Los equipos de Samaritan’s Purse siguen su trabajo entre las cenizas en las comunidades de Hawái afectadas.
El mismo día que Lahaina se consumió en la costa del oeste, los incendios recorrieron el pueblo de Kula, al este y a unos 3000 pies arriba.
Un propietario de Kula dijo que lucharon contra el fuego con cada botella que pudieron encontrar hasta que se “quedaron sin agua. Las bombas que suben el agua por la montaña se quedaron sin electricidad”.
Los incendios rápidamente se esparcieron en los valles hacia los barrios a los costados del volcán Haleakala e incendiaron muchos hogares.
“De pronto vimos que el fuego giraba a la derecha y subía por el barranco y empezó a quemar los hogares en Kulalani, debajo de nosotros”, dijo Faith Mori, residente de Kula, y describió la terrible escena al ver que el hogar de su hermano se incendiaba. “Giró y empezó a subir por el barranco. El fuego se aproximaba”.
Faith, su familia y muchos más residentes de Kula empacaron lo que pudieron y huyeron. Esta historia la vivieron miles de familias en Maui que escaparon un paraíso en llamas. Fue el incendio forestal más mortal en 100 años, y por lo menos 115 personas han muerto y hay muchos desaparecidos.
Los voluntarios llegan al “valle Mori”
Unos días después, Faith regresó a su hogar devastado, a un paisaje en cenizas que antes había sido una verde colina a la que con cariño ella llama “el valle Mori”.
“Esta es la tierra de nuestra familia”, dijo. “Mi padre tuvo cuatro hijos y cuatro acres de tierra. Nos dio a cada uno una parte para construir”.
Por milagro, su hogar sobrevivió, pero muchos otros no, incluyendo el de su hermano, así como docenas de plantas tropicales, y árboles de aguacate y macadamia, que su padre plantó hace décadas.
“De pronto vimos que el fuego giraba a la derecha y subía por el barranco y empezó a quemar los hogares”.
Ante este gris escenario, Faith dijo que el color regresó con las camisetas anaranjadas que portan los voluntarios de Samaritan’s Purse que se ocupan en cortar árboles derribados y remover el escombro de la propiedad Mori. Este trabajo le hubiera tomado semanas a Faith y su esposo Derrick.
“Todos están cubiertos de hollín y exhaustos, pero ustedes nos dicen que se sienten bendecidos”, dijo Faith a algunos de los voluntarios en su propiedad. “Es sorprendente, muy sorprendente. Les agradecemos de todo corazón. Gracias por excavar y por la gracia que muestran al servirnos”.
Más de 300 propietarios nos han pedido ayuda para quitar árboles y remover el escombro de sus propiedades. Los voluntarios también empezaron a buscar entre las cenizas para recuperar posesiones valiosas que el fuego no haya devorado.
Los capellanes de Billy Graham también están trabajando entre las comunidades para ofrecer ánimo espiritual y apoyo emocional, y comparten la esperanza del Evangelio con las familias que se duelen por sus seres amados que ya no están y sus hogares.
Empezar una nueva vida en Cristo, juntos.
Mientras siguen los esfuerzos en la propiedad Moir, los capellanes y voluntarios pudieron compartir el Evangelio con Faith y su esposo Derrick.
Al terminar el trabajo, el equipo se reunió alrededor de la pareja y le dio una Biblia firmada por cada voluntario que trabajó en su propiedad. Entonces un voluntario local, usó la oportunidad para hacer preguntas más profundas sobre su relación con Dios.
“Todos están cubiertos de hollín y exhaustos, pero ustedes nos dicen que se sienten bendecidos. Es sorprendente, muy sorprendente”.
Alabamos a Dios porque estas preguntas crearon la oportunidad para que la pareja escuchara otra vez el Evangelio. Faith oró con el equipo y volvió a dedicar su vida a seguir a Jesucristo. Derrick oró para recibir a Jesucristo como Señor y Salvador.
Y por supuesto, un voluntario del equipo local tenía un ukulele, que empezó a tocar y guió al equipo en alabanza. Se regocijaron con el canto a Dios y por la obra de transformación que está haciendo en la isla.
Al día siguiente, Faith encontró al equipo y compartió que “la Biblia, pues amo la Biblia, no está con otros libros, sino cerca de mi cama. Cada uno tiene su Biblia cerca de su lado de la cama”.
“Tenemos mucho por qué agradecer a Dios. Me doy cuenta de que cuando pasas por algo así, te preguntas por qué. Pero es bueno agradecer lo que tienes. Para nosotros, es el que salvó nuestras vidas y estamos muy, muy agradecidos por eso”, dijo Faith.
Únete a orar por Maui
Ora por los equipos que tienen la oportunidad de servir a las familias y compartir el Evangelio de Jesucristo en Maui. Ora por los que se duelen por la pérdida de familiares, amigos, compañeros y vecinos. Ora por los padres para ayudar a sus hijos a navegar por el trauma al ver tan tragedia y pérdida de vidas.