Los partos saludablesalegran a las madres desplazadasen Sudán

Samar y Farha

Cuando una recién nacida apareció de la sala de operaciones y la abuela de Samar se enteró de que tanto la madre como la bebé estaban sanas y salvas, no pudo contener su alegría. Otras mujeres se sumaron a la fiesta con gritos de emoción que arrancaron sonrisas a todos los que estaban cerca.

Samar ya tiene dos hijos y ahora tiene a Farha, que significa felicidad.

“Estoy familiarizada con la cesárea”, dijo Samar, “pero aquí fue una experiencia diferente. Incluso en el quirófano, sentí que todos me cuidaban”.

Dos días después, Samar estaba lista para irse a casa, o al lugar al que llama hogar por ahora.

“Voy a compartir con otras personas mi experiencia en el hospital. Voy a contarles sobre el buen trato que recibí aquí”.

Ayam y el bebé

En Sudán, es común tener muchos hijos, y este pequeño es el noveno hijo de Ayam.

Cuando le preguntamos cómo se sentía antes de dar a luz, Ayam dijo: "No estoy nerviosa".

Sus otros ocho hijos nacieron en casa, pero muchas cosas han cambiado para Ayam desde que llegó a Gedaref hace ocho meses. No tiene un lugar para dar a luz, y el refugio local para mujeres le sugirió el hospital móvil de emergencias de Samaritan's Purse.

Mientras Ayam daba a luz, hablamos con su tía Nyagoa, que ha venido a ayudar. Nos explicó que si estuvieran en un hospital público ella se encargaría de cambiar las bolsas de suero, las sábanas y traer las comida, es decir, todo lo que la paciente necesitara. Como todo se proporciona de forma gratuita en el hospital de Samaritan's Purse, Nyagoa se sienta y charla sobre lo mucho que adora a los bebés.

Mientras Ayam da a luz, se sienta afuera y escucha expectante…

“¡Me inundó la felicidad cuando escuché el llanto del bebé!”

Najawa y su bebé

La vida de Najawa ha estado llena de dificultades desde que llegó a Gedaref hace un año. Su marido no ha podido encontrar trabajo y la familia, compuesta por siete miembros, vive en un refugio para desplazados. Aun así, se sintió aliviada y feliz al tener a su nuevo hijo en brazos.

Eb cesáreas anteriores, Najawa dijo que estaba inconsciente, pero en el hospital móvil de Samaritan's Purse pudo conocer a su hijo de inmediato y recuerda todo desde su nacimiento.

“Lo que he encontrado aquí es perfecto. Gracias por lo que han hecho. No escatiman nada”.

Majda y los gemelos

Cuando Majda supo que esperaba gemelos, no se sorprendió. Después de todo, su madre no tuvo uno, sino dos pares de gemelos.

Mientras se prepara para su primera cesárea, Majda dijo que está un poco nerviosa, pero que no deseaba sostener a sus pequeños.

Después de la operación, pudimos ver a Majda y ella nos hizo un gesto para que nos acercáramos a ver a sus bebés: una niña y un niño totalmente sanos. Ella y su madre, sentada a su lado, lucían radiantes.

Malik y la bebé

Cuando le mostramos a Malik esta foto de ella con su primer hijo, una niña, las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

“Siempre quise ser madre. No puedo describir lo que siento. Estoy abrumada por tanta felicidad”.

Al compartir su historia, Malik dijo que tuvo sangrado excesivo después del parto y que estaba agradecida con los médicos y enfermeras que la salvaron.

“Todo el equipo me cuidó”, dijo Malik. “Así como sus médicos me ayudaron hoy, deseo que cuando mi hija crezca sea médica para poder ayudar a los demás”.

“Vi cosas muy malas”, dijo Samah Lalgasmin, una residente local de cuarto año que trabaja en y partos en el hospital móvil.

Mientras la gente se agolpaba en Gedaref, sólo cinco de los 30 residentes del grupo de Lalgasmin estaban en el hospital. Muchos creían que Gedaref podría ser el próximo en ser invadido y temían que los médicos fueran tomados como rehenes.

En aquel entonces, Lalgasmin trabajaba dos semanas seguidas, asumiendo cuatro veces su carga de trabajo habitual. Ya no se estaba capacitando sino usando sus habilidades para salvar a mujeres que habían desarrollado graves problemas de salud en su viaje a Gedaref. Lamentablemente, se rechazaban a las mujeres que no podían pagar.

“Me dan ganas de llorar”, dijo Lalgasmin sobre esa época. “No poder ayudar a una mujer que lo necesita es una sensación muy desagradable. Aquí (con Samaritan’s Purse), puedo ayudar a cien personas sin ningún problema. Me siento muy feliz cuando vuelvo a casa todos los días porque pude ayudar y hacer un buen trabajo”.

“Está sumamente comprometida con el cuidado de su gente”, afirmó la Dra. Becky Haak, obstetra y ginecóloga de Samaritan's Purse que trabaja junto a Lalgasmin. “Es un gran honor para mí y haré todo lo que pueda para mejorar sus habilidades y ayudarla a completar su capacitación”.

Con más de 45 años de experiencia como obstetra y ginecóloga, la Dra. Haak tiene mucho conocimiento, pero su mayor esperanza es que su trabajo pueda ser un testimonio cristiano.

“Esta es una oportunidad para abrirles los ojos al hecho de que el amor de Dios altera la forma en que practicamos la medicina”, dijo.

Nuestros equipos muestran compasión por cada individuo, pues creen que están hechos a imagen de Dios. Los locales pueden ver eso y notar cómo nuestro personal médico trata a las mujeres y los niños bajo su cuidado con una dignidad inusual. "Eso es algo que tal vez nunca hayan visto antes", dijo la Dra. Haak.

Tu donación a los Proyectos para Mujeres de Samaritan's Purse brindará alivio físico y espiritual a las mujeres necesitadas, como las que dan a luz a sus bebés en nuestro hospital móvil de emergencias en Sudán.