REPORTE ESPECIAL

Las lágrimas resbalaron por el rostro del pastor Ramón mientras observaba a los niños abrir sus cajas de regalos de Operation Christmas Child durante un evento evangelístico en su iglesia en Paraguay. “Sentí la presencia de Dios”, dijo.

Las lágrimas resbalaron por el rostro del pastor Ramón mientras observaba a los niños abrir sus cajas de regalos de Operation Christmas Child durante un evento evangelístico en su iglesia en Paraguay. “Sentí la presencia de Dios”, dijo.

Durante el evento, Alex recibió muchos regalos en su caja: un balón de fútbol, lápices de colores, cuadernos y otros juguetes pequeños, pero dijo que El Mejor Regalo, que es un folleto que se le da a cada niño y que explica el Evangelio, fue el más especial. “El libro es mi favorito porque Jesús está en él”.

Alex oró para recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador durante el evento evangelístico. “Jesús vive dentro de mi corazón”, dijo.

Operation Christmas Child abrió puertas para que el pastor Ramón comparta el amor de Dios con Alex y otros niños y niñas que están desesperados por tener esperanza.

Al igual que Ramón, todos nuestros equipos y colaboradores en todo el mundo trabajan arduamente en el nombre de Jesús para llevar cajas de regalos a las comunidades más difíciles de alcanzar, incluso a aquellas que están extremadamente aisladas. En Lesoto, estamos utilizando burros para transportar las cajas a los niños cuyas familias son pastores. A veces se necesitan varias semanas para llegar a un grupo de pastores porque viven en áreas remotas. Su estilo de vida nómada también hace que sea difícil comunicarse con ellos, ya que trasladan su rebaño a diferentes áreas montañosas a medida que cambian las estaciones.

En dos aldeas remotas de África, la gente había tenido poco contacto con el Evangelio y al principio se resistían a nuestros equipos de Operation Christmas Child. Pero Dios ablandó los corazones y casi 1000 niños y niñas de esas zonas han llegado a la fe en Jesucristo.

El año pasado, Dios también usó la Operation Christmas Child para llevar gran alegría y las Buenas Nuevas de Jesucristo a los niños que quedaron devastados cuando el huracán Otis azotó la costa del Pacífico de México. Fernanda, de 10 años, perdió todo en la tormenta, incluidos sus preciados cuadernos y crayones. Pero cuando abrió su caja junto con docenas de otros niños, sus ojos se abrieron de alegría. Dentro encontró un barco de juguete, pequeños gatitos de juguete, calcetines y, lo más emocionante, cuadernos, papel de colores, crayones y lápices. “Estaba emocionada porque quería dibujar muchas cosas, como flores y gatos, y una imagen de cómo Dios nos cuidó durante la tormenta”, dijo.

Su madre, Esmeralda, dijo que el amor que le demostraron la iglesia local y Operation Christmas Child la alentaron a reconectarse con Dios y con otros creyentes. “Dios nos ha demostrado que incluso en los momentos más difíciles, Él trae a las personas adecuadas. Estas cajas de regalos y la iglesia son una bendición para nosotros y para toda esta comunidad”.

"Proclamen entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas" Salmos 96:3

En una aldea remota de Ghana, Epiphani estaba encantada de recibir un regalo en una caja llena de regalos especiales, pero cuando conoció a un niño llamado Daniel, que provenía de una familia aún más empobrecida, decidió que él necesitaba los tesoros más que ella.

En las semanas posteriores al evento, se unió a otros niños para aprender más sobre Dios y Su Palabra durante el programa de discipulado de 12 lecciones de La Gran Aventura . “A través del programa, ahora sé quién es Jesucristo. Las clases cambiaron mi vida”, dijo. “Puse mi confianza en Jesús: Él es el que vino y murió por nuestros pecados”.

La última lección animó a los niños a compartir su fe con familiares y amigos. Un día, Epiphani vio a Daniel rebuscando entre la basura en busca de restos de metal para vender y así tener dinero para comida. Ella nunca había conocido a Daniel, ya que había dejado de ir a la escuela y no estaba interesado en la iglesia. “Compartí el Evangelio con él, oré por él y lo invité a la iglesia”, dijo.

Daniel se sintió intrigado por la amabilidad de Epiphani. Aceptó su invitación de asistir a la iglesia y comenzó a estudiar la Biblia. Al poco tiempo, se arrepintió de sus pecados y entregó su vida a Cristo. Su madre también entregó su vida a Cristo y disfrutan de ir a la iglesia juntos. “Tengo paz”, dijo Daniel. “Les hablo a otras personas sobre Jesús”.

En Georgia, Tiko enseña La Gran Aventura En Georgia, Tiko enseña La Gran Aventura porque quiere que los niños experimenten la libertad en Cristo, tal como ella lo hizo cuando era niña. A los 8 años, Tiko se unió al programa de discipulado después de recibir una caja de regalos durante un evento evangelístico. Aprendió más sobre la Biblia y el amor de Dios por ella y comprometió su vida a seguirlo. Ahora, años después, está compartiendo lo que aprendió durante el programa de discipulado con otros. También enseña en la escuela dominical, ayuda a dirigir el culto en su iglesia y estudia en una universidad bíblica.

En Camboya, Makara se convirtió al cristianismo durante La Gran Aventura. En las clases aprendió que era un pecador y que solo Jesús podía ofrecer perdón. “Sé que Jesús está en mi corazón. Siempre está en mi vida y me da esperanza”, dijo. “Me da alegría y mi corazón está lleno de paz”.

“¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian las buenas noticias!” Romanos 10:15

Cada caja de regalos empaquetada con amor en el nombre de Jesús llega a un niño en algún lugar del mundo que se encuentra en necesidad:

Sorpresas divertidas

La madre de Luis* deseaba comprarle un coche de juguete como regalo especial después de la operación. Sabía que su hijo siempre había querido un coche de juguete, pero el costo de la operación y de los medicamentos significaba que no tenía dinero de sobra. Luis y su madre se alegraron al abrir la caja de regalos y encontraron que entre los artículos había un coche de juguete azul.

En Trinidad y Tobago, Ava-Marie, de 5 años, oró para que una muñeca fuera uno de los regalos dentro de su caja. “¡Tengo la muñeca!”, gritó cuando miró dentro de su caja de regalos.

En Perú, Luana también le pidió a Dios que le diera algo especial: una caja de marcadores para colorear. Se había quedado sin marcadores y sus padres no podían comprar más. Cuando Luana vio los marcadores en su caja de regalos, supo que Dios había respondido a sus oraciones.

*Se cambió el nombre por seguridad

El tamaño correcto

Dedun tiene 8 años y vive con su abuela, que tiene problemas para caminar debido al dolor en las piernas y los pies. Dedun se emocionó al encontrar un par de sandalias en su caja de regalos y corrió a casa para dárselas a su abuela. Las sandalias le quedaron perfectas y Dedun y su abuela se alegraron. Ahora que tiene zapatos, caminar es más fácil y lo hace con más frecuencia, incluso va caminando a la iglesia con su nieto.

Un club de fútbol se regocija

Un grupo de niños de Kenia creó un club de fútbol, aunque no tenían material deportivo. Sus familias no podían comprar balones de fútbol, así que usaban lo que encontraban para jugar en el campo. Oraban para que Dios les diera balones. Durante un evento evangelístico, se escucharon gritos de alegría, ya que casi todos los niños recibieron un balón en su caja de regalos.

Una calculadora para la escuela

La vida se volvió mucho más difícil después de que el padre de Mikhal perdiera su trabajo. A Mikhal le iba bien en la escuela y disfrutaba aprendiendo, pero realmente necesitaba una calculadora para sus estudios avanzados. Aunque no sabía cómo Dios le proveería, Mikhal confiaba en que lo haría. Sus oraciones fueron respondidas cuando encontró una calculadora dentro de su caja de regalos.

*Se cambió el nombre por seguridad

“Mantengamos firme la esperanza que profesamos, pues fiel es el que prometió.” Hebreos 10:23

Jaci Snowden tiene 10 años y ha encontrado una forma única de recaudar fondos para Operation Christmas Child. Cultiva hermosas flores y las arregla en encantadores ramos que vende desde la parte trasera de la camioneta de su abuelo. “Plantamos semillas para que crezcan flores, de modo que podamos plantar semillas para el Evangelio a través de las cajas de regalos de Operation Christmas Child. Es importante que los niños aprendan sobre Jesús”, dijo.

Las hermanas de Jaci, Finley y Ruthie, también participan en la tarea de jardinería. Su madre, Brooke, las llama "Hermanas de las Flores". Las niñas usan el dinero que recaudan con la venta de ramos para empacar cajas de regalos.

El marido de Brooke, Seth, y su padre construyeron jardineras en el patio trasero, y ella y Jaci estudiaron las flores y comenzaron a plantar semillas. Ahora, poco más de un año después, su jardín cuenta con casi 30 variedades diferentes de flores y se ha convertido en un santuario de oración.

“Ver a mis hijas trabajar en este jardín es como si estuvieran caminando en la voluntad de Dios”, dijo Brooke. “Es hermoso”.

“Amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios.” 1 Juan 4:7

Operation Christmas Child no sería posible sin los voluntarios que preparan las cajas para envíos internacionales en nuestros centros de procesamiento.

Ellen Enochs trabajó en el centro de procesamiento de Boone, Carolina del Norte. Entre otras funciones, trabajó en el área de donaciones en especie y clasificó las donaciones de particulares y empresas para que pudieran empaquetarse como artículos de relleno cuando fuera necesario.

“Le pido a Jesús todos los días que me permita ser sus manos y sus pies. Le pido dondequiera que esté”, dijo. “Dios me ha dado el don de un corazón cálido y una sonrisa”.

Durante la Semana Nacional de Recolección, Ellen también se ofreció como voluntaria en lugar de recolección en Spruce Pine, Carolina del Norte. En solo una mañana, ayudó a descargar y organizar 1181 cajas de zapatos. Para cualquier comunidad sería una hazaa, pero esta no tenía agua corriente y algunos de los empacadores se quedaron sin hogar tras el huracán Helene.

Ellen lleva 29 años sirviendo con Operation Christmas Child, desde que el pastor Chuck Smith, de Fountain Valley (California), le dijo a su iglesia que Franklin Graham y Samaritan's Purse tenían un nuevo proyecto y necesitaban ayuda. Su grupo de estudio bíblico se reunió para empacar útiles escolares, animales de peluche, juguetes y ropa en cajas.

“Lo importante fue el amor que pusimos en cada caja”, dijo Ellen. Y eso es lo que sigue motivándola casi tres décadas después.

“Encuentro a Jesús en estas cajas. Cuando los niños las abren, conocen Su amor”.

“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”. Mateo 5:16