Estudiantes de Liberty University sirvieron con Samaritan’s Purse en el suroeste de Florida para ayudar a una propietaria a recuperarse de la devastación provocada por el huracán Ian.
Cuando Thelma Reynolds, de 87 años, regresó a su hogar después que el huracán Ian azotó North Port, Florida, se alarmó al descubrir que su casa estaba en ruinas.
“Estábamos en lo que denominaron el ‘lado sucio’ de la tormenta, que rotó en sentido del reloj y se quedó ahí durante horas”, dijo. “Arrancó parte de mi techo y agujeró el resto. Entró mucha lluvia que provocó grandes desastres. logré pasar la tormenta en la casa de una amiga. Estaba tranquila. Pero esta parte del después me resultó abrumadora porque una vida de recuerdos desapareció”.
El esposo de Thelma, Jim, murió en mayo 2021. Estuvieron casados durante 65 años. Ahora, Thelma estaba sola y enfrentando la destrucción de su hogar al que se mudó con su esposo en 1985. No sabía qué hacer. Pero la ayuda pronto llegó de un lugar inesperado. Un grupo de estudiantes de Liberty University llegó como voluntarios de Samaritan’s Purse para ayudar a limpiar la casa.
“No sé qué hubiera hecho sin ellos”.
“Estos estudiantes son grandes personas y se concentran en lo que hacen”, dijo Thelma. “No sé qué hubiera hecho sin ellos”.
Los estudiantes son parte del programa Liberty’s LU Serve Now que capacita y equipa estudiantes en respuesta a desastres y crisis. Nueve estudiantes del programa trabajaron en el hogar de Thelma durante una semana, quitando paredes con moho, sacando basura y reparando el techo.
Poniendo el enfoque en Jesús
Christina Docksteader, estudiante de negocios y ayuda humanitaria, dijo que quería trabajar específicamente con Samaritan’s Purse. “Me encanta el trabajo que hace Samritan’s Purse”, dijo. “Persiguen la excelencia en todo lo que hacen y siempre ponen su enfoque en Jesús. Son abiertos en cuanto a esto y eso es importante, especialmente cuando venimos a ayudar a alguien”.
Otro estudiante, Isaiah Franqui, dijo que él vino porque solía vivir en Florida y quería hacer algo para ayudar. “Es mucho trabajo, pero cuando llegas te das cuenta de que es trabajo para el reino de Dios”, dijo. “Estás ayudando a personas en crisis y les haces saber que Dios los ama”.
Thelma se impactó por el daño a su hogar cuando llegó después de la tormenta.
La mayoría de los estudiantes no se conocían antes del viaje, pero ahora hicieron lazos fuertes al ser las manos y los pies de Jesús al ayudar a un propietario.
“He aprendido mucho de mí misma al trabajar en este grupo y es maravilloso”, dijo la estudiante de primer año Kelley Atkinson “No sabía qué esperar y esto es tan diferente de cualquier cosa que he hecho antes. Es un desafío, pero Dios nos puso exactamente donde necesitábamos estar. Dios colocó las cosas perfectamente”.
Seth Hartsfield, un estudiante de proyectos y gerencia organizacional, animó a otros estudiantes y cristianos para ser voluntarios con Samaritan’s Purse. “La mayor razón para que los creyentes sean voluntarios es simplemente llevar a cabo la Gran Comisión, esparcir el Evangelio y discipular a todas las naciones”, dijo. “El trabajo que hacemos es grande, pero las conversaciones que tenemos con la propietaria son las más importantes”.
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Trayendo la esperanza para hoy y para la eternidad
Los primeros días en que los estudiantes trabajaron en la casa de Thelma fueron muy difíciles para ella pues veía las paredes quitarse y sus recuerdos y posesiones arruinadas. Pero los estudiantes pasaron tiempos intencionales con Thelma para asegurarse en conocerla como persona. Al ir pasando la semana, empezó a compartir almuerzos en bolsas de papel con el equipo en su patio delantero y les compartió de su vida. Poco a poco, se empezó a dar cuenta de cuánto la ama a Dios. Le conmovió cómo los estudiantes empezaban y terminaban el día con oración.
La estudiante Valeria Alfageme consuela a Thelma mientras su equipo trabaja en su casa. En parte gracias al cuidado y el ministerio de los capellanes de Billy Graham, Thelma le dio su corazón a Dios.
“Antes de hacer algo por la mañana, hacen un círculo y sostienen las manos y oran, y siempre terminan con oración”, dijo Thelma. “Aprecio su actitud. Significa mucho para mí”.
Antes del a tormenta, Thelma dijo que creía en Dios, pero no tenía una relación personal con Jesucristo. Pero después de ver el amor de los estudiantes y después que los capellanes compartieron el Evangelio con ella, le dio su vida al Señor.
“Esto es algo de lo más difícil que me ha pasado en la vida”, dijo Thelma sobre la tormenta. “Pero todos, los estudiantes y capellanes, han sido maravillosos y de gran ayuda. Me han dado esperanza. No los olvidaré”.
Los voluntarios de Samaritan’s Purse han servido en diferentes ubicaciones en el suroeste de Florida desde septiembre, después que el huracán Ian golpeó la región. Alabamos a Dios por permitirnos ayudar a miles de propietarios y que más de 350 han confiado en Jesucristo como su Señor y Salvador.
