Ucranianos estudian para Cristo en las montañas de Carolina

31 de mayo, 2024 • Estados Unidos

Samaritan's Purse patrocina a estudiantes que provienen del país devastado por la guerra, en Montreat College de Carolina del Norte.

Respondiendo a la crisis en Ucrania
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Mientras sus compatriotas defienden encarnizadamente a su país natal contra la invasión extranjera, 10 jóvenes ucranianos disfrutan de la paz de poder estudiar y prepararse para su futuro en Montreat College de Montreat, Carolina del Norte. Samaritan’s Purse cubre los gastos de ocho de estos estudiantes y proyecta que dos estudiantes más se sumen a ellos el próximo otoño, como parte de nuestro esfuerzo permanente por brindar ayuda al país atribulado.

“Estoy muy agradecida”

Mariia es una estudiante de primer año de la carrera de seguridad informática, oriunda de Kiev. Cuando terminó su escolaridad en Ucrania, ella soñaba con continuar su educación en algún lugar como Estados Unidos.

“Yo creo que Dios me trajo a este lugar y me permite estar aquí. Estoy muy agradecida a Dios por todas estas oportunidades”.

Ella recuerda bien los primeros días de la guerra en febrero del 2022. Su familia dejó su casa en la capital para quedarse en una aldea que parecía más segura.

“Todos tenían mucho miedo y no sabían qué hacer. Pero, después de un mes, de un año, la gente no tuvo otra alternativa que adaptarse”, contó Mariia. Así como en el pasado la gente huía a refugiarse al oír el sonido de las sirenas de los ataques aéreos, hoy ya no les prestan demasiada atención.

Mariia menciona con tristeza cómo los ucranianos se han adaptado a las frecuentes bombas y a las sirenas de los ataques aéreos que muchas veces estallan alrededor de ellos.

“Lo sé porque todos los días hablo con mis padres. Hoy en día, aún hay un montón de alarmas por ataques aéreos y un montón de bombas y misiles dirigidos a Ucrania. Sigue siendo muy peligroso y aterrador, pero la gente vive así”.

Mariia anhela servir durante su período de prácticas en Samaritan’s Purse este verano.

“Espero madurar más durante la pasantía, aprender a asumir más responsabilidades, tener más experiencia compartiendo el Evangelio, y ganar experiencia en comunicarme con las personas”.

El deseo de su corazón es regresar a su país una vez que termine sus estudios en Carolina del Norte.

“Tengo esperanza en Dios”

Nick es de la ciudad de Odesa, al sur de Ucrania, que está apenas a 30 minutos al Mar Negro. Es alumno de primer año de la carrera de Comunicación Visual y Diseño de Experiencia en Montreat. La guerra en su país fue aleccionadora para él y para su familia.

“Perdí a mi primo. Murió en la guerra. Además, perdí algunos amigos”.

Cuando la guerra estalló hace dos años, Nick estaba en EE. UU., visitando a su hermano y a su hermana, y no ha regresado desde entonces. Tuvo que llorar las pérdidas de sus amigos y sus parientes desde lejos.

Nick llora la muerte de sus amigos y de un pariente, los cuales murieron en combate en Ucrania, su país natal.

“Al principio, uno siente como desesperación; como que no hay nada que pueda hacer al respecto”, dijo Nick. “Pero como creyentes, nosotros creemos que podría volver a verlos en el cielo. Tardé unas semanas en recuperarme. Con el apoyo de mis nuevas amistades de aquí, de la comunidad cristiana y de mi familia, lo superé. Simplemente, confía; confía en Dios”.

Aunque disfruta de sus estudios de Diseño en Montreat, Nick está sumamente al tanto de que la vida es mucho más difícil para sus compatriotas en Ucrania, porque parece no vislumbrarse un final para la guerra que arrasa su tierra natal.

“Me cuesta hacer planes para el año próximo pero, para ellos, es aún más difícil”, dijo Nick.

Está ansioso por regresar a su país cuando termine la guerra, pero hasta entonces, pide oración.

