A través de los programas de medios de subsistencia de Samaritan's Purse las familias pueden vislumbrar un camino nuevo y más promisorio.
Nyalong (35 años) sirve como lideresa entre las madres de Kangkoi, una aldea del condado de Mayendit, en Sudán del Sur. Durante el último año, ha capacitado a mujeres en cuestiones sanitarias y alimentarias. Tiene cinco hijos propios cuyas edades van de los 4 a los 16 años.
También ayuda a otras familias a cultivar sus alimentos, a fortalecer su economía y a desarrollar pequeños negocios, mientras ella misma aprende a través del programa de medios de subsistencia de Samaritan’s Purse.
Mediante nuestra sociedad de ahorros y préstamos en la aldea y los programas de actividades generadoras de ingresos, Nyalong y otras personas aprenden a implementar prácticas económicas clave que los ayudarán a convertir sus iniciativas agrícolas en nuevas fuentes de ingreso.
“Yo creé mi huerta, y ahora mi familia disfruta las verduras frescas”, compartió Nyalong con entusiasmo.
En años anteriores, todos los días pasaba horas produciendo carbón de trozos de madera y hierbas, una iniciativa que apenas generaba escasos dólares por semana. Sin embargo, ahora ve un nuevo camino por delante, tanto para ella como para sus hijos, y la emociona ayudar a empoderar a otras mujeres de Kangkoi.
“Vendo las verduras excedentes que no comemos y eso me ayuda a ganar dinero para criar a mis hijos, pagar los gastos de sus escuelas y he invertido parte del dinero para montar mi pequeño negocio para mi hogar y mis planes futuros”, dijo.
Gracias a esta programación, Nyalong pasó de vender bolsas de carbón y hacer lo imposible por encontrar un empleo, a duplicar actualmente sus ingresos mensuales por las ventas de su pequeña verdulería.
“Antes de que Samaritan’s Purse me brindara este conocimiento, mi vida era difícil. Buscaba trabajo para darles de comer a mis hijos, pero me costaba mucho encontrar empleo”, dijo. “Estoy muy agradecida”.
“Instrúyeme, SEÑOR, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre” —Salmo 86:11