Samaritan’s Purse acompaña a las mujeres y a sus recién nacidos en las escarpadas zonas montañosas de Vietnam para brindarles atención materna vital.

“¡No hay tiempo que esperar!”, exclamó Menh mientras Dai iniciaba el trabajo de parto en su casa, en Vietnam, a la una de la madrugada. La bebé estaba en posición podálica, una complicación peligrosa durante el parto, en la que los pies salen primero. Menh, la partera, necesitaba una ambulancia para llevar a Dai al hospital, pero no había tiempo: los servicios de emergencia tardarían horas en llegar a su comunidad aislada en la zona montañosa del norte de Vietnam.

“Menh trabajó mucho para salvar la vida de mi bebé. Siempre le estaré agradecida por ello”.

—Dai

Menh acompañó deprisa a Dai hacia la clínica local, donde ayudó a la madre de 17 años a lo largo de la labor de parto durante tres horas angustiosas. Cuando finalmente la niña nació, no respiraba porque la posición podálica la había asfixiado. Menh mantuvo la calma y, enseguida, usó la técnica de ventilación de la bolsa-máscara para abrir los pulmones de la bebé. Cerca de las 4 de la mañana, la bebé de Dai lloró con su primer aliento.

“Estaba muerta de miedo”, recuerda Dai ahora, que han pasado seis años. Acomodó a su hija, Mai, en su cadera. Mai rodeó a su madre con sus brazos. “Menh trabajó mucho para salvar la vida de mi bebé”, continuó, “así que siempre le estaré agradecida por ello”.

Asegurar un comienzo saludable

Menh es una de las 151 parteras tradicionales (TBA, por su sigla en inglés) formada y capacitada mediante el programa Maternidad sin Riesgos de Samaritan’s Purse, que está en Vietnam desde el año 2013. En las provincias lejanas del norte del país, las montañas imponentes aíslan a muchas comunidades de la atención médica básica. Las mujeres embarazadas suelen dar a luz en su casa, donde el riesgo de sufrir complicaciones es más elevado para ellas mismas y para sus recién nacidos. Sin embargo, Mehn y la red de parteras tradicionales de Samaritan’s Purse distribuidas a lo largo de la región ayudan a salvar vidas llenando el vacío entre los centros médicos locales y las madres con necesidades.

“El proyecto de Samaritan’s Purse me ha ayudado a adquirir muchos conocimientos sobre cómo reconocer las señales de alerta en las madres embarazadas y cómo adaptarnos cuando las cosas salen mal”, dijo Menh, siendo ella misma una madre que creció en la región y que ha trabajado como partera tradicional durante más de 10 años. Además de la atención médica, Menh dijo que aprendió a cuidar a las madres con “integridad, gratitud y amor” a través de la capacitación de Samaritan’s Purse.

“Queremos que cada vida llegue de manera saludable a este mundo”, dijo Dave Kletzing, el director nacional de Samaritan’s Purse en Vietnam. El proyecto Maternidad sin Riesgos en Vietnam lo logra, no solo educando a las parteras sino también ofreciendo controles médicos de rutina y kits para bebés repletos de suministros esenciales para las madres embarazadas y puérperas.

Sentirse seguras y amadas

“Nos sentimos cuidadas y saludables, ahora que Samaritan’s Purse está aquí”.

—Phu

Phu (22 años) estaba bastante nerviosa cuando llegó al control de salud materna de Samaritan’s Purse en su clínica local, en Vietnam. Con cuatro meses de embarazo, había estado experimentando fuertes dolores abdominales durante semanas. Algunos en su pueblo la habían presionado para que confiara en la medicina tradicional y en los rituales culturales. Pero Menh, quien había visitado a Phu durante su embarazo, la animó para que fuera a la clínica.

Cuando Phu llegó a la clínica, las enfermeras y las TBA formadas por Samaritan’s Purse la guiaron a través de los distintos puestos para examinar la salud de la madre joven. Midieron sus signos vitales, le realizaron una ecografía al feto y a ella le dieron vitaminas y nutrientes para facilitar su recuperación.

