Eric Stacy se alejó de su fe en Dios después del sufrimiento que vio en el combate, pero su fe se restauró de un modo poco convencional.
Parado dentro del agua helada un poco debajo de las cataratas Tanalian, el especialista militar Eric Stacy había atrapado un gran tímalo ártico, uno de los peces más bellos en Alaska, «el velero del norte» con su aleta dorsal colorida.
Por un momento observó su premio, segundos después lo vio desaparecer en la corriente fría del río Tanalian con la carnada en su boca.
Esta área silvestre, a una caminata de Samaritan Lodge Alaska, es un lugar favorito de las parejas militares que vienen a nuestra semana de enriquecimiento marital con Operation Heal Our Patriots.
Eric, quien se enlistó en el ejército en 2006 y fue dado de baja por cuestiones médicas en 2011, se preocupó porque el pez sufriera. Había visto demasiado dolor cuando fue desplegado a Irak. El vehículo armado en el que iba explotó y hubo serias heridas. Luego, dos de sus amigos, un sargento y un cabo murieron por un francotirador. Y siguieron más muertes, muchas muertes.
“Ves en las películas lo que es la guerra, pero no es así”, dijo Eric. “Como un joven soldado, no puedes esperar a ganar una insignia, pero no te das cuenta cuánto pesa esa medalla. Incluso esperas no tener que volverla a ganar, pero no sucede así”.
Fe perdida
Aún de regreso a Estados Unidos, el sufrimiento de Eric continuó: “Muchos de mis amigos se volvieron un 22”. Se refiere al hecho de que cada día 22 veteranos se quitan la vida.
Y Eric también estaba sufriendo de estrés post-traumático, heridas de guerra y el desafío de reintegrarse al mundo civil, donde el estrés diario solo se acumulaba. Entonces uno de sus hermanos y su abuelo, quien fue como un padre, murieron en pocos meses. Todo esto afectó su matrimonio con Liz y su familia.
Para escapar de los problemas en casa, Eric se dedicó a su trabajo en un centro militar en Virginia, que solo agregó a la tensión. Hablaron de divorciarse.
“Traté de seguir”, dijo Eric. “El ejército te enseña que sin importar lo que pasa sigas adelante”.
Pero todo lo que Eric hacía era empujar a Liz ya sus cinco hijos más lejos. Peor aún, sacó a Dios de su vida y se apartó de su fe.
Acepté a Jesucristo como mi Señor y Salvador en abril 2005”, dijo Eric. “Pero mis experiencias me hicieron apartarme. Pensé que no había forma que alguien me escuchar allá arriba. No hay modo después de tanto dolor. No creía que Dios existiera”.
Cuando él y Liz llegaron a Samaritan Lodge Alaska para trabajar en su matrimonio, salieron de pesca.
Una oración contestada
Después que el pez escapó con el anzuelo aún en la boca, Eric hizo algo que no había hecho en años: orar. "Señor, si me estás escuchando, quiero atrapar ese pez otra vez, porque no quiero que sufra con el anzuelo en su boca. Dame una señal que me estás escuchando”.
Todavía dentro del río Tanalian, lanzó su sedal al agua helada otra vez. Un minuto después, la caña se flexionó. El pez luchaba, pero Eric finalmente lo atrajo.
Era el tímalo que Eric había atrapado antes. El anzuelo todavía estaba en su boca.
“Atrapar a este pez me confirmó que Dios estaba ahí y me amaba”, dijo Eric. “Me reafirmó todo”.
Por los pasados 10 años, Eric dijo que se sintió como la oveja perdida a la que se refirió Jesús de su famosa parábola del mismo nombre en Mateo 18. El pastor deja a las 99 ovejas para buscar a la extraviada. Después del viaje de pesca, Eric se convenció que el Buen Pastor lo estaba siguiendo.
Al día siguiente, Eric recibió consejería de uno de nuestros capellanes en Samaritan Lodge Alaska y re-consagró su vida a Cristo. También re-consagró sus votos a Liz y renovaron sus votos en una pequeña ceremonia antes de dejar Alaska.
“Hoy, Liz, vuelvo a consagrarme a Dios, a ti y a nuestro matrimonio”, prometió Eric. “Quiero volver a construir mi vida y nuestra familia sobre el firme fundamento en la fe en Jesucristo y su Palabra”.
Un poco tiempo después, Eric se bautizó cerca en el Lago Clark. “Antes me alejé de Dios y esta semana regreso”, dijo Eric después de su bautismo. “¡Soy realmente nacido de nuevo!”