan acceso a agua potable.
“No tenemos agua limpia. Así que es una bendición que estén aquí”, dijo la presidenta del bangay, Marietta Boquilon. “Compartiremos esto con otros vecindarios para que tengan agua potable. Son un instrumento de Dios. Con sus oraciones, somos fuertes”.