Restauramos Etiopía post-guerra

Samaritan’s Purse empezó a responder a la crisis en Tigray en 2021. Nuestras unidades médicas móviles han ayudado a dar ayuda puntual a más de 300 000 personas, incluyendo a niños desnutridos y madres embarazadas o en lactancia. Hemos distribuido 47 000 toneladas métricas de comida y completado varios proyectos de agua, salubridad e higiene.

Aunque algunos han vuelto a casa debido al cese al fuego, muchos más todavía están desplazados en Shire, la ciudad más grande de Tigray. Viven en 18 campamentos, con casi 18 000 personas en ciertas ubicaciones.

Samaritan’s Purse está ahí hoy dando comidas calientes y programas de recuperación de trauma con bases bíblicas a través del proyecto Tesfa para Trigay. “Tesfa” es la palabra en su idioma para esperanza. Colaboramos con iglesias locales y satisfacemos el hambre, así como otras necesidades espirituales y emocionales, especialmente al restaurar la esperanza para niños y mujeres que han sido traumatizados por esta violencia. Presentamos el Evangelio del Señor Jesucristo y confiamos que Dios transformará corazones.

“Han sufrido tantos problemas y un dolor inimaginable”, dijo el pastor Tamrat, un líder cristiano local y colaborador de Samaritan’s Purse. “Solo Jesucristo puede ayudar con sanidad, si no aquí en la tierra, en el cielo”.

"Apreciamos que abrieran este programa, así como el personal que cuida de nosotros. Me cuidan muy bien cada día. Como hasta saciarme. Y me llevo algo a casa”.

Genet es una de las que recibe beneficios de este programa. Cuando la guerra estalló hace más de tres años, la niña huyó con su madre y su hermana mayor mientras su padre peleaba en la guerra. En la huida, su madre murió. Sin tiempo para hacer duelo, las dos niñas huyeron a la seguridad, pero en el caos se separaron. Ahora, años después, Genet todavía no sabe qué sucedió con su padre o con su hermana.

Aunque la guerra terminó hace un año, Genet enfrenta desafíos diarios para encontrar comida pues las condiciones en Tigray son extremas. Como una adolescente viviendo sola en un refugio de lona, es vulnerable a muchos peligros, y no tiene familia que el ayude con lo básico. Genet les dice a otros que “mis vecinos me dejan comida sobrante”. Pero no es suficiente para llenar su estómago.

Decenas de miles de niños en Tigray, como Genet, despiertan cada mañana sin saber qué comerán ese día. Por eso, Samaritan’s Purse apoya a iglesias locales donde los niños pueden ir cada día para tener una comida caliente, para disfrutar manualidades, juegos y actividades educacionales, y participar en consejería bíblica personalizada. Todo esto sucede bajo la supervisión de mujeres cristianas locales contratadas por Samaritan’s Purse para cuidar a otros.

Kebebush, una de las cuidadoras, compartió: “Esta comida implica tanto para estos niños. Antes, experimentaron mucho y quedaron traumatizados. Tener esta comida y los otros servicios de este programa significa mucho”. La sensación de estabilidad y seguridad en estas iglesias les da algo a estos niños que no han sentido durante años.

Genet, como muchos otros niños, ha mostrado mejoría. Empieza a hablar con otros, a jugar y tener amigos. Con una sonrisa en su rostro, compartió: “Apreciamos que abrieran este programa, así como el personal que cuida de nosotros. Me cuidan muy bien cada día. Como hasta saciarme. Y me llevo algo a casa”.

Jesús dijo: “Dejen que los niños vengan a mí”.

Aunque es solo el inicio de sanidad para muchos de estos niños, es un paso en la dirección correcta. Llenar sus estómagos y sonreír da la oportunidad de compartir con ellos sobre la esperanza en Jesucristo y cómo Él puede sanar sus corazones.

“Estos niños son el futuro”, dijo Kebebush. “Serán pastores, médicos, maestros e ingenieros. Los apoyamos ahora pero, esperamos que hagan mucho por su comunidad el día de mañana”.

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"Mis hijos están vivos. Ya no tienen hambre”.

Samrawit, una madre, ha recibido asistencia de los programas de Samaritan’s Purse. Recibió ayuda en nuestra primera respuesta por la guerra.