“Oren por mi familia, para que podamos seguir en contacto con el pueblo de Ucrania y apoyarlos de todas las maneras que estén en nuestro poder. Y por mí, para que termine la facultad y para que haga lo que Dios me llamó a hacer, porque todavía no sé qué es”.

A pesar de todo el dolor por las pérdidas que tuvo y de las incertidumbres a corto plazo, Nick se mantiene lleno de confianza en su futuro eterno.

“Tengo esperanza en Dios porque pase lo que pase en nuestra vida, ese aún no será el fin”.

“Dios tiene el control: confía en Él”

Evnika es de una aldea de apenas 2000 habitantes que está en Ucrania occidental. Su padre pastorea una pequeña iglesia local que está alcanzando a los refugiados con provisiones de comida y otra clase de ayuda humanitaria desde el comienzo de la guerra. Como otras iglesias hacen lo mismo, ella agradecida por cómo la guerra en Ucrania ha unido más a las distintas denominaciones.

Cuando su país fue trastornado por la invasión exterior, Evnika estaba en Bélgica en un programa de intercambio estudiantil con su universidad ucraniana. Pero, en lugar de sentirse desamparada a lo lejos, empezó a hablar en iglesias de Bélgica y de Países Bajos sobre la situación que había en su país. A través de sus charlas, recaudó apoyo para sus compatriotas ucranianos.

“Seguí siendo útil para mi país”, relató Evnika. “Me fue más fácil estar allí”.

Luego de estar dieciocho meses en Bélgica, Evnika empezó a aplicar para universidades de Estados Unidos con el fin de continuar sus estudios. Como especialista en fisioterapia y en terapia ocupacional en esa época, comenzó a darse cuenta de que necesitaba cambiar de especialización por la psicología debido a sus propias limitaciones físicas. En el 2018, sobrevivió a dos accidentes cerebrovasculares y todavía tiene efectos residuales de ellos.

Evnika espera poder involucrarse en el ministerio después de graduarse en Montreat.

En Montreat College desde hace nueve meses, Evnika siempre está lista para pedirles a otros que oren por Ucrania. Le preocupa que, como la guerra ha desaparecido paulatinamente de la vista de todos y de los ciclos de noticieros diarios, las personas empezarán a olvidarse del tema. Ella quiere seguir siendo una voz para su país desde Carolina del Norte.

“Todos nuestros jóvenes, padres y hermanos han muerto. Realmente, cuesta mucho darse cuenta”, dijo Evnika. “Quiero que la gente sepa que todavía pueden ayudar con sus oraciones y conmoverse con nosotros”.

Evnika sueña para su futuro estar en el ministerio. “Él me dio una segunda oportunidad de vivir para ser útil a las personas que hay alrededor de mí”.

Basándose en las experiencias de su propia vida, su consejo para los demás es simple:

“Recuerden que Dios tiene el control. Incluso cuando haya luchas y cuando tengan dificultades. Dios puede transformar las épocas difíciles de nuestra vida en algo realmente estupendo, si confían en Él”.

Actualmente, Samaritan's Purse patrocina a ocho estudiantes ucranianos en Montreat College de Montreat, Carolina del Norte.

En total, son cinco los estudiantes ucranianos de Montreat que sirven en pasantías en la oficina central internacional de Samaritan’s Purse este verano. Por favor, ora para que esta experiencia impulse más su capacitación para servir al Señor Jesucristo y a su país, luego de que se gradúen.

APOYO
Olena and her children huddle in their cellar next to a stove provided by Samaritan's Purse.
Respondiendo a la crisis en Ucrania Samaritan's Purse suministra comida, agua y otros artículos, como estufas a leña, lámparas solares y materiales para construcción a las familias que sufren en Ucrania. En asociación con las iglesias y los ministerios locales, llevamos esta ayuda urgente a aquellos que están en zonas gravemente afectadas por el conflicto. También transportamos por avión al interior del país las provisiones y brindamos capacitación médica mientras el conflicto sigue propagándose. Desde que comenzó la guerra, hemos operado dos hospitales móviles de emergencia y otras y clínicas gratuitas.

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