La construcción de escuelas abre las puertas para el Evangelio y trae un futuro más brillante a niños y comunidades en el mundo.

Durante años, el director Tharvirith trató por todos los medios de proveer educación de calidad a los niños en su remota aldea en Camboya. Su propósito en la vida era levantar líderes, pero hacerlo desde un cobertizo maltrecho como escuela hacía la misión casi imposible.

Cuando Samaritan’s Purse y una iglesia local se unieron para proveer un nuevo edificio y más recursos, el director se emocionó. En el proceso, cambió su manera de ver la vida. Dejó el budismo y recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador. Un avivamiento ha surgido en su comunidad, maestros y niños han creído en Cristo, y todo comenzó con el proyecto de construir una escuela.

Nuevas escuelas, futuros más brillantes

Para muchos niños que viven en comunidades empobrecidas del mundo, la oportunidad de educación es rara. Muchos no tienen escuelas cercanas y los que tienen deben ser valientes para ir hasta allá. Los salones están saturados y excesivamente calientes. No tienen acceso a lo más esencial, como baños, agua potable o los útiles escolares que necesitan para hacer sus trabajos.

El índice de deserción escolar en las comunidades es notable. Por esta razón, la pobreza ha permanecido durante generaciones.

Por esto, Samaritan’s Purse trabaja duro en el mundo para proveer espacios bien construidos y para equipar escuelas que provean educación de calidad a los niños, y así darles oportunidades en la vida y presentarles la esperanza que solo se encuentra en el Señor Jesucristo.

Durante más de 15 años, Samaritan’s Purse ha construido docenas de escuelas para comunidades vulnerables en lugares como Camboya, Burkina Faso, Vietnam y Sudán del Sur. Estas nuevas escuelas están equipadas con todo lo que estos niños necesitan para sentirse seguros y aprender, crecer y expandir sus horizontes.

A group of children celebrate their new school built by Samaritan's Purse

Cada escuela que construimos es también una oportunidad para mostrar el amor de Dios.

Two boys are reading christian literature.

Ofrecemos capacitación para padres sobre la importancia de la educación y nuevos métodos de enseñanza diseñados sobre principios bíblicos, entre algunos otros recursos. Los pastores locales vienen y comparten con las comunidades mientras dura el proceso de construcción, lo que permite que formen relaciones en las aldeas y se proclame el Evangelio. Además, cada escuela cuanta con nuevos materiales de enseñanza como libros, tabletas y bibliotecas con literatura cristiana.

Al florecer estas escuelas, el Evangelio se reafirma, y permite que estos centros de aprendizaje sean oasis de esperanza en los desiertos del desánimo.

Un hombre transformado, una comunidad transformada

Hoy en la aldea del director Tharvrith, las risas gozosas de más de 170 estudiantes se escuchan en la comunidad. Su ánimo y curiosidad llenan el aire. Levantan la mano, deseosos por responder preguntas y preguntar. Los maestros responden con cariño a tan energéticos alumnos.

En una sociedad con necesidades tan apremiantes en casi cada rincón, la esperanza surge. El director Tharvrith está entre los primeros en su comunidad en ser tocado por esta esperanza, desde que empezó la construcción.

“Nuestra escuela tenía un edificio viejo y los alumnos faltaban mucho”, dijo y explicó que los niños, los más educados por abuelos o familiares lejanos, se enfrentaban con muchos obstáculos solo para llegar al colegio. “Viven en condiciones de pobreza y en la temporada de lluvia enfrentan desafíos pues deben venir en bote o vadear el agua”.

Al llegar, no entraban a lo que reconocemos como una escuela. La estructura dilapidada no conducía al aprendizaje.

“Los estudiantes debían beber agua de un estanque”, dijo el director Tharvrith.

Cuando el viento y la lluvia cesaban, el techo se sacudía y goteaba.

Debido a la ubicación remota de la aldea, no muchas organizaciones podían ayudar. Samaritan’s Purse da la gloria a Dios por permitirnos aceptar la invitación del gobierno local para empezar la construcción.

Los niños ahora asisten a clases en su nueva escuela equipada con una biblioteca, letrinas y agua filtrada, cosas que antes no tenían. La diferencia es impresionante.

A young boy is using a handwashing station provided by Samaritan's Purse

"“Los estudiantes están aprendiendo”,dijo el director Tharvrith, y celebra el fruto de la colaboración con Samraitna’s Purse, que incluye más asistencia y menos deserción escolar. “Están contentos y les gusta venir a aprender”.

El director también está aprendiendo. Con cada escuela que Samaritan’s Purse construye en Camboya, colaboramos con creyentes locales y los equipamos para capacitar maestros en métodos educativos mejores, al tiempo que comparten el Evangelio de Jesucristo con ellos.

Así es como el director Tharvrith escuchó por primera vez sobre las Buenas Nuevas.

Principle Tarvrith and his family stand together outside of the old school building

“Escuché el Evangelio de un colaborador de una iglesia local”, explicó. “Me contaron la verdad de que Dios ama al mundo, a todos, y no ignora a nadie”. Al hablar, su gozo era tangible. Ya que no había una iglesia en su aldea cuando el proyecto empezó, un pastor colaborador de Samaritan’s Purse iba en motocicleta para invertir en esta aldea que necesita a Jesús.

Debido al testimonio fiel de los miembros de la iglesia local que ayudaron con el proyecto, el director dejó el budismo y hoy es seguidor de Jesucristo.

Hoy lidera un despertar espiritual en su comunidad. Al crecer en su fe y compartir las Buenas Nuevas, el director Tharvrith, vio a muchos venir a la fe en Cristo,familia y amigos, cada maestro en la escuela, y más de 30 estudiantes.

A Christian teacher watches over her students
The construction begins on a new church building.

Con el tiempo, el número creciente de cristianos en la aldea empezó a reunirse regularmente para adorar, y esto dio paso a una nueva necesidad.

Hoy, Samaritan’s Purse, empezó la construcción de un segundo proyecto en la aldea: una iglesia a menos de una milla del camino a la escuela.

Damos gracias a Dios por el regalo de una nueva escuela que ha atraído a otros al tesoro más grande de todos: la salvación en Jesucristo.

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