Muy traumatizada y separada de su esposo, su salud se deterioró al punto que Samrawit no podía alimentar a su bebé. Carecía de esperanza. “Pensé que si no podía alimentar a mis niños, me suicidaría”, dijo.

Entonces Dios la conectó con Samaritan’s Purse. “No podía darle pecho a mi hija, así que me dieron leche. Me dieron comida y una colchoneta para dormir. No hay palabras para explicar lo mucho que aprecio que hayan cuidado de mí”, dijo.

Para una madre soltera con tres hijos pequeños, tener acceso a comida implica la diferencia entre la vida y la muerte.

“La vida antes de conocer a Samaritan’s Purse y ahora es completamente diferente. Gracias a esta organización mis hijos están vivos. Ya no tienen hambre”, dijo Samrawit.

Hoy, Samrawit agradece tener suficiente de comer para su familia. Sin embargo, el dolor de la pena y la humillación que soportó durante el conflicto cuesta más.

La mayoría en Tigray no tiene los recursos para trabajar los traumas emocionales que han experimentado. Pero Samaritan’s Purse y nuestras iglesias colaboradoras están bien equipadas para caminar a su lado y traerles la esperanza como las manos y los pies de Jesucristo.

“Hemos podido dar programas de recuperación de trauma desde una perspectiva bíblica”, dijo un miembro del personal de Samaritan’s Purse en Etiopía. “Les decimos: Dios te ama y tiene planes para ti. No te ha olvidado ni abandonado, y estamos aquí para cuidar de ti y darte el amor que Cristo tiene para ti”.

Samrawit y muchos se benefician de nuestro programa de recuperación de trauma con bases bíblicas. Los consejeros, que también han experimentado la guerra, capacitan a otros en el proceso para identificar sus emociones y comprender que no están solos ni han sido olvidados por Dios. Más de 1600 personas han sido parte de estos cursos intensivos de Samaritan’s Purse.

“Lo que me impresionó de la capacitación es que los consejeros habían pasado por su propio trauma”, dijo Samrawit. “El personal nos apoya y es disciplinado y se dedica a personas como yo. Debido a su fortaleza espiritual, que me han transmitido, y el apoyo de la organización, estoy espiritualmente fuerte”.

Con capacitación vocacional y un pequeño apoyo financiero de Samaritan’s Purse, Samrawit empezó en pequeño negocio en el mercado local que le da un ingreso estable y ha transformado su vida. Compartió: “Me siento feliz por tener este apoyo. No imaginé estar

Kebebush y su familia esperaron que la guerra pasara en Shire, su hogar. Como muchos, les costó encontrar comida, agua y medicina.

En cierto momento, recuerda esperar cuatro días en el molino para tener harina para alimentar a su familia. Su hija más pequeña tiene una condición médica, pero ya que ningún centro de salud funcionaba, le dio medicina caduca para salvar su vida. “No hay palabras para describir lo horrible que fue”, dijo Kebebush.

Su corazón se dolía por todas las otras mujeres en la región que llegaron a la ciudad buscando refugio de la guerra. “Mujeres, del oeste y del norte de Tigray, venían y suplicaban por ropa, comida, agua y otras cosas. Fue un tiempo terrible para todos”.

Después de todas las dificultades que ha enfrentado, su fe se ha mantenido anclada. “Nos fuéramos de Shire o nos quedáramos, quien nos salvó es Dios”, dijo Kebebush.

Cuando escuchó sobre el programa de Tesfa de Samaritan’s Purse en su iglesia local en Shire, quiso ser parte de él.

“Antes del conflicto, la vida en Tigray era buena. La comunidad entera generaba ingresos. Ahora mendigamos. Vivimos tiempos difíciles”, dijo.

Su iglesia ayudó a reclutar a mujeres para trabajar como cuidadoras de los niños en los programas entre semana. No solo dan comida y sanidad a los niños que sirve, sino un ingreso para los cuidadores, lo que permite que mantengan a sus propias familias.

Con un sueldo estable, Kebebush puede enviar a sus tres hijos de regreso a la escuela y suplir las necesidades básicas de su familia. “Realmente estoy feliz, no solo por el dinero que gano por trabajar con Samaritan’s Purse, sino por el gozo que me da apoyar a estos niños”.