“En el pasado, no había TBA ni carreteras para llegar a la clínica; y yo supe de historias de mujeres que dieron a luz mientras caminaban por las laderas de las montañas porque no sabían cuánto les faltaba para llegar”, dijo Phu. “Pero ahora estoy muy agradecida con Menh y con Samaritan’s Purse por su ayuda. Nos sentimos cuidadas y saludables, ahora que Samaritan’s Purse está aquí”.

Phu salió de la clínica con un optimismo nuevo sobre su futuro parto. También recibió un kit para el bebé de parte de Samaritan’s Purse, repleto de productos sanitarios para ella y para el bebé que está llegando. El kit incluye ropa para el bebé, pañales, leche condensada, una manta, un mosquitero y artículos básicos para cocinar como aceite, sal, y salsa de pescado.

“Veo un gran incremento en la cantidad de controles médicos prenatales y en los partos en los centros de salud desde que Samaritan’s Purse llegó a estas comunidades”, dijo Thuy, enfermera de la clínica local de Phu, que también recibió una capacitación en salud materna de Samaritan’s Purse. Estima que, hace 10 años, alrededor del 70% de todos los nacimientos eran en el hogar, pero, según Thuy, ese número bajó a un 30% gracias al proyecto de Samaritan’s Purse.


Khuan, otra madre, dio a luz a sus primeros dos hijos en su casa, con la ayuda de algunos miembros de su comunidad, porque ningún profesional médico pudo llegar a su aldea remota. Ambos partos fueron sumamente dolorosos, recordó Khuan, y sufrió graves sangrados potparto. “Tuve miedo por mi vida”, dijo.

Sin embargo, con la ayuda de Menh, el tercer embarazo y parto de Khuan fue muy diferente a los dos anteriores.

“La TBA me ayudó en cada paso del proceso. Me sentí mucho más tranquila”, dijo Khuan refiriéndose al parto de su tercer hijo. “Durante mi embarazo, Menh venía regularmente a controlarme. Me preguntaba si tenía algún problema, si tenía suficientes alimentos, o si podía sentir que el bebé pateaba. Y, si algo no estaba bien, ella me ayudaba. Nada de eso me había sucedido durante mis primeros embarazos”.

Incluso meses después de que naciera su bebé, Khuan fue a la misma clínica que Phu para mantenerse al día en cuanto a su salud posparto y para asegurarse de que todo estuviera bien. Ella también se fue a casa con un kit para el bebé.

“Me siento segura”, dijo con una sonrisa al salir de la clínica.

Creada a la imagen de Dios

Thi (18 años) y su esposo, Dua (de 20), también sintieron confianza bajo los cuidados de Menh. En tres oportunidades distintas, viajaron 25 kilómetros desde su pueblo natal en el interior de las montañas para asistir a los controles maternos de Samaritan’s Purse. Cada vez, Thi se iba con más provisiones y alimentos para nutrirse a sí misma y a su bebé. Luego del tercer y último control, se fue a su casa con un regalo poco común para las madres vietnamitas: una imagen de la bebé en su útero.

“Me siento feliz y orgullosa”, dijo Thi mientras miraba la foto de su ecografía. “Espero que mi bebé sea sana, y que mi familia tenga suficiente comida, así como suficiente ropa para vestirse”.

No mucho después de su tercer control, Menh ayudó a Thi a dar a luz a una niña sana de 3 kilos y medio: otra alma preciosa creada a la imagen de Dios.


“El momento más gratificante como partera es cuando puedo ayudar a las personas necesitadas, salvar a las madres y asegurarme de que los bebés nazcan sanos. Eso me hace sentir feliz y realizada”.

—Menh

Con nuestra capacitación y nuestro apoyo, la red de parteras de Samaritan’s Purse han alcanzado a miles de embarazadas aisladas y las han ayudado a traer al mundo a toda una generación de niños.

Ora por nuestros equipos que brindan ayuda en el nombre de Jesús y manifiestan el amor de Dios a las madres en situaciones vulnerables, en Vietnam y alrededor de todo el mundo.

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